Estados Unidos y Suiza obtienen más de 5.000 millones de dólares anuales por albergar en Nueva York y Ginebra a numerosas agencias de la ONU y organismos internacionales relacionados, según cifras del foro mundial.
La ONU (Organización de las Naciones Unidas) inyecta cada año 3.300 millones de dólares a la economía estadounidense y 1.800 millones a la suiza, informó a IPS Farhan Haq, portavoz de la organización.
Ese dinero se gasta principalmente en salarios del personal local, las industrias hotelera y alimenticia, y en otros bienes y servicios de ambas ciudades, que albergan los dos mayores centros de la ONU en el mundo.
Estados Unidos aporta 298 millones de dólares al presupuesto regular de la ONU. De los casi 500 millones de dólares en compras aprobadas por la Secretaría General, en Nueva York, casi la mitad son obtenidos por empresas estadounidenses.
Por cada dólar que Estados Unidos aporta al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), compañías estadounidenses reciben tres en contratos de bienes y servicios, según cálculos de la ONU.
Estados Unidos llegó a obtener 33 por ciento de los contratos relacionados con operaciones de mantenimiento de la paz, incluso raciones alimenticias, vacunas, suministros de emergencia, equipos de oficinas y vehículos militares.
Los 3.300 millones de dólares que obtiene Nueva York de la ONU generan unos 30.600 empleos, según Rudolph Giuliani, ex alcalde de la ciudad.
Además de la Secretaría General, Nueva York es sede de varias agencias de la ONU, como el PNUD, Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Población y la Oficina para Servicios de Proyectos.
Mientras, Ginebra alberga a 12 agencias y organismos relacionados, como la Organización Mundial de la Salud, la Organización Mundial del Comercio, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial para la Propiedad Intelectual y la Organización Meteorológica Mundial.
También tienen sede en Ginebra la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo y el Instituto de Investigaciones para el Desarme.
Según Le Temps, un diario suizo, uno de cada 10 trabajadores del cantón de Ginebra depende directa o indirectamente de agencias de la ONU u organizaciones no gubernamentales.
Cada año se realizan en Ginebra 2.000 reuniones internacionales que congregan a unos 120.000 delegados visitantes, agregó Le Temps.
Todos los sectores de la economía suiza se benefician de la presencia de las agencias de la organización mundial, afirmó Steve Bernard, director del Centro de Información de la ONU, en Ginebra.
El único aspecto negativo, señaló, es que los funcionarios de la ONU están exonerados de impuestos.
Sin embargo, eso cambiará pronto. Suiza, que hasta ahora tenía estatuto de observador en la ONU, votó en un referendo realizado el domingo incorporarse al foro mundial como miembro pleno, poniendo fin a su antigua política de neutralidad.
Si, como se espera, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad aceptan la solicitud de ingreso, Suiza se convertirá en el miembro número 190 de la organización mundial y deberá aportar unos 41,2 millones de dólares, incluso 32 millones para operaciones de mantenimiento de la paz.
Por ahora, igual que el Vaticano, Suiza tiene estatuto de observador en la ONU, es decir que participa pero no vota en las reuniones y conferencias.
En 1999, Suiza realizó contribuciones voluntarias por 290 millones de dólares a varias agencias de la ONU, lo que llevó el total de sus aportes a unos 331 millones.
Además de Nueva York y Ginebra, varias ciudades occidentales albergan agencias de la ONU.
En Roma, tienen sede la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola y el Programa Mundial de Alimentos.
En París, se encuentra la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); en Tokio está la Universidad de la ONU; en La Haya, la Corte Internacional de Justicia; en Londres, la Organización Marítima Internacional, y en Viena, la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Los únicos organismos de la ONU con sede en el Sur en desarrollo son el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Hábitat, ambos establecidos en Nairobi, Kenia.
La Unidad Conjunta de Inspección, un grupo observador de la ONU, exhortó en un informe publicado en 1993 a terminar con el monopolio de los países ricos sobre las agencias del foro mundial.
Todas las sedes de organismos de la ONU «están geográficamente distantes de casi 80 por ciento de las naciones en desarrollo miembros de la organización mundial», arguyó el grupo. (FIN/IPS/tra-en/td/aa/mlm/ip/02
