PERU: Tensión en noreste amenaza suministro de petróleo

El movimiento autonomista del nororiental departamento de Loreto amenaza con el cierre del único oleoducto de Perú y con lanzar una huelga general indefinida para exigir la revisión del tratado de paz con Ecuador.

El partido regional Frente Patriótico de Loreto también se dispone a impedir por la fuerza la construcción en la localidad peruana de Tiwinza de un monumento a los ecuatorianos caídos en la guerra de 1995, homenaje previsto en el tratado de paz de 1998, que muchos loretanos consideran «entreguista».

El presidente del Frente Patriótico, Orlando Escudero, amenazó con disponer medidas de fuerza cuando el ministro de la Presidencia, Carlos Bruce, visite este mes la ciudad de Iquitos, capital de Loreto.

Una huelga organizada por el partido regional paralizó Iquitos totalmente los días 29 y 30 de enero. Bruce anunció entonces que visitaría la ciudad este mes, pero aún no precisó la fecha, en procura de garantías de que no será recibido con disturbios.

El Frente Patriótico impulsa la autonomía política y económica de Loreto, el departamento más extenso de Perú (369.000 kilómetros cuadrados, 28,7 por ciento del territorio nacional) y el menos poblado (890.000 habitantes, unos 2,3 por kilómetro cuadrado).

Loreto produce 60 por ciento de los 100.000 barriles de petróleo extraídos cada día en Perú, que debe importar parte del crudo que consume. El corte del ramal norte del oleoducto Norperuano, que transporta ese carburante a la costa del océano Pacífico, tendría graves consecuencias para la economía del país.

Este departamento selvático, limítrofe con Brasil, Colombia y Ecuador, está prácticamente aislado del resto de Perú por la naturaleza. Sólo es posible acceder a Iquitos por vía aérea o fluvial.

La principal actividad económica de Loreto es la petrolera, un sector con reducida capacidad de creación de empleo, a la que se suma la explotación forestal, el turismo y un débil comercio sostenido por ventajas arancelarias.

Las demandas del Frente Patriótico, que cuenta con gran respaldo popular, incluyen la autonomía regional y el mantenimiento del beneficioso régimen tributario y comercial concedido por gobiernos anteriores.

También exige la revisión del Tratado de Paz de Itamaratí entre Perú y Ecuador, firmado en 1998 en Brasilia, después de que la comunidad internacional lograra detener la guerra desatada en 1995.

El tratado dispone reconoce a Ecuador la propiedad, aunque bajo soberanía peruana, de un kilómetro cuadrado en Tiwinza, escenario de la guerra cercano a la frontera, para la construcción del monumento a los ecuatorianos muertos en el conflicto.

El Frente Patriótico está dispuesto a enviar «colonos patriotas» a instalarse en Tiwinza, para impedir la construcción del monumento, informó su vicepresidente, Pablo Casuzo.

El partido regional tampoco acepta el derecho de libre navegación de naves ecuatorianas por ríos amazónicos, ni la concesión, por 50 años, de dos centros, de hasta 150 hectáreas cada uno, para la instalación de locales de almacenamiento, transformación y comercio de mercancía en tránsito.

Cuando se firmó el Tratado de Itamaratí, se registraron en Iquitos violentos desórdenes, entre ellos incendios de edificios públicos y locales comerciales, con un saldo de cinco muertos, una veintena de heridos y numerosos detenidos.

El presidente Alejandro Toledo obtuvo más de 66 por ciento de los votos en Loreto, lo cual fue atribuido por observadores a su promesa de revisar el Tratado de Itamaratí. Desde la investidura de Toledo el 28 de julio pasado, el Frente Patriótico le ha recordado esa promesa.

Pero «el acuerdo de paz con Ecuador es irrevisable. Puso fin a más de 150 años de conflictos limítrofes, garantiza la paz y abre camino a un desarrollo conjunto e integrado de ambos países. El resto de Perú lo respalda y los loretanos tendrán que aceptarlo», respondió Bruce.

Apenas 28,6 por ciento de las viviendas de Loreto reciben agua potable, y 46 por ciento disponen de energía eléctrica, porcentajes muy inferiores al promedio nacional (47 y 62) y al de Lima (64 y 83).

Estas condiciones de vida, la precariedad económica y el aislamiento hacen de Loreto un escenario donde los discursos separatistas suelen encontrar el aplauso de la población.

La próxima visita de Bruce «es una jugada política» del gobierno de Toledo «para entretenernos y para que no hagamos más movilizaciones», sostuvo Casuzo el 6 de este mes.

«Nos ofrecerán mantener el régimen arancelario especial para la selva y prometerán algunas obras públicas, pero estoy seguro de que Lima seguirá rechazando lo fundamental: la creación de una región autónoma en la selva», concluyó el vicepresidente del Frente Patriótico.

Por su parte, sin precisar aún la fecha de su prometido viaje a Iquitos, Bruce sostuvo que la movilización del Frente Patriótico de Loreto «no es contra el gobierno del presidente Toledo, sino contra el Estado». (FIN/IPS/al/mj/ip/02

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