La seguridad aérea luego de los atentados en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001 concentra la atención de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE), la más importante de su tipo en América Latina, inaugurada este lunes en Chile por el presidente Ricardo Lagos.
La décimo segunda versión de FIDAE cuenta con la participación de 222 empresas ligadas a los diferentes rubros aeronáuticos y espaciales, que sellarán hasta el viernes negocios por unos 300 millones de dólares, según cálculos preliminares de la Fuerza Aérea de Chile, organizadora de la muestra.
La FIDAE es considerada la exposición y ronda de negocios aeronáuticos más importante de América Latina, y se la ubica entre las cinco principales del mundo, por el tamaño de la muestra y los negocios que facilita.
Las mayores ferias aéreas a nivel mundial son Le Bourguet, de Francia, Fanborugt, de Gran Bretaña, y la Asian Air Space, de Singapur.
El comandante en jefe de la Fuerza Aérea, general Patricio Ríos, destacó el carácter comercial y científico de esta exposición bienal, nacida durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).
Organizaciones pacifistas y ambientalistas insistieron, sin embargo, en el carácter armamentista de la muestra, que atrae tanto a representantes de la aviación comercial como militar.
El presidente de la filial chilena del Servicio Paz y Justicia, Luis Cárdenas, calificó a FIDAE de un obsceno mall (centro comercial) del armamentismo.
Siempre la FIDAE ha sido un mall del armamentismo que provoca a toda la región (latinoamericana) a adquirir las novedades que tiene la tecnología de la guerra, insistió el dirigente pacifista.
Esta feria muestra una opulencia destructiva en momentos que muchos chilenos tienen graves problemas económicos, sostuvo Cárdenas.
Para Luis Mariano Rendón, director de la Coordinadora Ecologista, FIDAE 2002 será nuevamente una fuente de alta contaminación acústica, que afectará sobre todo a los habitantes del oriental municipio capitalino de Los Cerrillos, donde se realiza.
Responsables de la Fuerza Aérea sostuvieron que se adoptaron una serie de medidas preventivas y de mitigación de los ruidos que originan los vuelos demostrativos de las aeronaves comerciales y de combate que se exhiben.
Si este ruido fuera para un fin loable, lo aguantamos (soportamos), pero para promover el armamentismo no hay ninguna justificación, dijo Rendón.
En rigor, esta nueva versión de FIDAE cuenta con una menor presencia de aviones de combate y de insumos para naves de guerra, manteniendo así una tendencia que se comenzó a manifestar hace cuatro años.
Hasta comienzos de los años 90, ya restablecida la democracia en Chile, la feria siguió siendo un vasto muestrario de equipos militares, no sólo aéreos, sino también para fuerzas terrestres, así como de implementos antimotines para represión callejera.
Este año, el eje de las ofertas, así como de los seminarios técnicos que acompañan la feria está puesto en la seguridad, como consecuencia de los atentados suicidas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
La seguridad en los aeropuertos es una de las principales áreas de innovación tecnológica motivada por los ataques suicidas en aviones de pasajeros secuestrados con las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York y el edificio del Pentágono, sede del Departamento de Defensa, en Washington.
El impacto de este acontecimiento influyó también en un mayor desarrollo de aeronaves privadas para altos ejecutivos, quienes podrán contar con sus propios equipos de seguridad y a la vez ahorrarse los mayores tiempos de espera dispuestos ahora para los vuelos comerciales.
La renovada oferta de los ahora llamados aviones corporativos está presente en FIDAE a través de aparatos desarrollados por empresas de Chile, Estados Unidos, Francia, Brasil y Canadá.
Otra de las grandes novedades de esta feria es el Airbus 340- 600, fabricado por el consorcio europeo del mismo nombre, que es el avión de pasajeros más largo del mundo.
En términos de aviación militar, las naves más avanzadas son presentadas por Estados Unidos, con el bombardero B-1 y el avión de combate F-16.
Los Mirages de Francia, los Mig rusos o los Gripen de Suecia, que en versiones anteriores de la feria competían con las naves de combate estadounidenses, no llegaron en esta oportunidad.
Estados Unidos es el país con mayor presencia en la FIDAE, con 54 de las 222 empresas expositoras. La siguen Chile, con 33, y Rusia y España, con 17 empresas cada una.
El Estado chileno no aporta fondos para esta muestra, que se financia a través de los arriendos que la Fuerza Aérea cobra a las empresas expositoras en los espacios habilitados en el antiguo aeropuerto de Los Cerrillos.
Los ejecutivos de empresas aeronáuticas y de otros rubros ligados a esta muestra, que visitan Chile en estos días, gastan en total entre 35 y 45 millones de dólares, según cálculos del sector hotelero y operadores turísticos. (FIN/IPS/ggr/mj/tr if/02
