La organización humanitaria internacional Oxfam lanzó este jueves una campaña por comercio justo, basada en la convicción de que el actual sistema comercial mundial es dominado por reglas amañadas y por la hipocresía, que impiden reducir la pobreza.
El objetivo de las acciones emprendidas por Oxfam es cambiar las normas del comercio internacional, para poder combatir la pobreza y las desigualdades.
En las condiciones actuales, el comercio amplía la brecha entre ricos y pobres, y los principales actores del sistema comercial, en primer lugar la Unión Europea (UE), emplean un doble discurso, afirmó esa organización no gubernamental (ONG).
El mundo de los ricos exige al de los pobres apertura de mercados, mediante el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, sin reparar en las consecuencias sociales y mientras mantiene cerrados sus propios mercados, explicó.
Los ricos ha creado una carrera de obstáculos en la cual los más débiles deben saltar las vallas más altas, según un informe presentado en Ginebra por Penny Fowler, de Oxfam, coautora del trabajo.
Los gravámenes que aplican las naciones industrializadas a sus importaciones desde países en desarrollo son el cuádruple de las que imponen a importaciones del resto del mundo industrializado, indicó.
A la cabeza de los países con doble discurso en materia comercial está la UE, que practica comercio desleal para colocar en Jamaica sus excedentes de leche en polvo, y casi ha arruinado la industria lechera de ese país, destacó.
Otro caso citado por Oxfam es el de Estados Unidos, que inundó el mercado haitiano con arroz subsidiado, y obligó a miles de pobres cultivadores de ese grano en Haití a abandonar sus tierras, en la zona de ese país donde se registran los índices más altos de desnutrición infantil.
La ONG previno contra los peligros de la actual ronda de negociaciones comerciales internacionales para lograr una mayor liberalización, iniciada este año por la Organización Mundial del Comercio (OMC) tras su IV Reunión Ministerial, realizada en noviembre en Doha.
Las autoridades de la OMC bautizaron a esas negociaciones Ronda del Desarrollo, por iniciativa de los países industrializados, pero el mundo en desarrollo no ha asumido esa denominación, y Oxfam las llamó ronda antidesarrollo.
A pesar del palabrerío empleado en Doha sobre una ronda del desarrollo, para los países industrializados nada se ha alterado, explicó en el lanzamiento de su campaña.
Por el contrario, después de Doha los países industrializados ya se echan atrás en sus promesas de ofrecer al mundo en desarrollo condiciones equitativas en el sistema del comercio mundial.
Oxfam cuenta con experiencia en este tipo de acciones de presión internacional, pues viene de librar, con otras instituciones independientes, campañas exitosas a favor del acceso a medicamentos y del alivio de la deuda externa.
La nueva campaña se inicia de manera simultánea en Alemania, Australia, Bangladesh, Bélgica, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda, Hong Kong, India, Irlanda, México, Nueva Zelandia, Senegal, Sudáfrica y Suiza.
El informe presentado por Fowler destaca que por cada dólar de asistencia a los países pobres, les son birlados dos dólares por vía del comercio injusto.
Africa aparece en primer lugar en la escala de preocupaciones de Oxfam. El deterioro de los términos de intercambio desde fines de los años 70 le ha costado a Africa subsahariana el equivalente de 50 centavos de dólar por cada dólar recibido de ayuda, señaló la ONG.
Muchos países pobres han quedado atrapados en la producción única de productos básicos, y apenas comienzan a procesar sus materias primas para lograr más ingresos, afrontan desproporcionados aumentos de aranceles por parte de los países ricos, llamados picos arancelarios en la jerga de la OMC, destacó.
Las reglas de la OMC deben cambiar porque muchas de ellas, como las de propiedad intelectual, protegen los intereses de los países ricos y de las poderosas compañías transnacionales, y a la vez imponen altos costos a los países en desarrollo, alegó.
Ese desequilibrio plantea cuestiones fundamentales acerca de la legitimidad de la OMC, sostuvo.
La inclusión en la ronda de Doha de nuevos asuntos, entre ellos inversiones, compras gubernamentales y reglas sobre competencia, amenaza con ampliar la división mundial entre ricos y pobres, advirtió.
Por esos motivos, la ronda que acaba de comenzar en Ginebra no logrará ofrecer a millones de personas una oportunidad de salir de la pobreza, pronosticó. (FIN/IPS/tra-eng/pc/mp/if dv/02