ARGENTINA: Fragmentación política complica sucesión de Duhalde

Un gobernador provincial oficialista, una diputada centroizquierdista y otro socialista despuntan como posibles sucesores del presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, si se convoca a elecciones anticipadas, como la mayoría de los ciudadanos desean, según las encuestas.

Pero la fragmentación política complica el panorama, especialmente dentro del gobernante Partido Justicialista, en el que varios dirigentes se disputan el liderazgo. Ninguno de los posibles candidatos reúne más de 20 por ciento de la intención de voto en los diversos sondeos.

La sorpresa mayor, incluso para él mismo, sería la victoria del socialista Luis Zamora, acostumbrado a hacer política en los márgenes del sistema y encumbrado ahora en las encuestas por el aprecio que ahora recibe su prédica de años contra los dirigentes que actúan a espaldas de la ciudadanía.

Zamora no sabe qué haría si fuera elegido presidente. ”Creo que no lograría transmitir la idea de candidato que va a cambiar las cosas, porque los cambios los debe hacer la gente, que para eso necesita solamente quién los ejecute”, dijo a IPS.

La última encuesta de intención de voto de la consultora Equis indica que Zamora fue elegido por 13,5 por ciento de los entrevistados en la capital argentina y su periferia, área que concentra 31,6 por ciento de los habitantes del país.

Zamora fue diputado trotskista en los años 90. Cuando finalizó su mandato, renunció a cobrar una jubilación especial y volvió a trabajar como abogado y en la venta callejera de libros. En 2001, convencido por amigos, volvió a la política casi sin estructura y recibió más de 10 por ciento de los votos de la capital.

Otra encuesta de intención de voto divulgada este mes, de la firma Catterberg y Asociados, ubica como preferida en gran parte del territorio nacional a la opositora diputada centroizquierdista Elisa Carrió, con 18 por ciento de la intención de voto de los entrevistados.

Carrió, fundadora del movimiento Argentinos por una República de Iguales, integró la tradicional Unión Cívica Radical, socia de la Alianza que llevó a la presidencia a Fernando De la Rúa, quien renunció en diciembre. Pero sus denuncias contra la corrupción y sus críticas a la coalición la llevaron a la oposición en 2001.

Catterberg y Asociados ubica detrás de Carrió a Zamora y a dos dirigentes del Partido Justicialista compartiendo el tercer puesto: el gobernador de la central provincia de Santa Fe, Carlos Reutemann, y el ex gobernador de la central provincia de San Luis Adolfo Rodríguez Saá, presidente por una semana tras la renuncia de De la Rúa.

”Entre los justicialistas, Reutemann es el que tiene más posibilidades de ganar”, sostuvo el encuestador Rosendo Fraga. El gobernador de Santa Fe, quien sería votado por apenas 8,2 por ciento de los entrevistados por la consultora Equis, es uno entre varios aspirantes justicialistas a la presidencia.

Por otra parte, 56 por ciento de los entrevistados por Catterberg y Asociados se inclinaron por la convocatoria de elecciones anticipadas, 20 puntos porcentuales más que en enero, cuando Duhalde fue designado por el parlamento para concluir en 2003 el periodo del renunciante De la Rúa.

Noventa por ciento de los entrevistados para esta encuesta y 82 por ciento de las respuestas recogidas por la firma Gallup, también este mes, se pronunciaron por que en las elecciones de 2003 se renueven todos los cargos electivos y no sólo la presidencia.

Pero ninguno de los posibles candidatos a suceder a Duhalde, ni siquiera los más populares, obtiene hoy más de 20 por ciento de la intención de voto en las diversas encuestas, lo que hace temer el surgimiento en las urnas de un presidente con escasa legitimidad.

El acuerdo por una candidatura justicialista única o la división del partido ante las elecciones modificaría esas cifras. También incidiría la posible adopción del doble voto simultáneo, sistema electoral que permite a los partidos sumar los sufragios de múltiples candidatos a la presidencia.

Además de Reutemann y de Rodríguez Saá, también tienen cierto respaldo justicialistas como el gobernador de la meridional provincia de Santa Cruz, Néstor Kirchner, y el de la central provincia de Córdoba, José Manuel de la Sota.

También figura en las encuestas el ex presidente Carlos Menem (1989-1999), quien cuenta con 2,7 por ciento del apoyo de los encuestados por Equis. Pero para que Menem pueda volver al poder se requiere que Duhalde complete su mandato y gobierne hasta septiembre de 2003.

Los legisladores y los gobernadores provinciales consideraron, cuando Duhalde fue designado el 1 de enero por el Congreso, que la crítica coyuntura social, económica y política impedía convocar elecciones presidenciales anticipadas.

Pero la crisis resultó tan voraz que el poder del presidente sufrió una gran erosión en poco tiempo. Hoy, él mismo asegura estar ”cansado de gobernar” y quiere un reemplazante, según admitió ante dirigentes opositores que lo visitaron a fines de este mes.

También se registra un intenso proceso de desprestigio de los políticos, por el cual Zamora, a fuerza de diferenciarse durante muchos años de sus rivales, se transformó en el dirigente con mejor imagen —según la encuestadora Equis— y en una estrella en ascenso en los programas periodísticos de televisión.

Zamora es secundado por Carrió y en tercer lugar por Reutemann en la encuesta de Equis que pondera la imagen de los políticos.

Carrió comentó este mes que la intención de voto a su favor y la de Zamora, proyectadas de acuerdo con la proporción de indecisos, sumarían alrededor de 50 por ciento del electorado.

Pero el diputado socialista no quiere acuerdos de cúpulas ni alianzas electorales con dirigentes procedentes de partidos tradicionales, como Carrió.

Zamora explicó que su partido, Autodeterminación y Libertad, quiere convocar a la construcción de un movimiento alternativo con una amplia participación popular. El legislador es el único político aceptado como un ciudadano más en las asambleas opositoras que surgieron en los barrios tras la renuncia de De la Rúa.

Las ideas de Zamora son radicales, como lo fueron casi siempre, pero sus seguidores no constituyen ahora una pequeña minoría de jóvenes universitarios y militantes de partidos izquierdistas.

Mujeres y hombres de clase media empobrecida, jubilados y profesionales le manifiestan respeto por su coherencia y su rechazo a la política tradicional.

Antiguos votantes de la Unión Cívica Radical y de diversos ensayos centroizquierdistas como la Alianza hoy están tentados de votar a Zamora. ”Me encanta porque es honesto y dice la verdad”, dijo a IPS Edith Fuksman, una fonoaudióloga de 60 años que había votado a De la Rúa.

Zamora propone el retiro de Argentina del Fondo Monetario Internacional (FMI), la reforma de las instituciones de gobierno y el enfrentamiento ”con la barbarie del capitalismo” a partir de una integración más profunda con el resto de América Latina.

En cambio, Carrió cree que el capitalismo puede humanizarse, que deben mantenerse relaciones con el FMI y que se debe cambiar a las personas y no a las instituciones.

Por eso, Zamora descree en alianzas. Prefiere construir un movimiento de base, aunque no gane las elecciones.

En cuanto al Partido Justicialista, las diferencias entre Reutemann y el resto de los candidatos es de estilo. Para el analista Fraga, el gobernador de Santa Fe es percibido como el aspirante a la presidencia ”más realista”, aunque no despierta entusiasmo. Su cautela recuerda al renunciante De la Rúa.

Pero ”Reutemann, para los empresarios, representa lo previsible. En cambio, Carrió es como (Luiz Inacio) Lula (da Silva) en Brasil”, afirmó Fraga. (FIN/IPS/mv/mj/ip/02

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