SUDAN: Observadores internacionales controlan cese del fuego

Observadores internacionales llegaron este viernes a las montañas de Nubia, en el centro de Sudán, para controlar un cese del fuego parcial en la guerra de 19 años entre el gobierno islámico y rebeldes cristianos y animistas del sur.

La llegada de los primeros nueve integrantes de la Unidad Internacional de Control (IMU, por sus siglas en inglés) estaba prevista en el acuerdo de cese de hostilidades en Nubia que ambas partes firmaron en enero, con la mediación de Estados Unidos y Suiza.

A fines de mes un equipo de 50 funcionarios militares y civiles de la IMU estarán en la zona, afirmó una fuente diplomática en Nairobi, capital de Kenia.

El acuerdo de carácter humanitario fue concebido para permitir que un millón de nubios aislados en las montañas y rodeados de tropas gubernamentales reciban ayuda de emergencia por primera vez en más de una década.

La región de Nubia ha sido devastada por la guerra civil que estalló en 1983, cuando rebeldes del sur del país, donde predominan el cristianismo y los cultos animistas africanos, se rebelaron contra el régimen militar musulmán de Jartum, que pretendía imponer la sharia (ley islámica) en todo el territorio.

Los observadores establecerán cuatro puestos de control en las zonas donde están estacionadas las tropas más numerosas.

Posteriormente una Comisión Militar Conjunta conformada por representantes del gobierno y de los rebeldes, regulará el ingreso a la zona de vuelos de asistencia y de suministros militares.

El cese del fuego parcial es uno de los cuatro puntos propuestos en diciembre por el enviado especial de paz de Estados Unidos, el ex senador John Danforth, para iniciar el proceso de paz en Sudán.

Hasta ahora la medida se ha respetado y la población desplazada comenzó a retornar masivamente a su tierra, según fuentes diplomáticas occidentales.

El segundo punto, aún no alcanzado, establece acordar ”días de tranquilidad” en diferentes zonas de combate para permitir el ingreso de socorristas y personal médico, en especial para llevar a cabo campañas de vacunación contra la poliomielitis, el gusano de Guinea y otras enfermedades.

Trabajadores sanitarios se reunirán con autoridades de Jartum, jefes tribales y delegados de la Unión Europea y de agencias de asistencia para elaborar un plan que será presentado a las partes el mes próximo.

La tercera propuesta de Danforth —el fin de todos los ataques contra civiles— fue firmada la semana pasada.

El gobierno se negó en principio a este punto, pues sólo incluía sus bombardeos aéreos contra la población civil, sin referencia a los ataques de artillería y la colocación de minas antipersonas, que llevan a cabo los rebeldes y que también afectan a los civiles.

Un equipo de expertos internacionales controlarán el cumplimiento de este acuerdo, recibiendo las denuncias sobre infracciones y desplazándose al lugar de los hechos para investigar.

El cuarto punto es el fin de las prácticas de secuestro y esclavizamiento de civiles.

Fuentes locales aseguraron que el cese de fuego en las montañas nubias ha esperanzado a la población de otras zonas agobiadas por la guerra.

Pero el próximo paso de las negociaciones no será introducir nuevos ceses del fuego, sino delinear un acuerdo amplio, con dos opciones, la pacificación y unificación del país o la partición en un estado musulmán al norte y otro cristiano en el sur.

”La comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos, debe aprovechar esta oportunidad antes de que ambas partes se decidan a resolver la guerra más antigua de Africa en el campo de batalla”, advirtió el grupo de estudios International Crisis Group (ICG), con sede en Bruselas.

La última escalada en los campos petroleros del sur, con intenso fuego de helicópteros gubernamentales contra blancos civiles, y los debates sobre la naturaleza de la intervención externa en el proceso de paz tienen potencial para ”cerrar la ventana más esperanzadora para la paz” desde 1983, dijo la organización.

El cese de los combates en Nubia permitió a ambas partes desviar sus fuerzas a las zonas de yacimientos de crudo ubicadas al oeste del río Alto Nilo, en Sudán meridional.

”Deben analizarse todas las implicancias positivas y negativas de la iniciativa (Danforth)”, agregó el ICG.

La organización propuso que se unifiquen tres propuestas de paz paralelas, que llevan adelante el organismo regional Autoridad Intergubernamental sobre Desarrollo, Egipto y Libia, y Eritrea y Nigeria, respectivamente.

”Nunca existió un ejercicio internacional único, multilateral y de alto nivel que reuniera todos los esfuerzos. Es tiempo de hacerlo ahora, con la activa participación de Estados Unidos y de (países) europeos clave”, afirmó en enero el presidente del ICG, Gareth Evans. (FIN/IPS/tra-eng/ks/mn/dc/ip/02

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