El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, impidió este jueves que el presidente palestino Yasser Arafat se entrevistara con una delegación de la Unión Europea (UE), que continúa con sus esfuerzos por la paz en Medio Oriente, hasta ahora sin resultados.
Sharon había informado el martes por teléfono al jefe del gobierno español y presidente de turno de la UE, José María Aznar, que no le permitiría reunirse en Ramalá con Arafat, confinado en esa ciudad cisjordana por el asedio de las fuerzas militares israelíes.
La UE procura que Israel detenga sus operaciones militares contra Palestina y negocie la paz, en cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Mientras, Francia propuso este jueves el envío urgente a Palestina de una misión de paz de la ONU.
La delegación de la UE se reunió este jueves en Tel Aviv con el canciller israelí Shimon Peres, pero no recibió autorización para entrevistarse con Arafat, por lo que resolvió suspender el contacto previsto con Sharon.
La delegación es presidida por el canciller español, Josep Piqué, e integrada por los también españoles Miguel Angel Moratinos, enviado especial de la UE a la zona, y Javier Solana, Alto Responsable de Seguridad y Política Exterior del bloque.
Al tiempo que resolvió no entrevistarse con Sharon, Piqué reclamó la inmediata autorización del tránsito de ambulancias y automóviles transportando médicos y enfermos y que en ningún caso sean atacados edificios religiosos.
Mientras, Aznar suspendió un viaje a Medio Oriente que planificaba para este jueves porque Sharon le comunicó el miércoles que no lo autorizaría a reunirse con Arafat, según informó el propio presidente del gobierno español a la prensa este jueves.
El gobernante israelí argumentó que permitirle a su par español el paso a Ramalá supondría levantar el cerco sobre el presidente Arafat y que entiende prioritario mantener la política de aislamiento total, informó Aznar, quien calificó la decisión de equivocada.
Hay que distinguir la lucha contra el terrorismo de las perspectivas políticas de un proceso con lo que está ocurriendo, afirmó el gobernante español.
Nuestra posición es de máxima preocupación y, si se mantiene esta situación, vamos a tener una preocupación añadida porque entraña riesgos adicionales serios, dijo Aznar, quien consideró que las políticas de Sharon son no útiles.
El mandatario español explicó que no se trata de establecer películas de buenos y malos ni falsas responsabilidades, sino de cambiar una política fracasada.
La solución del conflicto pasa por posiciones más sólidas y firmes de Estados Unidos y por una combinación de esfuerzos entre ese país, la UE y Rusia, agregó. La contribución rusa está garantizada tras la visita a Madrid el martes del canciller de ese país, Igor Ivanov, sostuvo.
No obstante la actitud de Sharon, Aznar aseguró que, en su carácter de jefe del gobierno español y de presidente de turno de la UE, mantendrá abiertos los canales de diálogo todo el tiempo que se considere conveniente, para lograr el cese del fuego y la resolución del conflicto.
Además, condenó los atentados suicidas palestinos, a los que calificó de absolutamente execrables.
Francia ha tomado la delantera en la UE al proponer al Consejo de Seguridad de la ONU el envío de una fuerza internacional a Medio Oriente.
La delegación francesa señaló en Nueva York, en la madrugada de este jueves, que la actual situación pone en riesgo la estabilidad de toda la región e instó al Consejo a analizar el envío de observadores.
Esa propuesta, dijo Francia, es compatible con las proposiciones del general Anthony Zinni, el enviado especial de Estados Unidos a la región. (FIN/IPS/td/mj/ip/02