La justicia de Francia reabrió la investigación sobre el contrabando de armas rusas a Angola en los años 90, en medio de la guerra civil de 26 años que concluyó el jueves con la firma de un acuerdo de paz.
Los investigadores creían que el contrabando de armas a Angola a través de Francia se llevó a cabo en 1993 y 94. Pero nuevas pruebas demuestran que el desvío se extendió hasta 2000.
Los fiscales Isabelle Prèvost-Desprez y Phillipe Courroye acusaron la semana pasada al traficante de armas Pierre Falcone y a su socio ruso y prófugo Arcadi Gaydamak, de suministrar ilegalmente armas procedentes de Rusia y otros países de Europa oriental al gobierno de José Eduardo dos Santos hasta el año 2000.
El hijo del ex presidente de Francia François Mitterrand (1981- 1995), Jean-Christophe Mitterrand, fue quien vinculó a Falcone con el gobierno de Angola, en guerra contra la rebelde Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), de Jonas Savimbi, muerto en una emboscada en febrero pasado.
Mitterrand, entre 1986 y 1992 asesor especial sobre asuntos africanos del gobierno de su padre, presentó a Falcone y Dos Santos en 1993, cuando ya no ejercía el cargo, tras recibir a un enviado angoleño que le solicitó ayuda para conseguir armamento.
Mitterrand, detenido y acusado de uso indebido de influencias, admitió haber recibido 1,8 millones de dólares como dotación por asesoramiento estratégico y geopolítico, y permaneció tres semanas en prisión, entre diciembre de 2000 y enero de 2001, antes de ser liberado mediante el pago de una fianza.
Sin embargo, su situación procesal aún está pendiente del veredicto final del caso.
Luego de las primeras investigaciones, Falcone y Gaydamak fueron acusados de desviar armamento ruso y de Europa oriental al gobierno angoleño por valor de 633 millones de dólares.
Falcone permaneció en prisión durante un año y fue liberado en diciembre tras el pago de una fianza. Gaydamak, también requerido por la justicia, escapó a Israel.
Pero la fiscalía asegura contar con nuevas pruebas según las cuales ambos traficantes entregaron a Luanda otro cargamento de por lo menos 100 millones de dólares.
En un memorándum en poder de los investigadores, Falcone afirmaba que Gaydamak había obtenido una promesa en Rusia de proveer material por 1.000 millones de dólares. Los fiscales obtuvieron órdenes de pagos bancarios fechadas hasta el 6 de julio de 2000.
Otros documentos obtenidos en la oficina de Falcone en París incluyen cartas enviadas por el jefe del Ejército de Angola, general Manuel Helder Vieira Dias, conocido como Kopelipa.
En una misiva, Kopelipa reclamaba datos precisos sobre la entrega de materiales y en otra pedía a Falcone que entregara el material en condiciones operativas. Una tercera carta afirmaba que la situación exige que tengamos los materiales tan pronto como sea posible.
Los investigadores estiman que Kopelipa se refería a la entrega de armas y que la situación mencionada era el renovado brío del combate en 1998 entre los rebeldes de la Unión Nacional por la Independencia Total de Angola (Unita), de Jonas Savimbi, y el gobierno socialista de Dos Santos.
La guerra civil estalló en el país rico en petróleo y diamantes, apenas después de alcanzada la independencia de Portugal, en 1975. Las primeras entregas de armas rusas, en 1993 y 94, coincidieron con una importante ofensiva de Unita.
Tras la muerte en combate de Savimbi el 23 de febrero, la dirigencia de Unita firmó el jueves un acuerdo de paz con el gobierno en una ceremonia en el edificio del parlamento, a la que asistieron gobernantes de la región y representantes de países europeos, Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas.
Los acusados cuestionaron la jurisdicción de la justicia francesa, sobre la base de que las armas no pasaron por ese país, y sostuvieron que las ventas fueron legales, pues se trató de adquisiciones directas de un estado soberano.
Pero los fiscales arguyeron que la empresa de comercio exterior de Falcone, Brenco, tiene sede en París y todos los documentos sobre las operaciones fueron firmados en la capital francesa.
Ambos traficantes se ocupaban de áreas diferentes, según la acusación. Falcone administraba las relaciones comerciales en Francia, mientras Gaydamak cultivaba contactos con la industria de armamentos en Rusia y otras repúblicas ex soviéticas.
El gobierno angoleño ofreció protección a ambos negociantes, que tienen importantes intereses comerciales en el país africano, y les suministró calidad de diplomáticos.
La investigación también alcanza a la deuda que el gobierno de Dos Santos tenía con Moscú.
Tras una negociación que se llevó a cabo entre 1996 y 2000, 5.000 millones de dólares de deuda se redujeron a 1.500 millones a ser devueltos en un plazo de 15 años, gracias a la mediación de la empresa Abalone Incorporated, propiedad de Falcone y Gaydamak, sostiene la acusación.
Los investigadores creen que el acuerdo condujo a un importante desvío de fondos, pues Rusia apenas ha recibido hasta ahora pagos por 161 millones de dólares de los 773 millones entregados por el gobierno de Angola a Abalone. (FIN/IPS/tra-eng/jg/ss/dcl/ip/02