El 1 de Mayo se convirtió en un día de nostálgica celebración, más que de lucha, para los trabajadores del mundo en general, en especial en América Latina.
Las asociaciones de grandes y medianos productores rurales de Argentina convocaron a una paralización de actividades por una semana, a iniciarse el domingo 28, en demanda de ayuda para superar la crítica situación que afronta el sector.