El primer ministro de la República Checa, Milos Zeman, afronta la condena de la Unión Europea (UE) y un reclamo de renuncia de la oposición por comparar al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, con Adolf Hitler.
«Huelga decir que la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) discrepa totalmente de las declaraciones del primer ministro Zeman. Tal lenguaje no es el que esperamos de un futuro estado miembro», sostuvo el portavoz del bloque, Jean-Christophe Filori, en una implícita advertencia a Praga, que negocia su ingreso a la UE.
«Zeman ya no es capaz de representar a la República Checa», dijo el miércoles la diputada Hana Marvanova, de la Unión por la Libertad, uno de los dos partidos de la opositora Coalición, que pidió una sesión extraordinaria de la cámara baja del parlamento para debatir un voto de censura contra el primer ministro.
Zeman negó haber comparado a Arafat con Hitler y aseguró que debido a su «pésimo inglés» la prensa «malinterpretó» sus declaraciones, efectuadas en el marco de una visita a Israel la semana pasada.
En una entrevista publicada el lunes por el diario israelí Ha'aretz, Zeman sostuvo que Hitler fue «el mayor terrorista de la historia» y que los «terroristas palestinos» deberían ser deportados de Israel, del mismo modo que fueron expulsados de la antigua Checoslovaquia los llamados sudetes, la minoría alemana, tras la segunda guerra mundial.
Cuando el periodista de Ha'aretz le preguntó si estaba comparando a Arafat con Hitler, Zeman respondió: «Por supuesto que sí». El führer alemán fue responsable del exterminio de más seis millones de judíos durante la segunda guerra mundial.
Un día antes, Zeman manifestó a la prensa su respaldo al primer ministro de Israel, Ariel Sharon, que se niega a reanudar las negociaciones de paz con los palestinos mientras no se detenga la violencia.
Aunque la censura del gobernante es improbable, pues la sesión requiere del respaldo de 50 de los 200 representantes de la cámara baja, y la coalición opositora sólo cuenta con 37 escaños, el país dañó su imagen internacional por el incidente, el segundo protagonizado por Zeman este mes.
Alemania y Austria reaccionaron airadamente a mediados de mes cuando el gobernante sostuvo que los sudetes deportados de la ex Checoslovaquia en 1945, eran «la quinta columna de Hitler» y un grupo de «traidores» que tuvieron la suerte de escapar de la pena de muerte.
El centroderechista Partido Cívico Democrático (ODS), que integra el gobierno de coalición junto al Partido Social Demócrata (CSSD) de Zeman se negó a respaldar la sesión para analizar el voto de censura y reclamó a la oposición que no promueve «el caos preelectoral».
Sin embargo, el líder del ODS y presidente de la cámara baja, Vaclav Klaus, condenó la actuación de Zeman en el exterior.
Zeman despertó las iras de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y de la Liga de Estados Arabes. Sus afirmaciones fueron «escandalosas», sostuvo el ministro de Información de la ANP, Yasser Abed Rabbo.
El gobierno de Egipto decidió cancelar la visita del primer ministro checo, prevista para la semana próxima.
Sus palabras siguieron a un foro cultural entre la UE y la Organización de la Conferencia Islámica, celebrado en medio de la incertidumbre musulmana por el futuro de la guerra antiterrorista impulsada por Estados Unidos.
En el contexto de las negociaciones checas para ingresar a la UE, las reacciones por los dichos de Zeman dominaron la presencia en Praga el miércoles del primer ministro de Alemania, Joschka Fischer, quien intentó calmar los ánimos.
Filori, portavoz del bloque europeo, recordó el compromiso asumido por el gobierno checo de alinearse con la política exterior de la UE, en particular ante el conflicto de Medio Oriente. «En este contexto, esas declaraciones no son de gran ayuda para los esfuerzos de la UE en la región», señaló.
Praga se vio en dificultades para resolver el traspié diplomático. El primer ministro intentó negar la veracidad de la publicación, pero tras la difusión de una entrevista ante la televisión israelí en la que comparaba a la ANP con el Tercer Reich de Hitler, Zeman prefirió culpar a su escaso dominio de la lengua inglesa.
«Este asunto ha sido causado por la torpeza de mi inglés, es tan simple como eso», dijo Zeman a los periodistas.
«Nos han asegurado que la República Checa mantendrá su posición ante el pueblo palestino, la crisis de Medio Oriente y la necesidad de una solución pacífica basada en resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas», dijo el embajador palestino Djamal Djamal tras una reunión con el director del departamento de Medio Oriente del país europeo. (FIN/IPS/tra-en/bk/sm/lp-dc/ip/02