Cardenales y obispos decidieron este miércoles en el Vaticano aplicar la tolerancia cero para erradicar los abusos sexuales en la Iglesia Católica, en la primera reunión convocada por un Papa para tratar la pedofilia en el clero.
En la reunión realizada en los palacios pontificio participaron 12 de los 13 cardenales de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, los responsables de siete ministerios de la Iglesia y el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Sodano.
El encuentro fue convocado tras una cadena de escándalos en Estados Unidos por denuncias de abusos sexuales contra menores, en los que se han visto involucrado sacerdotes, obispos y cardenales de ese país.
El arzobispo de la diócesis de Boston, Bernard Law, fue uno de los primeros acusados en Estados Unidos de haber protegido a un sacerdote pedófilo, tras lo cual se sucedieron unos 400 señalamientos más.
Al intervenir el martes, el Papa dijo que la pedofilia es un crimen contra la sociedad y un pecado aberrante ante los ojos de Dios, por lo cual no hay lugar en el sacerdocio y en la vida religiosa para quien provoca daños a los jóvenes.
La tolerancia cero hacia los sacerdotes acusados de pedofilia será aplicada de hecho en las diócesis estadounidenses.
Sin embargo, una decisión formal al respecto será resuelta en una conferencia general de los obispos de ese país, a realizarse en junio en la meridional ciudad de Dallas, informaron en rueda de prensa el arzobispo de Washington, Theodore McCarrick, y el presidente del Episcopado, monseñor Daniel Gregory.
McCarrick señaló que no veía, después de todo lo que había sucedido, la posibilidad de que alguien en Estados Unidos trate aún de cubrir a sacerdotes pedófilos.
Por su parte, Gregory subrayó que en el episcopado estadounidense existe un creciente consenso para no designar en nuevos cargos a sacerdotes sospechosos de pedofilia, pero aclaró que la decisión formal se tomará en junio.
Los prelados reunidos en el Vaticano propusieron un proceso especial en el marco del derecho canónico, para reducir al estado laico a aquellos sacerdotes pedófilos cuando el crimen sea acertado, conocido y reiterado.
El inicio del proceso implicará la suspensión inmediata de los cargos pastorales del acusado, cuando el obispo de su diócesis entienda que es una amenaza para los menores feligreses, señala un comunicado divulgado por el Vaticano al término de la reunión con los prelados estadounidenses.
En el encuentro también se propuso realizar una visita apostólica a los seminarios de formación de sacerdotes para verificar los criterios de admisión y la capacidad de las instituciones para enseñar la doctrina moral católica en su integridad.
Se planteó además concretar una jornada de oración y penitencia para la Iglesia de Estados Unidos, con el fin de implorar arrepentimiento y renovación de la visa eclesiástica.
Gregory admitió que se habló del celibato de los sacerdotes, pero para reforzarlo, no para ponerlo en discusión. No hay una relación entre el celibato y la pedofilia, aseguró.
Respecto de la homosexualidad en la Iglesia Católica, el prelado explicó que en los seminarios es necesario estar seguros de que los aspirantes no tengan actividad homosexual, pero tampoco actividad heterosexual.
La dimisión del arzobispo Law no fue discutida, informó Gregory, quien precisó que es un problema que deben resolver él y el Papa.
Pero el problema no se circunscribe a Estados Unidos pues escándalos similares se han registrado en Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Holanda, Irlanda, México y hasta en Polonia, país natal de Juan Pablo II.
En esos escándalos por abusos sexuales a menores aparecen implicados muchos sacerdotes y obispos que se han visto obligado a dimitir, por culpas propias o por no haber puesto fin rápido a esa práctica.
El cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación para el Clero, sostuvo en marzo, cuando comenzaron a divulgarse los casos, que los sacerdotes incapaces de respetar el celibato y las leyes de la moral humana son una mínima parte en el mundo.
Citó un estudio del profesor Philip Jenkins, de la estadounidense universidad de Pensylvania, según el cual 0,3 por ciento del clero estadounidense sería pedófilo, para preguntarse después donde están las estadísticas referidas a otros grupos sociales y a otras profesiones.
Unos 64 millones de estadounidenses profesan la religión católica, lo cual equivale a casi 27 por ciento de la población, según datos de la Iglesia Católica. Es la religión más numerosa, aunque las iglesias protestantes representa en conjunto 59 por ciento de los habitantes del país.
Entre las diócesis más afectadas por las denuncias de pedofilia se encuentran, además de Boston, la de Nueva York, New Hampshire y Arizona.
Los prelados reunidos en el Vaticano también enviaron una carta a los fieles estadounidenses pidiendo perdón por los escándalos sexuales protagonizados por sacerdotes.
En su intervención del martes, el Papa pidió que no se olvide el papel jugado por la Iglesia. Una gran obra de arte puede ser manchada, pero su belleza permanece y esta es una verdad que cada crítica intelectualmente honesta debe reconocer, agregó. (FIN/IPS/jp/dm/ip/02