(Arte y Cultura) OPERA-PERU: Juan Diego Flores escala la cima desde Milán

El público peruano disfrutó una vez más el arte lírico de Juan Diego Flores, el joven limeño que un día renunció al rock y se atrevió a desafiar la exigente Scala, de Milán, para saltar a la fama de la mano de ”Tosca”, la ópera de Giacomo Puccini.

Flores viajó hace nueve años ilusionado a Milán para continuar sus estudios musicales en el Teatro de la Scala, ”la catedral del bel canto”, y ahora es una figura descollante en el mundo.

El tenor peruano tuvo su oportunidad en 1996, cuando reemplazó en el Festival Rossini de Pésaro, en Italia a Bruce Ford, quien se retiró por enfermedad dos semanas antes del estreno de ”Matilde de Shabran”, de Gioacchino Rossini.

El episodio ocurrió cuando Flores tenía 23 años, y marcó el inicio de una carrera musical ascendente, que llena de orgullo a sus compatriotas y lo hizo merecedor de las ”Palmas Artísticas”, el premio que le otorgara el 2 de este mes el Ministerio de Educación de Perú.

”Los reflectores se han posado sobre el tenor peruano Juan Diego Flores, el cual en tiempo brevísimo se ha adueñado con abundancia de medios de un rol sumamente arduo, comentó en aquella ocasión el crítico Adriano Cavicchi, del periódico Il Resto del Carlino.

Miguel Molinari, uno de los organizadores de la ”Gala Rossini”, el concierto brindado por Flores este mes en Lima, al recordar lo sucedido en 1996 en Italia, dijo que fue como ”uno de esos cuentos de hadas, donde el desconocido joven artista surge a la fama reemplazando a un famoso cantante enfermo”.

”Tosca tiene un aria muy difícil, que es el terror de los tenores. Yo había estudiado algunos años en la Scala y cantaba en el coro, pero ahora creo que fui irresponsable al contestar que podía aprender la partitura de Tosca en una noche e interpretarla en el escenario operístico mas exigente del mundo”, señaló Flores.

Si bien ”Tosca” le dio la oportunidad de subir al podio de los grandes cantantes de opera en el mundo, es Rossini el compositor de música clásica que impulsa su carrera.

Considerado por la crítica internacional como ”el mejor interprete contemporáneo de Rossini”, Flores alimenta el sueño de la prensa peruana de ser el sucesor del italiano Luciano Pavarotti, el gran divo cuya estrella se eclipsa tras varias cancelaciones de conciertos en los últimos meses por afonía.

”Por favor, no me comparen con Pavarotti, mi voz es diferente, aunque no me disgustaría tener su voz”, protesta Flores.

Su representante en Lima, Ernesto Palacio, explicó que la relación se da porque Pavarotti fue artista exclusivo del sello Decca, que ahora acoge a Flores y le ha editado su primer disco como solista, precisamente con arias de Rossini.

”Ese trabajo ha recibido el premio Abiatti, la más importante distinción de la crítica italiana”, añadió.

Los éxitos de Flores interpretando a Rossini en la Scala, de Milán, el Covent Garden, de Londres, y el Metropolitan Opera House, de Nueva York, hicieron que fuera recibido como un hijo distinguido de Perú y fuera galardonado con el premio ”Palmas Artísticas”.

También para que el público del Instituto Nacional de Cultura apreciara su arte, al presentar la ”Gala Rossini”, una selección de arias, en la que estuvo acompañado de la mezzosoprano italiana Daniella Barcellona y el búlgaro Orlin Anastassov, con la Orquesta Sinfónica de Lima, dirigida por el italiano Ricardo Frizza.

Flores nació el 13 de enero de 1973 en Lima en el seno de una familia de músicos y creció en un hogar donde los fines de semana se reunían artistas aficionados a cantar. En su adolescencia creó un grupo de rock, que lo disolvió cuando ”sus padres se hartaron del ruido que hacían al ensayar”.

Luego ingresó al coro del Conservatorio Nacional de Música, cumpliendo una de las aspiraciones frustradas de su padre, y pagaba sus estudios musicales cantando en iglesias y bodas. Así, Impulsado por sus padres y profesores, se animó al poco tiempo a dar el salto a Europa y tocar las puertas de la Scala de Milán.

En el último concierto realizado en Lima estuvieron tres de los integrantes de aquel grupo de rock y casi todos los miembros del coro del Conservatorio Nacional de Música.

También asistió al homenaje que le ofrecieron los estudiantes y directivos de la Universidad Nacional de Ingeniería, antes quienes interpretó, acompañándose el mismo en piano, ”Casa di piu resistere”, aria de ”El Barbero de Sevilla”, de Rossini, y el vals peruano ”La Flor de la Canela”, de Chabuca Granda.

”Es difícil describir lo que siento, mis raíces son mi familia, las ”peñas” (tertulias) musicales en mi casa los fines de semana y mis compañeros del coro del Conservatorio, y mi base profesional es la Scala”, comentó Flores.

”Yo crecí con la música peruana y en mis conciertos en todo el mundo siempre incluyo temas peruanos, especialmente de Chabuca Granda, no solo por difundir la música de mi patria, sino también por el gusto propio de interpretar tan bellas canciones”, agregó.

Sin embargo, Flores declaró en una entrevista publicada en abril por The Economist, de Londres, que era ”hijo de la Scala”.

”Obviamente, su lugar de nacimiento es ahora sólo una mención en su ficha personal. A Lima sólo podrá venir de visita, algunas veces a brindar algún concierto, pero ahora debe moverse entre la Scala y los escenarios más importantes”, comentó la periodista Mariana Vega Jarque. (FIN/IPS/al/dm/cr/02

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