SALUD-GABON: Aldeas con ébola expulsan a personal de la OMS

La muerte por ébola se propaga en la nororiental localidad de Mekambo, en Gabón, donde la población expulsó a personal médico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que intentaba establecer normas sanitarias para detener el brote epidémico.

Desde diciembre, cuando los aldeanos reaccionaron contra las medidas de aislamiento que procuraban establecer médicos de la OMS, han muerto 42 personas por la fiebre hemorrágica.

El virus del ébola, aislado en 1976 en la vecina República Democrática del Congo (ex Zaire), reapareció en la pequeña aldea fronteriza de Ntolo, a 60 kilómetros de Mekambo, hace unas semanas.

El mal, que provoca la muerte de 50 a 90 por ciento de los infectados, diezmó a una familia de cazadores pigmeos. Luego lo contrajo una enfermera de Mekambo y su hija de 14 años.

No existen vacunas ni tratamientos definitivos para combatir el ébola, que debe su nombre al río donde fue detectado. El contagio se produce por contacto directo con la sangre, secreciones, órganos o esperma del organismo infectado.

Los síntomas son fiebre, dolores musculares y de cabeza, seguidos por vómitos, diarrea y problemas renales. La enfermedad avanza hasta producir hemorragias internas y externas.

La epidemia se combate aislando y observando a las personas en contacto con el virus durante el periodo de incubación, de 21 días.

Ya que los animales también contraen la enfermedad, la OMS advierte sobre el peligro de cazar o ingerir carne de animales con conductas anormales, como aquellos que no huyen de los cazadores.

«Los equipos médicos hicieron un buen trabajo en Mekambo hasta que la población se volvió hostil», explicó el ministro de Salud Pública y Población, Faustin Boukoubi.

«Las comunidades y autoridades locales necesitan ser informadas sobre las formas de prevenir una epidemia, y deben atender las necesidades psicológicas y sociales de los pacientes y familias afectadas por el ébola», subrayó el director regional de Salud, Prosper Abessolo Mengue.

«La seguridad física de los médicos extranjeros estaba en juego, sobre todo en Mekambo», según un comunicado del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Medialuna Roja.

«Hay mucha superstición y falta de comprensión sobre lo que intentábamos hacer en la zona. Restablecer la confianza requerirá un proceso», dijo por su parte Gregory Hartl, portavoz de la OMS en Ginebra.

Nuestro principal objetivo es controlar rápidamente la epidemia e impedir que las personas infectadas se trasladen de lugar durante el periodo de incubación», dijo a IPS Obame Edou, director general adjunto de Salud.

«Nos han advertido sobre el consumo de animales de la selva, de los que no podemos prescindir. Por tanto, no podemos atender a nuestros clientes ni alimentar a nuestras familias que permanecen en el poblado. Este es nuestro principal sustento», sostuvo Isidore Nkoto, líder de una de las aldeas en cuarentena.

«Es difícil pedir tantos sacrificios a aldeanos sin educación, que suelen curarse por sí mismos y ayudar a cargar a los cuerpos de los fallecidos», explicó el médico Victor Obiang, del hospital provincial de Makokou, en Gabón nororiental.

«El control de las personas que estuvieron en contacto con el viruts es muy limitado. Como no podemos trabajar en forma eficaz en la región, no sabemos lo que está pasando», admitió Hartl.

Desde 1976, la enfermedad ha reaparecido regularmente en Africa central.

«A medida que más porciones de selva son entregados a empresas privadas, la cadena de hechos que conducen a los brotes epidémicos se vuelve cada vez más clara», afirmó Serge Akagha, presidente de Amigos de Pangolin, una organización no gubernamental

«El consumo de carne de mono, hasta hace poco limitada a ciertos pueblos de la selva, está creciendo a medida que retrocede el límite selvático», agregó.

«Las primeros animales muertos, además de los monos, fueron descubiertos en agosto por un grupo de investigadores de la Reserva de Lope. Pero las autoridades locales no reportaron las muertes de inmediato, y las autoridades nacionales no reaccionaron hasta fines de octubre», explicó Akagha.

A mediados de diciembre, autoridades sanitarias advirtieron que la epidemia se propagaba a países vecinos, pues varios pacientes abandonaron el epicentro del brote.

El epidemiólogo de la OMS para Africa central, Allaranga Yokouide, sostuvo que esencial recordar a la gente «que no toque animales muertos en la selva ni mate a aquellos que presentan una conducta anormal».

A consecuencia del brote epidémico, se impidió el viaje a la ciudad sagrada de La Meca a los peregrinos musulmanes de Gabón y la República Democrática del Congo.

Desde la aparición del ébola en 1976, se registraron 284 casos y 117 muertes en Sudán, 318 casos y 280 muertes en la República Democrática del Congo. En 1995, un nuevo brote en este país alcanzó a 315 personas, de las cuales 244 murieron.

El virus también apareció en Costa de Marfil. Gabón registró casos en 1994, y en 1996, que causaron 86 muertes. (FIN/IPS/tra- eng/al/sz/mn/dc/he/02

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