AMBIENTE-AMERICA DEL NORTE: Campaña contra maíz transgénico

Organizaciones ecologistas y de consumidores de América del Norte iniciaron este miércoles una semana de protestas contra la presunta contaminación genética de maíz mexicano, expuesta en un cuestionado estudio científico.

La investigación, publicada en noviembre por la revista científica británica Nature, aseveraba que variedades nativas de maíz recogidas en el sudoriental estado de Oaxaca, una región considerada centro mundial de diversidad del maíz, mostraban trazas de material genético modificado en laboratorio.

Pero en su edición de la semana pasada, Nature admitió que no debió haber publicado la investigación. Aunque los editores no cuestionaron las conclusiones, criticaron la calidad del estudio y su presunción de que el material genético modificado puede actuar de forma impredecible.

El principal responsable de las críticas, Matthew Metz, científico de la Universidad de Washington, calificó el trabajo como ”un testamento de incompetencia técnica” y ”misticismo disfrazado de ciencia”.

Los autores del estudio, el microbiólogo y ecólogo Ignacio Chapela, de la Universidad de California, y su asistente, David Quist, subrayaron que el gobierno de México llevó a cabo estudios similares en dos estados, que corroboraron sus hallazgos.

Los científicos manifestaron confianza en sus conclusiones, aunque reconocieron algunos errores técnicos.

”Hicimos los controles, hallamos transgenes que no debían estar allí, y entonces fuimos maliciosamente atacados por personas a las que no agradaron nuestras respuestas”, dijo Chapela.

Los organismos transgénicos o genéticamente modificados (OGM) son obtenidos en laboratorio mediante la introducción de genes de otras especies animales o vegetales en el material genético original, con el propósito de mejorar sus características.

A través de la llamada ”técnica de paquete” se introducen así mismo virus o bacterias como vectores de los genes agregados. No existen estudios científicos concluyentes sobre los efectos de los transgénicos en el ambiente o la salud.

La investigación publicada por Nature halló en el maíz recogido en dos localidades de Oaxaca, rastros del virus del mosaico de la coliflor —utilizado como vector para conducir la actividad de los genes insertados— y otras muestras de OGM.

Las protestas se llevarán a cabo frente a la embajada de Estados Unidos en México, y las sedes de las bolsas de comercio de cereales de la septentrional ciudad de Chicago, en Estados Unidos, y la meridional Winnipeg, en Canadá.

Aunque se desconoce el origen de la contaminación, los activistas la atribuyen a las importaciones de maíz procedentes de Estados Unidos, donde casi 40 por ciento de las variedades plantadas de ese cereal son transgénicas.

”La contaminación amenaza la integridad genética del maíz, uno de los cultivos alimenticios más importantes del mundo, y la seguridad alimentaria de millones de personas en las Américas”, afirmaron la Asociación de Consumidores Orgánicos (OCA), Global Exchange y Alerta por Alimentos Genéticamente Modificados.

México no permite la plantación de maíz transgénico, pero autoriza la importación de alimentos con OGM.

”Esta campaña continental sin precedentes marca el inicio del fin del comercio desleal que la industria biotecnológica ejerce sobre los consumidores y el ambiente”, sostuvo el director de OCA, Ronnie Cummins, con sede en el septentrional estado estadounidense de Minnesota.

Hace dos años, la variedad de maíz transgénico StarLink, aprobado en Estados Unidos sólo para consumo animal por su potencial alergénico en humanos, contaminó el maíz utilizado en la fabricación de 300 productos alimenticios, que debieron ser retirados del mercado.

La contaminación de cultivos tradicionales también se registró en otros países. En India se hallaron cientos de hectáreas de algodón transgénico, aún cuando el gobierno no había autorizado su plantación.

Agricultores orgánicos de Canadá iniciaron una demanda contra plantadores comerciales, cuyos cultivos transgénicos contaminaron sus plantaciones de canola orgánica.

El movimiento ecologista demanda a los gobiernos y empresas de alimentos que retiren del mercado todos los productos con maíz modificado.

La coalición Alerta por Alimentos Genéticamente Modificados planifica otra ronda de protestas que se llevarán a cabo entre el 17 y el 22 de este mes contra la compañía de alimentos Kraft Foods.

La organización encargó a un laboratorio independiente que examinara varios productos de Kraft, en los que se hallaron maíz y soja modificados, incluyendo el cereal Post Blueberry Morning, Boca Burgers y Stove Top Stuffing.

”Existe un firme consenso mundial de expertos médicos, científicos y gubernamentales sobre la seguridad de los cultivos biotecnológicos. Si creyéramos que esos ingredientes constituyen algún riesgo, pueden estar seguros que no estarían en nuestros alimentos”, dijo en febrero el portavoz de Kraft, Michael Mudd.

”Este es un esfuerzo de organizaciones de base por informar al público que está consumiendo alimentos modificados y para reclamar a Kraft que retire esos ingredientes”, explicó el activista Matt Rand, integrante del National Environmental Trust. (FIN/IPS/tra- eng/dk/aa/dcl/en cr/02

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