MADAGASCAR: Dos gobiernos y ningún poder

Dos gobiernos se disputan el poder en Madagascar, aunque ninguno lo controla, a raíz de una crisis política que se inició en las elecciones de diciembre, calificadas de fraudulentas por la oposición.

«El presidente en ejercicio (Didier Ratsiraka) se mantiene en el oriental puerto de Tamatave, su ciudad natal, mientras el autoproclamado presidente (Marc Ravalomanana) intenta ganar apoyo en la capital, Antananarivo, pero ninguno de los dos gobierna», sostuvo una fuente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La carretera que comunica Tamatave con la capital permanece bloqueada. Ratsiraka ordenó cortar el suministro de combustible y establecer un cerco que debilite al autodeclarado gobierno.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, envió una delegación al país para negociar con ambas partes una salida a la violenta crisis que provocaron las elecciones del 16 de diciembre, en las que Ratsiraka, que aspiraba a la reelección, se adjudicó el triunfo.

Ravalomanana no reconoció el resultado, alegando que el comicio fue fraudulento y a partir de entonces estallaron las protestas, agravadas por una prolongada huelga general, a las que el gobierno respondió decretando el estado de emergencia y la ley marcial.

La semana pasada, militares leales a Ravalomanana, hasta entonces alcalde de Antananarivo, tomaron la sede del Ministerio de Defensa y expandieron rápidamente su control sobre el resto de la ciudad.

Ni la ONU ni la Organización de la Unidad Africana (OUA) reconocieron al autoproclamado gobierno, que ya cuenta con un gabinete completo y exhibe el respaldo del influyente general Jules Mamizara, su ministro de Defensa.

Mientras se multiplican las denuncias de muertos y heridos en enfrentamientos entre seguidores de ambos bandos, la situación del ejército es incierta.

Según informes de prensa, efectivos militares impidieron a Ravalomanana y algunos de sus ministros ingresar la semana pasada a sus oficinas. Sin embargo, otras informaciones aseguran que 200 altos oficiales se plegaron al gobierno rebelde.

El colapso de las industrias de la capital y la falta de alimentos y combustibles provocada por el bloqueo podrían mover a los militares a intervenir para levantar el cerco.

Ratsiraka, que abandonó la capital hace varias semanas, procura gobernar desde Tamatave, a la que declaró nueva capital del país.

La delegación del foro mundial procura convencer a las partes de celebrar nuevas elecciones. Cinco de los seis gobernadores provinciales respaldan a Ratsiraka, quien sin embargo afronta una creciente presión popular para que renuncie.

Ratsiraka comandó una dictadura de 17 años, que concluyó en 1992 con la celebración de elecciones y la conformación de una Asamblea Nacional legislativa. Pero en 1997, retornó al poder por la vía de las urnas.

«Sin una nueva y controlada elección, Ravalomanana seguirá siendo un presidente ilegítimo que llegó al poder por un golpe de Estado», esimó un asesor del secretario general de la OUA, Amara Essy, al llegar a Antananarivo para evaluar la situación.

Essy cuestionó la autoproclamación del candidato opositor, pues opacó ante el mundo la victoria moral que Ravalomanana ostentaba como presunto ganador del voto popular.

Tras reunirse con ambas partes la semana pasada, al frente de un grupo de la OUA, el ex presidente de Cabo Verde, Antonio Monteiro, dijo a la prensa que el silencio público de Ratsiraka no significa un cambio de opinión.

Mientras tanto, Ravalomanana está tan confiado en la legitimidad de su mandato que no ve razón para otra elección, explicó Monteiro.

Si la crisis no se resuelve rápidamente el país perderá valiosos ingresos del turismo, que se preparaba para aprovechar un extraordinario eclipse solar, previsto para el 12 de junio.

El eclipse total del Sol podrá verse mientras la estrella cruce el arco del cielo de Madagascar, aunque también será visible en otros países de Africa austral.

Los grandes hoteles han recibido reservas desde hace un año, mientras las compañías de cruceros de placer organizan trayectos especiales para el avistamiento.

«Nadie vendrá a un país cuya capital está cercada, que tiene dos gobiernos y un ejército dividido, donde no se sabe quién toma las decisiones y quién es responsable por la seguridad», dijo un guía turístico.

Si Ravalomanana —que está pagando salarios a los funcionarios públicos— mantiene su apoyo popular y la violencia no se profundiza, la ONU y la OUA podrían propiciar un arreglo para la salida de Ratsiraka del país y la celebración de un referéndum sobre la continuidad del nuevo gobierno.

«La crisis presidencial debe resolverse según la ley, mediante elecciones o un referéndum. Es el único camino para que el nuevo gobierno obtenga legitimidad y reconocimiento internacional», sostuvo el analista político Abel Soler. (FIN/IPS/tra- eng/jh/mn/dc/ip/02

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