La industria cinematográfica de India, la más prolífica del mundo, quiere conquistar al público internacional sin sacrificar los elementos tradicionales de su cine, la música y la danza.
Las películas indias suelen ser criticadas por su excesivo apego a las fórmulas tradicionales y por las constantes escenas con canciones y danza, aún en las historias más dramáticas. No obstante, cada año suman más espectadores, lo que permite al país seguir siendo el mayor productor anual de filmes.
Este éxito es resultado de una campaña puesta en marcha por los principales productores de Bollywood, como se conoce al corazón de la industria fílmica, en la occidental ciudad de Mumbai (ex Bombay).
La tercera edición de los Premios Internacionales de la Academia del Cine Indio, una suerte de premios Oscar de Bollywood, se celebró el 6 de este mes en el balneario malasio de Genting Highlands, a 50 kilómetros de Kuala Lumpur.
El filme Leva (Laagan) fue el gran ganador de la noche al llevarse nueve premios, entre ellos los de mejor película, mejor director, mejor actor protagónico y mejor director musical.
El año pasado, los premios se entregaron en la noroccidental ciudad sudafricana de Sun City y en 2000 en el teatro Millennium Dome de Londres.
La idea de que la ceremonia se realice en el exterior procura atraer públicos e inversores internacionales, explicaron los organizadores.
Los productores de Bollywood creen que cine puede atraer miles de millones de dólares a la economía nacional en los próximos 10 años, si se redoblan esfuerzos para expandir su prestigio a todo el mundo.
Malasia es uno de los países donde la cinematografía india pisa fuerte. Desde su estreno en enero, Leva continúa llenando salas y encabeza la lista de las 10 películas más vistas de este año.
El mundo se está dando cuenta de que el cine indio no es sólo música y danza. Es mucho, mucho más que eso. Ahora se abre una frontera y comienza una ofensiva mundial, afirmó el actor indio Amitabh Bachchan.
El año pasado, las películas indias recaudaron 200 millones de dólares en las salas de exhibición internacionales, muy por encima de los 10 millones que obtenían hace apenas un decenio.
El ministro de Turismo de Malasia, Abdul Kadir bin Sheik Fadzir, expuso su propia teoría sobre el impacto del cine indio en su país, donde la población de ese origen constituye apenas 10 por ciento de los 22 millones de habitantes.
El asunto de la mayoría de las películas indias son los valores familiares. Los asiáticos somos por naturaleza muy emotivos. Por eso estas películas tienen tantos seguidores en Malasia, afirmó al inaugurar la ceremonia de premiación.
Pero muchos cinéfilos temen que la campaña de promoción obligue a Bollywood a compromisos que transformen por completo la industria, privándola de sus características tradicionales.
Eso no ocurrirá nunca, pues las canciones, las danzas y los vestidos multicolores han formado parte de la cultura india por siglos y seguirán presentes en el cine, aseveró el director de Leva, Ashutosh Gowariker, en un seminario celebrado en Genting Highlands.
Todas mis películas requieren de ese aspecto, sostuvo.
Cuando introduzco canciones, doy sentido a la historia, movimiento a la historia de amor. La música hace que la gente se enamore de los personajes, dijo por su parte el aclamado director Kara Johar, creador de la exitosa obra A veces eufórico, a veces melancólico (Kabhi khushi kabhie gham).
Es posible que en los próximos cinco años la música no tenga el mismo papel, pero los aspectos tradicionales seguirán siendo los mismos, afirmó Johar.
Estamos orgullosos de ser indios y estaremos siempre vinculados a nuestro cine. Cantaremos y bailaremos hasta el fin de nuestra carrera, añadió.
Otros afirman que es Hollywood el que se está pareciendo a Bollywood, y no al revés, como lo prueba el filme músical Moulin Rouge, protagonizado por Nicole Kidman e Ewan McGregor y postulado en el rubro de mejor película en la última entrega de los Oscar.
Bollywood ya invadió el vecindario londinense de West End, la zona teatral más importante de Gran Bretaña, donde el compositor Andrew Lloyd Webber, autor de las comedias musicales Cats, El fantasma de la ópera y Evita, prepara el estreno en junio de una obra titulada Sueños de Bombay.
La música de esa pieza teatral es del compositor indio A. R. Rahman, y su protagonista será la actriz Dalip Tahil, quien ha actuado en decenas de filmes indios.
Bachchan confía en que la industria fílmica de su país logre alcance internacional sin perder sus características. Necesitamos que la gente se acostumbre a ver nuestro cine, y creo que eso es lo que está ocurriendo, concluyó el actor. (FIN/IPS/tra- eng/ks/ccb/js/rp/dcl/cr/02