SAHARA OCCIDENTAL: Activistas marroquíes apoyan autonomía

Representantes de la sociedad civil de Marruecos presionan por primera vez por autonomía para Sahara Occidental, con la intención de resolver un conflicto manejado hasta ahora en forma exclusiva de la monarquía.

El Colectivo Sociedad Civil (CSC) reúne a 13 activistas y empresarios, entre ellos Abraham Serfaty, líder de la colectividad judía marroquí, encarcelado y luego exiliado por el anterior rey, Hassan II, por oponerse a la anexión del territorio saharaui.

Ese territorio desértico de 266.000 kilómetros cuadrados linda con Marruecos, Argelia y Mauritania, es muy rico en fosfatos y cuenta con una de las mayores reservas pesqueras del mundo.

En 1976, los gobiernos de Marruecos y Mauritania invadieron esa región y se la repartieron tras la retirada de España, que había ejercido dominio colonial en ella desde comienzos del siglo XVI.

El Frente Popular para la Liberación de Sagiat Al-Hamra y Río de Oro, o Frente Polisario, formado en 1973, derrotó a Mauritania en 1979, y continuó en guerra con Marruecos hasta un cese del fuego acordado en 1991, con mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El foro mundial estableció ese año la Misión de las Naciones Unidas por el referendo en Sahara Occidental, cuyo mandato es supervisar el cumplimiento del cese del fuego y la realización de un referendo en el cual los saharauis decidan entre la incorporación a Marruecos y la independencia.

Sin embargo, la realización de ese referendo se hizo cada vez más improbable, debido a grandes discrepancias entre Marruecos y el Polisario sobre la confección del padrón de habilitados para votar, y el Consejo de Seguridad de la ONU pidió en junio de 2001 una ”solución política” del problema.

Esa solución implicaría que la población de Sahara Occidental eligiera sus propios poderes Legislativo y Ejecutivo, para desempeñar tareas de gobierno local, incluyendo la definición y administración de un presupuesto propio, y el desarrollo de infraestructura básica.

Pero la propuesta del Consejo fue rechazada por el Polisario, que considera la realización del referendo cómo única solución aceptable.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, propuso en febrero cuatro opciones para superar el bloqueo de la negociación.

Esas opciones son reanudar esfuerzos por el referendo, retomar la discusión de un plan de autonomía propuesto por el ex secretario de Estado estadounidense James Baker y el enviado especial de Annan para el Sahara, explorar la posibilidad de dividir Sahara Occidental, y poner fin al mandato de la MINURSO.

El CSC anunció el lunes que su primer objetivo es dialogar con todos los involucrados en el conflicto, incluyendo al Polisario.

”Iniciaremos un confiado y abierto diálogo con todas las partes, en especial el gobierno de Marruecos, el de Argelia y el Frente Polisario”, señaló Ali Benameur, quien preside el Colectivo y es también director del estatal Instituto Superior de Administración Empresarial.

”No habrá fronteras prohibidas ni tabúes en nuestra búsqueda de una solución duradera”, aseguró.

Los integrantes del grupo piensan que el conflicto puede resolverse en el marco de un proyecto de integración regional de la septentrional zona africana del Magreb, indicó Serfaty.

Los cinco países de esa región, Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez, formaron en 1989 la Unión Arabe del Magreb, pero ese bloque regional casi no se ha desarrollado, debido en especial a la cuestión de Sahara Occidental, ya que Marruecos acusa a Argelia de dar apoyo político y militar al Polisario.

El CSC opina que la mejor solución es que Rabat reconozca amplia autonomía a los saharauis, porque considera indeseable realizar un referendo en el cual haya un ganador y un perdedor.

”El autogobierno de Sahara Occidental, vinculado con la monarquía de Marruecos para la defensa y las relaciones exteriores, sería la mejor forma de terminar con el conflicto”, afirmó Serfaty.

La iniciativa del CSC muestra cambios impensables hasta la muerte en 1999 de Hassan II, sucedido por el actual rey Mohammed VI, dijo a IPS el analista político marroquí Abdelkebir Gharroub.

Desde la ocupación de Sahara Occidental, el manejo de la cuestión ha estado reservado a la monarquía, los partidos se han limitado a observar el desarrollo de los acontecimientos, y los medios de comunicación sólo han divulgado comunicados oficiales sobre el asunto, sin comentarlos.

La Fundación por Sahara Occidental, con sede en Estados Unidos, pidió el lunes al presidente de ese país, George W. Bush, que presione a Mohammed VI, quien visita Washington en la actualidad, para que acepte la realización del referendo acordado en 1991 o retire a sus fuerzas de Sahara Occidental.

”Marruecos no sólo comete una terrible injusticia contra el pueblo saharaui al bloquear el referendo, sino que también impide el desarrollo de una democracia musulmana en Africa Septentrional”, sostuvo esa fundación en un comunicado. (FIN/IPS/tra-eng/na/sm/mp/ip/02

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