DERECHOS HUMANOS: Chile niega gestión sobre Cuba en Grupo de Río

Chile negó este lunes que promueva a través del Grupo de Río, foro intergubernamental de América Latina y el Caribe, una fórmula para que la ONU cree una comisión especial de supervisión de los derechos humanos en Cuba.

El ministro de la Secretaría General de Gobierno y portavoz oficial del presidente Ricardo Lagos, Heraldo Muñoz, expresó un ”categórico rechazo” a las informaciones de prensa sobre la supuesta iniciativa.

”Chile no ha copatrocinado ninguna iniciativa” en la materia y ”no está liderando ninguna posición” al respecto, dijo, a su vez, la canciller Soledad Alvear.

El diario El Mercurio sostuvo el domingo que Lagos encabeza las gestiones para elaborar una nueva fórmula sobre el caso cubano, cuyo texto se daría a conocer en la cumbre que el Grupo de Río sostendrá este jueves y viernes en San José.

La supuesta fórmula, según El Mercurio, reemplazaría una moción de condena a Cuba que sería presentada probablemente el día 16 en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), cuya sesión anual comenzó el 18 de marzo en su sede en Ginebra y concluirá el 26 de este mes.

Lagos adelantó en enero que Chile no se sumará a una condena al gobierno de Fidel Castro en la ONU porque el ”ritual” de las condenas ha sido hasta ahora inútil en términos de mejorar la situación de derechos humanos y facilitar una apertura política en Cuba.

En Chile hay una intensa presión sobre Lagos, un socialista moderado, para que su gobierno apoye en Ginebra una eventual moción de condena a Cuba.

La Democracia Cristiana, partido de la canciller Alvear, aboga por la condena al gobierno de Castro, al igual que las dos mayores colectividades de la oposición derechista.

El canciller cubano Felipe Pérez Roque dijo el domingo en La Habana que Washington ”se dedica en estos días intensa y desesperadamente a tratar de encontrar patrocinadores” latinoamericanos en la Comisión ”a la nueva patraña contra Cuba”, en referencia a una eventual moción de condena.

Pérez Roque calificó de ”serviles y genuflexos” a los gobiernos de Argentina, Costa Rica y Uruguay, que anunciaron su voto a favor de una eventual resolución de condena contra La Habana en Ginebra.

Esos tres países, junto con Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Venezuela y la propia Cuba, constituyen este año la representación latinoamericana en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Con excepción de Cuba, todos esos estados son también miembros del Grupo de Río, el principal foro de concertación política de América Latina, integrado por 19 países de la región.

Cuba intenta evitar a toda costa una nueva condena en Ginebra, luego de la aprobación el año pasado de una censura presentada por República Checa, por 22 votos a favor, 20 en contra, 10 abstenciones y una ausencia.

Por primera vez desde la creación de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU hace 56 años, Estados Unidos no integra la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Cuba ha sido condenada año tras año en el organismo desde 1990, excepto en 1998.

Cuatro de los países del Grupo de Río (Argentina, Costa Rica, Guatemala y Uruguay) votaron a favor de la condena a Cuba aprobada el año pasado en Ginebra.

Brasil, Colombia (cuyo lugar es ocupado este año por Chile), Ecuador, México y Perú se abstuvieron, en tanto Venezuela y Cuba se pronunciaron en contra.

El primer ministro checo Milos Zeman, de visita en México, anunció el jueves que en esta ocasión no presentará una moción de condena a Cuba en Ginebra.

Las mociones aprobadas contra Cuba en años pasados por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU acusan al gobierno de Fidel Castro de prohibir la oposición política y encarcelar a los disidentes, mantener el control estatal sobre la prensa y no convocar a elecciones presidenciales.

La Habana asegura que en Cuba se garantizan, como en ningún otro país de América Latina, los ”derechos más elementales” como la vida, la salud, la alimentación, la educación y el empleo. Lo que se dirime en Ginebra es el derecho de este país a tener un sistema propio, de corte socialista, según el gobierno de Castro.

El nuevo embajador de Estados Unidos en Chile, William Brownfield, replicó la semana pasada a Lagos al sostener que ”los rituales son importantes”, aunque desmintió que su país condicione la firma de un tratado comercial bilateral al voto por la condena a Cuba en Ginebra.

La sensación dominante es que Chile se abstendrá en Ginebra ante una propuestta de condena a Cuba, aunque el ministro Muñoz señaló que la cancillería tiene la responsabilidad de ”analizar los cursos de acción y recomendarle al presidente el camino para enfrentar la votación”.

Muñoz agregó que Chile ”vería con buenos ojos” que algunos países latinoamericanos encuentren ”una propuesta distinta al ritual declarativo que se plantea anualmente contra Cuba” en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

”Desde principios de año el gobierno se ha mostrado partidario de tomar decisiones que sean colaboradoras en la situación de los derechos humanos, no solo en la isla sino en otros países del mundo”, agregó el portavoz presidencial.

”Pero por ahora no tenemos constancia de que eso esté ocurriendo y Chile no está involucrado en esa materia”, insistió Muñoz.

La versión periodística desmentida por el gobierno sostenía que Lagos mantuvo contactos con sus pares del Grupo de Río para que el grupo lleve a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU una fórmula alternativa a las mociones de condena a Cuba.

La iniciativa consistiría en que la Comisión pida al gobierno de Castro que acepte la visita a Cuba de una misión especial que encabezaría la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson.

A partir de esa misión, la propuesta apuntaría a crear una relatoría especial sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, para que viaje periódicamente a ese país y emita informes para la ONU.

Los cancilleres del Grupo de Río acordaron en febrero promover la transformación de los mecanismos de evaluación de la situación de los derechos humano en el sistema de la ONU.

La iniciativa de Costa Rica aprobada por los cancilleres del grupo tiene el objetivo de despolitizar el sistema y crear un informe que describa la situación por país de acuerdo a un índice libre de sesgo ideológico, similar al Indice de Desarrollo Humano creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (FIN/IPS/ggr/mj/hd/02

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