CUBA-MEXICO: Traición, mentiras y casetes

México y Cuba, envueltos en una polémica en que no faltan acusaciones de mentiras y traiciones, han llevado al borde de la ruptura las antaño complacientes relaciones bilaterales.

El presidente cubano Fidel Castro advirtió que los vínculos con México, que en mayo cumplen un siglo ininterrumpido, podrían romperse. El gobierno de Vicente Fox respondió que continuarán a pesar de las ”mentiras y ofensas” de La Habana.

El punto crítico se alcanzó el lunes de noche, cuando Castro dio a conocer la grabación de un diálogo telefónico que mantuvo con Fox sobre su propia participación en la Conferencia Internacional sobre Financiación del Desarrollo, que se iba a celebrar ese mes en México.

El presidente cubano difundió la charla con Fox, a pesar de que ambos habían acordado que tendría carácter privado. Pero además, al final de la conversación, señalaron que había entre ellos un acuerdo de ”amigos y caballeros”.

La conversación demuestra que Castro dijo la verdad cuando afirmó que el gobierno de México le pidió que acortara su participación en la conferencia de Monterrey, que fue promovida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El mandatario cubano aseguró que Fox actuó de ese modo cediendo a la presión de Estados Unidos.

Como consecuencia, quedó claro que el gobierno mexicano mintió al rechazar esa acusación en forma reiterada.

”Lo que ha pasado es lamentable, pues revela las mentiras de lado y lado, pero sobre todo desnuda la nula ética de Castro, al grabar una conversación privada y luego difundirla en son de venganza y revancha”, opinó el experto en asuntos internacionales Jesús Velasco, del Instituto Tecnológico Autónomo de México.

La conversación fue dada a conocer luego que México apoyara el viernes una moción crítica hacia Cuba presentada por Perú y Uruguay en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, que fue aprobada. Para Cuba, la resolución votada fue una patraña urdida por Estados Unidos.

El texto, que tuvo 23 votos a favor, 21 en contra y nueve abstenciones, reconoce los avances de Cuba en materia de derechos sociales, invita al gobierno de Castro a hacer lo mismo con los de carácter político y le propone una inspección a cargo de la oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU.

Castro pretendía obligar a México a abstenerse de votar en la comisión de la ONU con la amenaza de que, de lo contrario, divulgaría la conversación que tuvo con Fox, sostuvo el columnista Sergio Sarmiento, del diario Reforma.

El mandatario mexicano ”tomó una decisión valiente, pero costosa, y no quiso aceptar el chantaje”, añadió Sarmiento.

El enfrentamiento entre Cuba y México comenzó el año pasado, cuando La Habana acusó al canciller mexicano Jorge Castañeda de promover la condena de la isla en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Sin embargo, ésta fue la primera vez en los últimos 12 años en que no se presentó una moción de condena a Cuba en la Comisión, pero también la primera vez que una propuesta relativa a la isla fue presentada por países latinoamericanos. El órgano aprobó condenas contra La Habana todos los años desde 1990, excepto en 1998.

Los roces entre los gobiernos de Castro y Fox siguieron con la toma de la embajada de México en La Habana por personas que querían abandonar Cuba y que fueron desalojadas por la policía cubana el 1 de marzo, después de un acuerdo entre los dos gobiernos.

También hubo intercambios de acusaciones entre funcionarios, una reunión de Fox con opositores a Castro durante su visita oficial a La Habana en febrero, y acusaciones de que el gobierno mexicano había renunciado a su tradicional política internacional independiente.

Además, la tensión se agravó a causa de una serie de insultos del diario Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba, contra el canciller mexicano Castañeda, un ex militante comunista.

De la conversación telefónica entre los dos presidentes, grabada y difundida sin consentimiento del gobierno mexicano, queda claro que Fox pidió a Castro que limitara su participación en la Conferencia Internacional sobre Financiación del Desarrollo y que se abstuviera de ”agredir” a Estados Unidos o al presidente George W.Bush.

”La posición y las mentiras del presidente Fox respecto a Cuba son indignas y vergonzantes”, sostuvo el legislador mexicano Demetrio Sodi, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática.

Lo novedoso del último episodio de las relaciones con Cuba es escuchar directamente a Fox ”como el acomodador del teatro de Hollywood que no quiere gente mal vestida (Castro) en la función de gala a la que asistirá el jefe (Bush) que da buenas propinas”, sostuvo el analista Julio Hernández, del diario La Jornada.

Los vínculos de México con Cuba pasaron de tener un carácter ”epopéyico” a la normalidad de una relación entre repúblicas, ha señalado el canciller Castañeda.

Los legisladores de izquierda y del Partido Revolucionario Institucional, que dejó el gobierno en 2000, luego de ejercerlo durante siete décadas sin interrupciones, reclaman a Fox mantener la relación cordial y acrítica que México reservó tradicionalmente a Cuba.

México fue el único país de América Latina que no rompió relaciones con Cuba en la década del 60, luego del triunfo de la revolución que en 1959 llevó al poder a Castro.

En la respuesta a las últimas revelaciones de Castro, el gobierno indicó que, a diferencia de Cuba, en México ”es cierto” que hay una oposición que puede exigir y criticar al presidente, una prensa independiente y un gobierno que está dispuesto al escrutinio internacional.

”Es cierto que en México, como en la mayoría de las democracias del mundo, la grabación de conversaciones telefónicas sin el conocimiento y consentimiento de las partes está prohibida”, añadió.

”En Cuba hoy nada de eso es cierto (y) los mexicanos lo lamentamos”, reza el comunicado.

En la noche del lunes y la mañana de este martes cientos de personas se pronunciaron en diversos medios de comunicación de México, a través de encuestas o llamadas telefónicas directas sobre el último roce con Cuba.

La mayoría apoyaron al presidente Fox y a cuestionaron a Castro por falta de ética al revelar la grabación de una conversación privada.

Los últimos roces entre Fox y sus opositores en el Congreso legislativo por la relación con Cuba y la actual política internacional de México aumentaron la popularidad del gobierno de Fox, afirman diversos observadores. (FIN/IPS/dc/mj/ip/02

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