Activistas de Marruecos lanzaron una campaña para demandar que el gobierno de España otorgue indemnizaciones por lo que consideran crímenes de guerra contra independentistas marroquíes en los años 20.
Madrid es acusada de emplear armas químicas contra quienes intentaban emancipar al país de su dominio colonial.
«España debería pagar compensaciones a las familias de sus víctimas, que eran combatientes por la libertad», sostuvo , hijo de Abdelkerim Khattabi, líder de la insurgencia contra el dominio español.
En 1912, Francia y España se repartieron el territorio marroquí, y los españoles pasaron a controlar la montañosa región septentrional del Rif, así como el enclave meridional de Ifni.
Desde 1920, España combatió a las fuerzas independentistas de Abdelkerim Khattabi, quien contó con apoyo de la III Internacional (comunista) y del Movimiento Panislámico.
Khattabi, llamado el Emir (príncipe o comandante) por sus seguidores, derrotó en 1921 al general español Silvestre en la batalla de Anoual y proclamó la República Islámica del Rif.
Esa victoria es celebrada en la actualidad como una fecha patria marroquí.
En 1924, las fuerzas del Emir avanzaron hacia las septentrionales ciudades de Fez y Tánger, que Madrid, París y Londres habían acordado convertir en áreas internacionales.
Francia se alió con España contra Khattabi, a quien ambas potencias coloniales lograron derrotar en 1926 y deportado a las islas Reunión, bajo dominio colonial francés. El líder independentista escapó en 1947 y se refugió en Egipto, donde falleció en 1965.
El dominio colonial de Francia y España sobre Marruecos terminó en 1956.
Saad Khattabi afirma que «España empleó gases tóxicos contra la resistencia» encabezada por su padre, y acusa a Francia de permitirlo.
«El uso de armas prohibidas por la comunidad internacional es un crimen contra la humanidad», sostuvo.
El activista Fouad Abdelmoumni, de la no gubernamental Asociación por los Derechos Humanos, dijo a IPS que los juicios por crímenes de guerra en territorios que formaron parte de Yugoslavia sentaron un precedente para procesos similares contra el gobierno español.
Tras la independencia, «la región septentrional que era dominada por España quedó sin infraestructura, a diferencia de la dominada por Francia. Madrid debería pagar por eso y ayudar al desarrollo de esa región. Puede ser la oportunidad para que España ajuste cuentas con su brutal pasado», añadió.
Ahmed Yaznasni, estudiante de la Universidad de Rabat, contó a IPS que su padre participó en la lucha independentista contra Madrid, y padeció secuelas incurables causadas por gases tóxicos enpleados por las tropas españolas.
«No hay compensación suficiente para los sufrimientos de mi padre y nuestra familia», aseguró.
Activistas humanitarios sostienen que las autoridades están omisas en el pedido de indemnizaciones, y las critican por haber cancelado una conferencia sobre gases tóxicos que iba a realizarse el mes pasado en la septentrional ciudad de Al-Hoceima, al parecer para evitar protestas contra España.
«Cancelar la reunión buscó evitar presión internacional sobre España», opinó el presidente de la Asociación Marroquí para la Defensa de Víctimas de la Guerra del Rif, Ilias Omari.
«La conferencia no apuntaba contra nadie, ni buscaba fomentar tensión alguna entre Marruecos y España», afirmó Saad Khattabi.
Las relaciones entre Rabat y Madrid se han deteriorado en los últimos meses. España acusa a Marruecos de tolerar la partida hacia costas españolas de emigrantes indocumentados, y de no combatir en forma adecuada el narcotráfico hacia la Península Ibérica.
A su vez, Marruecos acusa a España de adoptar una actitud hostil contra «supremos intereses vitales» de Rabat en el Sahara Occidental, bajo ocupación marroquí desde 1975.
En octubre, grupos españoles organizaron un ensayo de referendo en Sahara Occidental, en el cual la mayoría de los consultados deseaban la independencia, y Rabat retiró en forma transitoria a su embajador en Madrid. (FIN/IPS/tra-eng/na/ss/mp/ip/02