/REPETICION/COMERCIO: Beligerantes no ceden posiciones en guerra del acero

Negociadores comerciales de Estados Unidos entablaron las primeras conversaciones con representantes de la Unión Europea, Brasil y otros países de la OMC que cuestionan los aranceles impuestos por Washington a las importación de acero.

Los contactos iniciales terminaron sin resultados favorables, lo que insinúa la posiblidad de un prolongado conflicto, estimaron fuentes comerciales en esta ciudad suiza, sede de la OMC (Organización Mundial del Comercio).

El detonante del pleito fue el aumento de aranceles y cuotas impuestos el 5 de este mes por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a la importación de ciertos productos de acero procedentes de al menos ocho países.

Los derechos aduaneros anunciados por Bush, que oscilan entre ocho y 30 por ciento y entran en vigor desde este miércoles, tienen la finalidad de sostener a la industria siderúrgica estadounidense.

Entre los afectados por la decisión figuran la Unión Europea (UE), Australia, Brasil, China, Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda y Noruega.

Las consultas entabladas este martes en Ginebra constituyen la primera instancia del procedimiento previsto por el Organo de Solución de Diferencias de la OMC para la solución de litigios comerciales entre las partes.

La UE, que calcula los perjuicios que le ocasionará la decisión estadounidense en 2.000 millones de dólares, recurrió ante el tribunal de la OMC.

Las normas procesales de la OMC contemplan un periodo de 60 días desde la presentación de la demanda para que las partes se avengan a un entendimiento en consultas bilaterales.

Si esa alternativa fracasa, la parte demandante puede solicitar la constitución de un grupo especial (panel) para que emita un dictamen.

En el primer encuentro formal participaron la representante comercial adjunta de Estados Unidos, Florizell Liser, y el director de la UE para la solución de diferencias y las barreras comerciales, Ignacio García Bercero.

La negociadora estadounidense declaró a la agencia suiza ATS que su país examinará en detalle las solicitudes de compensación presentadas por la UE. Pero la posición de Washington no ha cambiado, precisó la funcionaria.

Fuentes diplomáticas estimaron que las conversaciones han arribado a un bloqueo porque ninguna de la partes ha cedido en sus pretensiones.

Estados Unidos estimó que los aranceles impuestos al acero se ajustan a las normas establecidas por la OMC para la adopción de medidas de salvaguardia en caso de que se produzca un aumento considerable de las importaciones.

Los europeos sostuvieron que las dificultades que atraviesa la siderurgia estadounidense no son atribuibles a las importaciones, que desde 1998 disminuyeron 33 por ciento, sino a la ineficiencia de las compañías del sector.

La industria siderúrgica de Estados Unidos sobrevive merced al apoyo de unas 200 medidas antidumping (contra la competencia desleal de precios), subvenciones y salvaguardias dispuestas por el gobierno, aifrmó la UE.

Funcionarios de Brasil, otro de los países perjudicados por las salvaguardias estadounidenses, sostuvo también este martes consultas con los representantes de Washington.

Japón, que mantuvo conversaciones informales con Estados Unidos la semana pasada, aguarda la entrada en vigor de los nuevos aranceles para iniciar acciones judiciales ante la OMC, según informes procedentes de Tokio.

La protección de Estados Unidos a su acero causó preocupación entre los representantes comerciales en Ginebra, que prevén la posibilidad de que el litigio se transforme en un conflicto de proporciones.

El director general de la OMC, el neocelandés Mike Moore, reconoció tácitamente que las reglas del sistema multilateral de comercio aceptan la adopción de salvaguardias en casos especiales.

Pero los negociadores no ocultan en Ginebra su inquietud por lo inoportuno del entredicho, surgido en las vísperas del inicio de la nueva ronda de negociaciones multilaterales para profundizar la liberalización del comercio, acordado en noviembre en la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en Doha.

La secretaria de la Cámara Internacional de Comercio, María Livanos Cattaui, sostuvo que la decisión estadounidense constituye una distorsión de las reglas del libre comercio.

Pero también la UE concede subvenciones agrícolas y esa situación no es diferente a la suscitada con el acero, aceptó la empresaria. Livano Cattaui desaconsejó el conflicto porque, previno, «una guerra comercial no es buena para nadie».

Tampoco es partidario de una solución judicial del diferendo el futuro director general de la OMC, el tailandés Supachai Panitchpadki, quien asumirá esas funciones el 1 de septiembre.

Supachai sostuvo que un dictamen del Organo de Solución de Diferencias no resolverá los problemas que afronta el mercado mundial del acero. Lo que se requiere, aconsejó, es un acuerdo multilateral para reducir la sobreproducción, afirma.

El economista y politico tailandés propuso también la constitución de un fondo mundial que permita asumir los costos de la reestructuración de la industria en los países pobres. (FIN/IPS/pc/mj/if/02

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