SALUD: Coalición reclama a EEUU triplicar ayuda contra el sida

Unas 200 organizaciones de asistencia humanitaria y salud urgieron al Congreso (legislativo) de Estados Unidos a triplicar la ayuda bilateral y multilateral para combatir la epidemia de VIH-sida en el mundo.

El plan presupuestal presentado al Congreso por el presidente George W. Bush prevé menos de 900 millones de dólares para el año fiscal 2003, a ser entregados al Fondo Global de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y programas bilaterales estadounidenses.

Autoridades del gobierno consideraron «tremendamente generosa» la propuesta de Bush, presentada la semana pasada, pero la coalición pidió al Congreso aumentar a 2.500 millones de dólares la ayuda estadounidense a esos programas.

«En 2007 habrá 100 millones de personas infectadas (con el virus del sida) si no se hace una inversión importante ahora», advirtió la coalición de organizaciones no gubernamentales (ONG) en una carta enviada a todos los legisladores.

«La pandemia de sida en Africa, Asia y otros continentes amenaza con desestabilizar países y socavar la seguridad mundial», se añadió en la misiva.

Las ONG tienen respaldo en el Congreso, donde el senador demócrata Richard Durbin presentó esta semana un proyecto de salud mundial llamado en inglés «Global Care Act».

De ser aprobada, la propuesta de Durbin proveería la cifra total solicitada por las organizaciones, a ser dividida en dos partes casi iguales entre el Fondo Mundial y los programas bilaterales en 2003.

Durbin citó un estudio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que vincula el sida con la «fragmentación social y política y la desestabilización en los países más afectados».

«Nuestra inversión dará buenos resultados en términos de salud pública y también en una mayor estabilidad internacional», afirmó el senador.

El Congreso deberá tratar en las próximas semanas la crisis mundial del sida, que se desvaneció en el foco de la atención pública tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington y la posterior «guerra antiterrorista» de Bush.

Miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado se reunieron en privado con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien lanzó el Fondo Global en abril de 2001 y ha destinado gran parte de su tiempo en los últimos 10 meses a pedir financiación.

La ONU estimó que cada año se necesita un mínimo de 7.000 a 10.000 millones de dólares -de fuentes bilaterales y multilaterales- para comenzar a contener la epidemia mundial de VIH-sida, causante de la muerte de unos 22 millones de personas en los últimos 20 años.

En la actualidad unos 40 millones de personas están infectadas, 70 por ciento en Africa subsahariana.

Por el momento el Fondo Global, inaugurado el pasado 1 de enero, sólo logró 2.000 millones de dólares, de los que planifica utilizar menos de la mitad este año.

Aunque Estados Unidos es el donante que brinda la mayor parte de los fondos a los esfuerzos de lucha contra el sida, activistas en este país y en el exterior acusan a Bush por el recorte de fondos.

En mayo de 2001, Washington se convirtió en el primer donante en prometer financiación para el Fondo Global, inicialmente 200 millones de dólares, con el compromiso de entregar más a medida que el programa diera muestras de su funcionamiento.

Históricamente, Estados Unidos ha brindado entre 25 y 33 por ciento de la financiación total a organismos especializados de la ONU, en base a una proporción de su producto interno bruto.

La contribución inicial al Fondo Global desalentó a los activistas y organizadores del programa, quienes temieron en un principio, y comprobaron luego, que la magra contribución de Estados Unidos sentaría la base de escasos aportes de otros donantes.

«Cuando Estados Unidos habló de sólo 200 millones de dólares, todos los demás donantes prometieron cifras bajas», dijo Paul Zeitz, codirector de la no gubernamental Alianza Global Sida (GAA), con sede en Washington.

Con el apoyo del Congreso, el gobierno de Estados Unidos agregó después 100 millones de dólares al Fondo Global, con dinero sobrante del prespuesto de ayuda al exterior de 2001. Además, Washington deberá entregar unos 500 millones de dólares más a varios programas bilaterales.

Funcionarios de la ONU y varios legisladores mantuvieron por un tiempo la esperanza de que Washington aumentara sustancialmente su contribución el año próximo, para potenciar la actividad del programa.

Pero Bush causó desilusión en este sector cuando presentó su propuesta presupuestal para 2003, que nuevamente prevé 200 millones de dólares para el Fondo Global.

«¿Le preocupa estar enviando una señal negativa a la comunidad internacional?», preguntó el demócrata Joseph Biden, presidente del Comité de Relaciones Exterior del Senado, a Tommy Thompson, copresidente, junto al secretario de Estado (canciller) Colin Powell, del programa exterior de lucha contra el sida de Estados Unidos.

«No», respondió Thompson, e insistió en que la propuesta de contribuir con 200 millones de dólares es «tremendamente generosa bajo las circunstancias que enfrentamos ahora», en referencia a la campaña militar de Estados Unidos contra Afganistán, iniciada en octubre de 2001.

«No creo que 200 millones de dólares sea un aporte adecuado a la luz de lo pedido por Kofi Annan», fue la opinión de Bill Frist, senador republicano y médico quien podría ser el elegido por Bush como candidato a la vicepresidencia en la campaña electoral de 2004 si el vicepresidente Dick Cheney se retira.

Tanto Frist como Biden sugirieron que intentarán añadir dinero a la contribución de Washington al Fondo Global y a los 600 millones propuestos por el gobierno a programas bilaterales contra el sida para 2003.

«Francamente, yo la denominaría una contribución 'tremendamente tacaña'. Bush aumentó el presupuesto de defensa en 48.000 millones de dólares (a 379.000 millones de dólares para 2003), pero no añadirá nada para el Fondo Global contra el sida», dijo Zeitz a IPS.

Peter Piot, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida), dijo a los senadores que, si se mantiene el gasto actual, «la brecha en la financiación aumentará más de 2.000 millones de dólares, aumentando al menos a 7.000 millones de dólares en 2005».

«Para mantener nuestro objetivo de aumentar la disponibilidad de recursos para mantener los programas en su actual funcionamiento, necesitamos un incremento de casi 50 por ciento en la financiación de cada año, durante los próximos cuatro años», señaló Piot. (FIN/IPS/tra-en/jl/aa/lp/mlm/he-dv/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe