TRABAJO: OIT intenta desentrañar misterio de globalización

Un grupo de personalidades convocadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estudiarán fórmulas que permitan convertir la mundialización en un proceso más integrador y justo para todos.

La comisión, de 21 miembros, tendrá por objetivo último la utilización del proceso de globalización como recurso para reducir la pobreza y el desempleo e impulsar el crecimiento y el desarrollo sustentable.

La OIT espera contar con propuestas de acciones concretas para orientar y modelar ese proceso dentro de un año, cuando finalice su labor este grupo, dirigido de manera conjunta por la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, y su par de Tanzania, Benjamin Mkapa.

El gobernante tanzanio describió la mundialización como el proceso de integración de la economía internacional mediante políticas dictadas en alguna parte y que necesitan ser abordadas.

Mkapa precisó que expertos deberán informar a la comisión de dónde y cómo surgen esas políticas y quién las determina, además de explicar cómo se identifican y se adaptan esas orientaciones.

El director general de la OIT, Juan Somavía, señaló el aspecto de la mundialización más relacionado con una integración progresiva en términos económicos, impulsada por la expansión de las tecnologías de la información y de las comunicaciones.

En tanto, Halonen auguró que al cabo del año de deliberaciones la comisión llegará a un consenso, reflejado en acciones efectivas que puedan ser propuestas a la OIT, a la Organización de las Naciones Unidas y a la Organización Mundial del Comercio.

Un presupuesto elaborado en noviembre calculó que los trabajos del grupo, que tendrá su primera reunión en marzo, demandarán una erogación de 768.000 dólares.

En la creación de la comisión participó activamente un grupo de trabajo que aún funciona en la OIT, dedicado al examen de la dimensión social de la mundialización.

Somavía observó que la conformación de la comisión cristaliza un esfuerzo sin precedentes para promover el diálogo internacional en torno a ideas encaminadas a lograr que la globalización sea un proceso más integrador.

El nacimiento del grupo coincide con un momento en que el debate está dominado más bien por la polémica y por ideas preconcebidas que por el análisis de las realidades, añadió.

El proceso de la mundialización encuentra defensores acérrimos en los sectores vinculados a las empresas transnacionales, mientras que sus críticos se nuclean preferentemente en organizaciones de la sociedad civil y en grupos de tendencias diversas, incluidos partidarios de acciones directas.

Ha llegado la hora de forjar consensos y de proponer nuevas ideas sobre estos difíciles asuntos, comentó Somavía.

La comisión deberá realizar un inventario de las realidades de la globalización y describir las características principales y la dinámica del proceso iniciado dos décadas atrás.

Otra misión del organismo será examinar la percepción de la mundialización que tienen los trabajadores, los empresarios, los inversores y los consumidores.

De la misma manera, evaluarán los juicios que al respecto manifiesten la sociedad civil y la opinión pública de todo el mundo.

Los 21 miembros de la comisión examinarán el impacto de la globalización en el empleo, el trabajo decente, la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y el desarrollo.

Entre las metas fijadas figura la búsqueda de un amplio consenso sobre la problemática de la globalización, que incluye la participación de las organizaciones internacionales interesadas, así como de los gobiernos y de las instituciones que representan a trabajadores y empleadores.

Por último, la comisión de la OIT lanzará un proceso en busca de soluciones de los principales problemas planteados en la economía global, a fin de lograr la sostenibilidad de la mundialización y de promover una repartición equitativa de sus beneficios.

En el grupo, además de Halonen y Mkapa, participan el estadounidense Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001, Julio María Sanguinetti, ex presidente de Uruguay, Ruth Cardoso, esposa del presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, y Eveline Herfkens, ministra de Cooperación para el Desarrollo de Holanda.

También son miembros, entre otros, Giuliano Amato, ex primer ministro de Italia, el peruano Hernando de Soto, presidente del Instituto para la Libertad y la Democracia, John J. Sweeney, titular de los sindicatos AFL-CIO de Estados Unidos, y Aminata Traoré, de Mali, coordinadora del Foro Social de Africa. (FIN/IPS/pc/dm/lb if/02

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