AGRICULTURA-CARIBE: Reacción colectiva contra subsidios de EEUU

Los países del Caribe reaccionaron contra la ley agrícola estadounidense que establece elevados subsidios y anunciaron una respuesta colectiva en la reunión de la Comunidad del Caribe (Caricom) del mes próximo.

La ley, firmada por el presidente George W. Bush el lunes, aumenta los subsidios a los agricultores a casi 190.000 millones de dólares en la próxima década.

Promotores del libre comercio y el comercio justo criticaron con dureza la medida por considerar que distorsiona los mercados y atenta contra las exportaciones agrícolas, en especial las de países en desarrollo.

Los países caribeños se sienten traicionados porque Estados Unidos, otros países ricos y la Organización Mundial del Comercio (OMC) presionaron a las pequeñas economías de la región a reducir sus barreras arancelarias y no arancelarias a las importaciones estadounidenses y de otras procedencias.

En consecuencia de esa apertura, alimentos baratos inundaron los mercados de países como Jamaica y arruinaron a agricultores locales, incapaces de competir con las importaciones subsidiadas de bajo costo.

”Debemos repensar nuestra estrategia, porque seguimos un camino que ellos llamaron libre comercio. Esto va contra todo lo que estamos hablando en la OMC. Tenemos que encontrar una salida porque nuestros (agricultores) serán totalmente exterminados”, dijo el ministro de Agricultura jamaiquino, Roger Clarke.

La ley agrícola estadounidense ocupará un lugar central en la agenda de la reunión de ministros de la Caricom, anunció Clarke.

El gobierno de Jamaica ya comenzó a estudiar en detalle la legislación aprobada por Bush y planifica informar públicamente sobre su posición el próximo fin de semana.

El agricultor Bob Miller urgió al gobierno a actuar rápidamente para determinar si Estados Unidos contradijo reglas del comercio mundial.

”Si no lo ha hecho, entonces los agricultores jamaiquinos deberán ser subsidiados”, afirmó, y agregó que la necesidad de los consumidores de obtener alimentos a precios bajos también deberá ser tenida en cuenta en la respuesta del gobierno.

”La salida no consiste en aumentar el precio de los productos locales o imponer nuevos gravámenes a los productos importados. El agricultor jamaiquino deberá ser subsidiado. Que encuentren el modo de hacerlo, del mismo modo que Estados Unidos encontró el suyo”, sostuvo.

Los subsidios a la agricultura son claves para el desarrollo rural, el empleo y la estabilidad social del país, afirmó Miller.

Con pagos del servicio de la deuda externa que consumen 60 por ciento del presupuesto nacional, el gobierno jamaiquino parece tener poco espacio de maniobra.

”Ya nos estamos tambaleando bajo los efectos de la inundación de alimentos baratos, y esto nos pone en una posición terrible, porque ni siquiera estamos en condiciones de subsidiar”, dijo Clarke.

Del presupuesto nacional de 4.400 millones de dólares para el año fiscal 2002-2003, unos 22 millones fueron asignados a la agricultura.

Los presupuestos en todo el Caribe podrían ser más exigidos por los altos costos asociados a enfrentar a Estados Unidos ante la OMC, si los asesores lo consideran posible.

Estados Unidos siempre ha destinado grandes cantidades de dinero en subsidios agrícolas, destacó la directora de programas comerciales del no gubernamental Instituto de Política Agrícola y Comercial, con sede en Washington, Sophia Murphy.

”La ley agrícola pondrá los mismos programas en distintas categorías y continuará los grandes subsidios, pero de todos modos, en los últimos cinco años Estados Unidos ha gastado enormes cantidades en subisdios agrícolas”, dijo Murphy.

”Hasta ahora, los llamaban pagos de emergencia y de rescate. Lo que resulta chocante es que esta vez lo incluyeron en el marco de una ley”, agregó.

Sin embargo, destacó, la medida de Estados Unidos puede tener el efecto positivo de dejar en claro que Washington no tiene intenciones de abandonar los subsidios, lo cual podría reavivar el debate sobre el respaldo a la agricultura, el libre comercio y la globalización.

Hay grandes posibilidades de que la ley estadounidense sea objetada por la OMC, dijo Murphy. Pero las disputas comerciales internacionales tienden a prolongarse en el tiempo, por lo que los agricultores de países en desarrollo sufrirán las consecuencias en ese lapso.

Jamaica debería finalizar su análisis de la ley y contactar a sus aliados en Caricom, la Comunidad Británica de Naciones y otros organismos, dijo el decano de la facultad de Agricultura de la Universidad de Agricultura, Ciencia y Educación.

”Nunca me dejé engañar por esta idea de la globalización, la aldea global y el discurso sobre el libre mercado y los mercados abiertos. Estados Unidos quiere dominar el comercio, y lo quiere hacer de una forma”, dijo Lamy.

”Muchas personas se han subido al carro global, y no se dan cuenta de que si no encontramos una forma de hacer oír nuestras voces y proteger a nuestra gente, tendremos a 50.000 jóvenes desempleados y la agricultura paralizada. No hay un campo de juego parejo cuando se trata de Estados Unidos”, afirmó. (FIN/IPS/tra- en/djm/aa/lp/mlm/dv-if/02

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