El gobierno de Colombia denunciará como acto terrorista ante el Consejo de Seguridad de la ONU el atentado del domingo en la sudoriental ciudad de Villavicencio, donde murieron al menos 12 personas y 67 fueron heridas, atribuido a las insurgentes FARC.
El presidente colombiano Andrés Pastrana dijo que el ataque, del que se responsabilizó en primer momento a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue perpetrado por unos dementes que están al mismo nivel que cualquier organización terrorista de Medio Oriente.
Informó, además, que pedirá la solidaridad de la comunidad internacional para perseguir a las organizaciones que cometen esta clase de crímenes en el país, en referencia a la denuncia que presentará su gobierno ante el Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
La fiscalía, el ejército y la policía también señalaron como responsables del atentado a las FARC, que aumentaron sus acciones armadas desde el 22 de febrero, cuando Pastrana dio por finalizadas las negociaciones de paz que llevaban a cabo ambas partes.
Todo indica que detrás del atentado estuvieron las milicias (guerrilla urbana) de las FARC y que utilizaron métodos muy parecidos a los de la ETA (la organización ilegal vasca) y del IRA (Ejército Republicano Irlandés), dijo el comandante de la policía, general Luis Gilibert.
Portavoces policiales y militares indicaron que el ataque perpetrado el domingo por la madrugada estaba dirigido a las instalaciones de la cadena radial Super, por haber divulgado avisos publicitarios del candidato presidencial Alvaro Uribe, del movimiento Primero Colombia.
Uribe, un disidente del opositor Partido Liberal, encabeza las encuestas de intención de votos con vista a la primera vuelta de las elecciones presidenciales de mayo gracias a su prédica de reducir con las armas a la guerrilla.
En las últimas semanas la guerrilla ha venido amenazando a los ciudadanos, para que no voten por mí, y a las emisoras radiales con coches bomba si transmiten mis mensajes y publicidad, dijo Uribe este lunes a la radioemisora Caracol.
Por su parte, Francisco Santos, compañero de fórmula presidencial de Uribe, apuntó que el ataque forma parte de la campaña de persecución que han emprendido las FARC contra su movimiento pluripartidista, que expertos señalan es apoyado por paramilitares de derecha.
Santos aseguró que los insurgentes han advertido a los habitantes de varios municipios del nororiental departamento de Santander y del central Cundinamarca que si votan por Uribe pueden ser asesinados, lo cual, señaló, constituye un grave atentado contra la democracia.
El coche bomba cargado con 100 kilogramos de clorato de potasio estalló cinco minutos después de que explotara un artefacto de bajo poder, colocado a modo de señuelo en un sector de diversiones conocido como zona rosa.
Centenares de personas departían en ese momento en los bares y restaurantes del área, donde fueron afectados más de 60 locales comerciales, provocando ambos estallidos un gran caos por varias horas. La policía calcula los daños en unos 150 millones de dólares.
Entre las 12 personas fallecidas en el atentado había nueve menores de edad, en su mayoría vendedores callejeros de flores, maní y dulces. Se teme que aparezcan nuevas víctimas bajo los escombros que quedan aún por remover.
Varios candidatos presidenciales pidieron este lunes a Pastrana que adopte medidas extraordinarias para enfrentar la escalada de violencia.
Noemí Sanín, del gobernante Partido Conservador y quien participa en nombre del movimiento pluripartidista Sí Colombia, dijo que el Estado tiene herramientas para enfrentar a los violentos, como la declaratoria de conmoción interior y el estatuto antiterrorista, que no se está utilizando.
A su vez, Luis Garzón, postulante del izquierdista movimiento Polo Democrático, reclamó la creación de una comisión humanitaria de la ONU para contrarrestar la ola de atentados que afronta el país.
Garzón dijo a IPS que Colombia está enfrentando un vacío de poder y una barbarie absoluta, que deja sin protección a la población civil.
Los organismos de seguridad iniciaron este lunes, a través de los medios de comunicación, una campaña de instrucción a la ciudadanía sobre cómo proceder en sus viviendas o trabajo en caso de amenazas de bomba.
Así mismo, una fuente militar que pidió no ser identificada señaló a IPS que este martes se divulgará internacionalmente una publicación con los registros gráficos de los atentados cometidos por la guerrilla en los últimos tres años, que lleva el título de Bajo los escombros del Terrorismo.
El material, que será distribuido en las embajadas y consulados de los países con presencia en Colombia y entre los grupos humanitarios, servirá también como prueba para la fiscalía con el fin de denunciar los reiterados ataques de guerrilleros de izquierda y de paramilitares derechistas.
La publicación gubernamental asegura que los guerrilleros y los paramilitares han llevado a cabo 217 ataques contra poblaciones, 1.500 edificaciones fueron destruidas y cerca de 2.000 familias resultaron afectadas. (FIN/IPS/yf/dm/ip/hd/02
