La experiencia de Cuba en la lucha contra el dengue es la nueva arma del estado de Río de Janeiro para enfrentarse a esa enfermedad, cuya rápida propagación ha dado lugar a una epidemia sin precedentes en su tipo en Brasil.
El secretario de Ciencia y Tecnología de Salud de Cuba, Eric Martinez Torres, participa esta semana de numerosas reuniones, cursos y charlas, para transmitir las lecciones aprendidas por su país, que logró resistir brotes de dengue hemorrágico desde los años 80 con el mínimo de muertes.
El diagnóstico precoz y el buen tratamiento evitan muchas muertes, observó Martínez Torres. El escaso conocimiento de la población sobre el dengue puede ser un factor negativo, pues varios enfermos postergan la búsqueda de atención médica.
En la ciudad de Río de Janeiro ya se comprobaron, desde el inicio del año hasta este martes, 49.149 casos de dengue, 435 de los cuales presentaron la forma hemorrágica. El total de 29 muertos puede aumentar, pues resta la confirmación de la causa de decenas de otros decesos.
Las cifras oficiales no reflejan la realidad, reconocen todos, porque muchos enfermos no se notifican a los centros de control. Las proyecciones más moderadas señalan que hay cuatro casos por cada uno notificado.
Las faltas al trabajo en comercios justificadas por el dengue que maneja la Asociación Comercial de la ciudad de Río de Janeiro indican que diez por ciento de los empleados se contagiaron.
Si la misma proporción se aplica a la población total de la ciudad, de seis millones de habitantes, podría haber 600.000 afectados por dengue.
La verdadera magnitud de la epidemia se reveló el mes pasado, cuando cayeron enfermos varios actores de la principal telenovela que presenta la red Globo, «El clone», complicando la producción. Fueron los casos de Stenio García, que interpreta a un musulmán, y Reginaldo Farias, cuyo personaje en la telenovela es un empresario.
Las autoridades sanitarias aprovecharon la notoriedad de esos y otros actores para la campaña de movilización y de información contra el dengue.
La intensidad del brote es atribuida a la expansión del virus tipo 3 del dengue, cuya presencia en Brasil se identificó por primera vez en diciembre de 2000, y al aflojamiento el año pasado del combate contra el mosquito transmisor, el Aedes aegypti.
La aparición de un nuevo virus siempre provoca brotes, pues la población no cuenta con defensas naturales para resistirlo, explican los expertos. Así ocurrió en 1991 en Brasil, al llegar el virus 2, que fue causa también de una fuerte epidemia.
Hay cuatro tipos de virus de dengue conocidos. Investigadores brasileños temen que el único aún ausente, el número 4, ingrese en el país en los próximos años, provocando una nueva epidemia. Su presencia ya fue comprobada en países vecinos, como Colombia y Venezuela, y el flujo actual de viajeros favorece el contagio internacional.
El cubano Martínez Torres, también consultor de la Organización Panamericana de Salud (OPS), sostuvo que ese riesgo no es inmediato ni tan grave como se teme, asegurando que la propagación de ese último tipo de virus del dengue es lenta.
Hace dos semanas estuvo también en Río de Janeiro, transmitiendo sus experiencias, otra experta cubana, la bióloga Grisel Montero, que ha dedicado 30 años de su vida a combatir los mosquitos transmisores del dengue y de la malaria.
Montero, integrante del directorio de Labiofam, una empresa farmacéutica del Estado cubano, aconsejó la prevención permanente, durante todo el año, para destruir los huevos del Aedes aegytpi, que pueden sobrevivir por más de un año y convertirse en larvas y mosquitos cuando llueve.
La bióloga explicó en Brasil el uso de biolarvicidas, gusanos que atacan las larvas del Aedes aegypti, exterminándolas. Se trata de un arma cubana que ya se aplica en Nueva Iguaçú y Niteroi, dos ciudades de la región metropolitana de Río de Janeiro que también están severamente afectadas por la epidemia.
El mosquito del dengue desarrolló resistencias a los venenos químicos, y es preciso entonces el control biológico, señaló la experta.
Niteroi aprovecha hace varios años experiencias cubanas en salud pública, como el programa de salud de la familia, que comprende la asistencia médica en los barrios.
El programa de salud de la familia también es importante para contener brotes de dengue, indicaron Montero y Martínez Torres.
Dos tercios de los municipios de Brasil ya cuentan con médicos y agentes sanitarios de familia. Pero aún son escasos, especialmente en las grandes ciudades, para tener un papel decisivo en las situaciones de emergencia como la que ahora vive Río de Janeiro.
El dengue afecta este año especialmente a Venezuela, Brasil Cuba y varias naciones de América Central y el Caribe.
Según la OPS, el dengue era considerado un problema de salud pública de Asia, mas no de América Latina, hasta que en 1981 Cuba fue escenario de la primera epidemia grave en la región.
El Aedes aegypti puede vivir dentro de los hogares en toda clase de recipientes con agua limpia (donde pone sus huevos), en lugares oscuros o húmedos y en patios y jardines, lo que hace imprescindible la cooperación de la comunidad para lograr su control y erradicarlo. (FIN/IPS/mo/ff/he/02