La población de zonas de Yugoslavia atacadas en 1999 por la OTAN aún está bajo la amenaza del uranio empobrecido usado para reforzar proyectiles, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El uranio empobrecido, empleado para aumentar la capacidad de penetración de piezas de artillería, es subproducto del procesamiento de uranio natural para lograr combustible o explosivos nucleares. Tiene poca radiactividad, pero puede ser peligroso si se ingiere, se respira o entra al organismo por heridas.
Unas 31.000 bombas reforzadas de ese modo fueron lanzadas por la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) sobre territorio yugoslavo, contra objetivos ubicados en su mayoría en el sur de Serbia, incluyendo la provincia de Kosovo.
La misma organización había empleado tales proyectiles en bombardeos contra objetivos serbobosnios en 1994 y 1995, durante la guerra que separó a Bosnia-Herzegovina de la antigua Federación Yugoslava.
Las piezas de artillería usadas en 1999 se han corroído con sorprendente rapidez desde la ofensiva de la OTAN, que duró 11 meses, y hay constante difusión de partículas en las áreas bombardeadas y sus alrededores, dijo el presidente del Grupo de Evaluación de Uranio Empobrecido del PNUMA, Pekka Haavisto.
Nuevos hallazgos muestran la extensión del área contaminada, aunque el nivel de riesgo para la población es bajo, aseguró Haavisto en la primera semana de este mes, durante la presentación en Belgrado del último informe del PNUMA.
Sin embargo, advirtió que es preciso controlar en forma constante la calidad del agua, y tener presente que trabajos de reconstrucción, e incluso de descontaminación, podrían levantar polvo de uranio empobrecido y causar su diseminación.
La OTAN insiste en que no hay claro vínculo entre esos proyectiles y varios tipos de cáncer padecidos por habitantes de áreas contaminadas y soldados que actuaron en ellas.
Sin embargo, expertos en salud advierten que el efecto de las partículas de uranio empobrecido se hace evidente unos cinco años después de la exposición a las mismas.
Especialistas en cáncer del Centro de Oncología de Belgrado prevén aumento de los casos de leucemia y de otros tipo de cáncer eb 2004 y 2005, que puede llegar a 30 por ciento según el médico Miodrag Djordjevic.
La estatal emisora italiana de televisión RAI mostró filmaciones de 23 niños afectados por graves problemas congénitos, concebidos luego de que sus padres participaran en operaciones de mantenimiento de la paz en los Balcanes y en Somalia.
Once países europeos publicaron en enero una lista de 22 soldados que murieron debido a leucemia y otros tipos de cáncer tras operar en los Balcanes.
El PNUMA y equipos locales comenzarán a fines de este mes tareas de descontaminación en cinco áreas de importante impacto de proyectiles con uranio empobrecido en la región meridional de Serbia y una en Montenegro, la otra república que integra la actual Federación Yugoslava.
Descontaminar las dos mayores áreas serbias costará un millón de dólares.
El PNUMA enfatiza la importancia de recoger y almacenar en forma segura los suelos contaminados y los proyectiles.
Otras 112 áreas bombardeadas con proyectiles reforzados en Kosovo, administrada por la Organización de las Naciones Unidas desde mediados de 1999, ni siquiera han sido delimitadas, y expertos advierten que la mayoría de los kosovares no saben qué peligros los acechan.
Belgrado no ha realizado campañas de importancia sobre la amenaza del uranio empobrecido, y una de las causas puede ser el gran cambio de orientación del gobierno tras el fin del régimen de Slobodan Milosevic, en octubre de 2000.
Las actuales autoridades buscan mejorar las relaciones con las potencias occidentales de la OTAN y atraer a sus inversores, y eso las ubica en una extraña situación, dijo a IPS el comentarista político Aleksandar Ciric.
Admitir los reales peligros podría reavivar sentimientos antioccidentales de la población, y dar mucha publicidad al asunto puede ahuyentar a muy necesarios inversores, explicó. (FIN/IPS/tra-eng/vpz/sm/mp/en he/02
