ZIMBABWE: Elecciones serán libres y limpias según Sudáfrica

El gobierno de Sudáfrica sostiene que las elecciones que se prevé realizar en Zimbabwe este sábado y el domingo serán libres y limpias, aunque observadores electorales sudafricanos han sido testigos y víctimas de actos de violencia.

El presidente sudafricano, Thabo Mbeki, invocó la historia de su propio país para afirmar que su par de Zimbabwe, Robert Mugabe, dará garantías democráticas a los comicios.

Mbeki señaló que unas 1.000 vidas se perdieron durante la campaña electoral para la primera elección democrática en Sudáfrica, en 1994, y que de todos modos los comicios siguieron su curso y el resultado fue incuestionable. Lo mismo es posible en Zimbabwe, alegó.

El nivel de intimidación y violencia política en Zimbabwe aumentó en forma sensible en los últimos tiempos, pero el número de muertos no es comparable.

Sin embargo, las autoridades de Sudáfrica manifestaron su preocupación ante denuncias de torturas, golpizas y ataques contra integrantes del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC, por sus siglas en inglés) zimbabwense.

Esa actitud concuerda con la política de diplomacia silenciosa de Pretoria en relación con Harare y su respaldo al Frente Patriótico de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe (ZANU-PF, por sus siglas en inglés), liderado por Mugabe.

Representantes de la sociedad civil sudafricana tienen una opinión diferente.

«Los procesos electorales son el primer paso para asegurar la democratización. ¿Cómo puede haber consolidación democrática, si los países de Africa austral no respetan las elecciones?», preguntó Shauna Mottiar, del Instituto Electoral de Sudáfrica.

Cuando un partido de gobierno «controla y manipula la maquinaria estatal» con fines electorales, el proceso se contamina, enfatizó.

El experto consideró que las leyes de seguridad y restricción de los medios de comunicación aprobadas por el ZANU-PF antes de las elecciones equivalen a manipulación, aunque no han sido aplicadas por completo.

Cuando los primeros observadores sudafricanos llegó a Harare el mes pasado, dierom señales de que no se proponían prestar atención a aspectos negativos, y eso los hizo objeto de sátiras en Sudáfrica y Zimbabwe.

«Hemos sido abrumados por la cálida recepción de todos los sectores de la sociedad de Zimbabwe desde nuestra llegada», dijo el jefe de la misión, Sam Motsuenyane, cuyo equipo fue honrado con un banquete oficial.

Menos de dos semanas después, la recepción ya no era tan cálida, y el jefe de los observadores sudafricanos optó por alabar el refuerzo de medidas de seguridad con que las autoridades de Zimbabwe los custodiaban a su equipo, atrapado en la violencia entre simpatizantes del ZANU-PF y el MDC.

No habían pasado siete días de la llegada cuando dos de los observadores, Bethuel Setai y Eleazar Maahle, vivieron momentos difíciles cuando una oficina del MDC que visitaban fue atacada.

En estado de pánico, informaron por sus teléfonos celulares que simpatizantes del partido de gobierno les arrojaban piedras. Ambos lograron salir ilesos, a diferencia de cinco miembros del MDC que resultaron heridos.

Días después, integrantes del equipo volvieron a quedar atrapados en un enfrentamiento tras un acto del partido gobernante.

Tras esos inicidentes, Sudáfrica publicó informaciones sobre la pasividad de la policía de Zimbabwe y manifestó su preocupación por diversos aspectos del proceso electoral con mayor frecuencia, pero el portavoz de la cancillería sudafricana, Ronne Mamopea, dijo que no se considera el retiro de la misión.

De hecho, organizaciones humanitarias urgieron a las gobiernos de Africa austral a aumentar el número de observadores en Zimbabwe para compensar la partida de la misión de la Unión Europea, expulsada por Mugabe la semana pasada.

La actitud de Pretoria ante el ZANU-PF se debe en parte a que éste comparte con el gobernante Congreso Nacional Africano de Sudáfrica antecedentes de lucha contra la dominación colonial, y ambos tienen mala opinión de los dirigentes del MDC por no haber participado en esa lucha.

«Hay una campaña contra el presidente Mugabe y el ZANU-PF, y esperamos que a medida que nos acercamos a los comicios eso se detenga, para que los habitantes de Zimbabwe elijan a quien deseen», dijo hace dos semanas el vicecanciller sudafricano, Aziz Pahad.

El analista político sudafricano Greg Mills alegó que el país presta un mal servicio a Zimbabwe con su enfoque «blando», y que debería manejar la amenaza de sanciones si las elecciones no son libres y limpias, a lo cual Pretoria se opone por completo.

Los países de la Comunidad para el Desarrollo de Africa Austral deberían aplicar sanciones «inteligentes» al gobierno de Mugabe, mediante recortes de crédito y de abastecimiento de petróleo, electricidad, telecomunicaciones y servicios de transporte, sostuvo. (FIN/IPS/tra-en/fk/mn/lp-mp/ip hd/02

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