La autorización del gobierno de Marruecos a empresas extranjeras para extraer petróleo en Sahara Occidental aumentó la tensión entre Rabat y el Frente Polisario, que reclama la independencia de ese territorio rico en minerales.
«La firma de los acuerdos de extracción de petróleo frente a las costas del Sahara no convertirán a Sahara Occidental en parte del territorio de Marruecos», dijo Fadel Ismail, representante de la República Arabe Saharaui Democrática (Sahara Occidental), proclamada por el Frente Polisario en 1975.
El gobierno de Marruecos firmó en octubre de 2000 un acuerdo para la extracción de petróleo con la compañía estadounidense Kerr- Mc Gee. El contrato de «reconocimiento», de 12 meses, cubre 110.400 kilómetros cuadrados en el área de Boujdour, en Sahara Occidental.
Kerr-Mc Gee, junto con la británica Enterprise y la sudafricana Energy Africa, tiene seis autorizaciones para investigar en la zona. La compañia francesa Total Final Elf también obtuvo un permiso de Marruecos para operar en Sahara Occidental.
Pero el Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación del Sagiat Al-Hamra y Río de Oro) rechaza los contratos, al igual que Argelia, que respalda al movimiento independentista.
El embajador de Argelia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Abdellah Baali, envió una carta al Consejo de Seguridad en que aseguró que «Marruecos no tiene derecho de realizar esas actividades en un territorio» sobre el que el foro mundial aún debe tomar una decisión.
Argelia solicitó a la ONU que intervenga para anular los contratos.
Pero el abogado Hans Corell dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que los contratos «no son, en sí mismos, ilegales».
Sin embargo, Corell admitió que «Marruecos violará las leyes internacionales si permite que compañías extranjeras produzcan y vendan petróleo de Sahara Occidental sin tener en cuenta los intereses de los habitantes del territorio disputado».
Pero el gobierno de Marruecos dijo tener «todo el derecho de realizar cualquier tipo de inversión en el Sahara, que es parte y parcela» de su territorio.
La presidenta de la compañía petrolera marroquí Onarep, Amina Benkhadra, señaló que «ya existen inversiones en varias áreas de actividad económica en el área».
El conflicto en Sahara Occidental comenzó en 1975, cuando Marruecos se anexó el territorio, ocupado hasta 1973 por España.
El Frente Polisario, organización política que tomó las armas para liberarse de España, entró en guerra con Marruecos y Mauritania cuando sus fuerzas invadieron Sahara Occidental.
Las fuerzas de Mauritania fueron derrotadas en 1979, pero la guerra contra Marruecos se prolongó hasta una tregua lograda con mediación de la ONU en 1991.
Después del cese del fuego, la ONU envió una misión para supervisar un referendo en el cual los saharauis votarían para decidir su independencia o la incorporación a Marruecos.
Diferencias irreconciliables entre Marruecos y el Frente Polisario por la confección de listas de votación dificultaron la realización del referendo, y en junio de 2001 el Consejo de Seguridad de la ONU votó lo que denominó una «solución política» a la cuestión de Sahara Occidental.
El acuerdo, facilitado por el ex secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos James Baker, otorgaría a la población de Sahara Occidental el derecho de elegir sus propios organismos ejecutivos y legislativos y gestionar un gobierno local a cargo del presupuesto y la infraestructura básica.
El analista político marroquí Ahmed Iraqi cree que el acuerdo, denominado «la tercera vía», fue forjado para salvaguardar los intereses de Marruecos y sus alidados tradicionales, Estados Unidos y Francia. Por este motivo «es rechazado por Argelia y el Frente Polisario», indicó.
Argelia y el Frente Polisario rechazaron el plan Baker y renovaron el reclamo de un referendo para decidir la autodeterminación como única solución al conflicto.
Según Iraqi, «la designación de Baker como principal mediador en esta fase decisiva del plan de la ONU no fue una casualidad», pues el ex funcionario estadounidense «es conocido por sus conexiones con empresas petroleras de Texas», Estados Unidos.
El descubrimiento de petróleo en el área «complica el problema, ya que los intereses de potencias como Estados Unidos y Francia se mezclarán con los de las partes enfrentadas, Marruecos, Argelia y el Frente Polisario», agregó el analista.
En 1974, el Banco Mundial definió a Sahara Occidental como el territorio más rico de todo el Magreb, con el banco pesquero más importante del mundo e importantes reservas de fosfato y otros minerales. (FIN/IPS/tra-en/na/lp-mj/ip/02