El canciller argentino Carlos Ruckauf reclamó en esta capital la apertura de los mercados de Europa y el jefe del gobierno español y presidente de turno de la Unión Europea (UE), José María Aznar, le prometió apoyo para enfrentar la crisis y negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ruckauf estuvo en Madrid el jueves y el viernes, donde se entrevistó con Aznar, con el canciller Josep Piqué y con el rey Juan Carlos, después de visitar Estados Estados Unidos e Italia, para explicar la situación de su país y solicitar apoyo económico y financiero.
Simultáneamente, la Iglesia Católica de España se dirigió a Aznar pidiéndole que se aplique a Argentina «un trato equitativo en las relaciones económicas internacionales». También exhortó a las dos grandes organizaciones no gubernamentales vinculadas con ella, Cáritas y Manos Unidas, a emprender acciones concretas en apoyo de ese país.
Así mismo, un grupo de profesionales y activistas sociales españoles y argentinos anunció este viernes la constitución de la Plataforma Internacional de Solidaridad y Apoyo Político a la República Argentina.
Entre otros objetivos, la Plataforma se propone llevar ante la justicia nacional e internacional a los responsables del «proceso por el que Argentina se fue endeudando e hipotecando así muchas décadas de futuro», dijo el secretario general de la organización, Carlos Ferreyra.
Ruckauf señaló que, como ayuda concreta, la UE debe abrirse a los productos argentinos. «Mientras nosotros compramos a todo el mundo, nuestros productos tienen dificultades para alcanzar otros mercados», dijo.
Agregó que siempre oye palabras sobre la libre circulación de bienes, pero al final hay dificultades.
En el mismo sentido se pronunció el ex ministro de Industria de Argentina Alieto Guadagni, actual director de la poderosa Fundación Guido Di Tella, cuando se refirió a declaraciones del presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, quien pidió al gobierno de Eduardo Duhalde que no aplique un plan proteccionista.
«¿La Unión Europea, que gasta la mitad de su presupuesto en subsidios al campo, habla de libre comercio?», se preguntó Guadagni ante un nutrido público que escuchó su conferencia en la Casa de América, de Madrid.
Guadagni destacó que, en los años 90, el mercado exterior argentino creció 360 por ciento en el Mercosur, 100 por ciento fuera de ese bloque y de la UE y sólo el 20 por ciento en esta última región. En 1990, la UE representaba 31 por ciento del total, pero en la actualidad absorbe sólo 18 por ciento de las exportaciones argentinas, agregó.
Aznar confirmó a Ruckauf su apoyo a los esfuerzos de Argentina por superar la crisis y negociar con el FMI, entre otros organismos multilaterales. Pero, al mismo tiempo le pidió que se aplique un plan de medidas económicas «global, creíble y sostenible».
Así mismo, solicitó que las autoridades argentinas creen un marco de estabilidad y seguridad jurídica para las inversiones extranjeras, entre ellas las españolas.
Al respecto, Guadagni señaló que en Argentina «no hay bancos españoles». Porque, explicó, los españoles bancos Santander Central Hispano y Bilbao Vizcaya tienen el control de los bancos Río y Francés, pero estos dos son sociedades anónimas argentinas.
Eso significa, añadió, que las casas matrices españolas no son responsables por los depósitos que esas entidades reciban, mientras que en el caso del estadounidense banco Boston, que tiene una filial en Argentina, la casa matriz es responsable por lo que realice aquella.
Con ironía, Guadagni comentó que los dos bancos controlados por españoles llevan nombres extranjeros, Río y Francés, mientras que el único gran banco privado netamente argentino se denomina Banco Galicia.
No obstante, Ruckauf puntualizó el jueves de noche que «en ningún momento se habló de los problemas concretos con las empresas españolas», e insistió en que considera esencial diferenciar las relaciones de gobierno a gobierno de las que se mantienen con las compañías.
El canciller valoró el apoyo de España y del resto de la UE a las negociaciones de Argentina con los organismos multilaterales, pues puede contribuir a un rápido acuerdo con esas entidades. Y el tiempo, para encarar la crisis argentina, es muy importante, subrayó.
«El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, me dijo que había hablado con Aznar, lo que éste me confirmó durante la reunión, y que ambos iban a concretar una iniciativa para ayudar a Argentina a aumentar los intercambios comerciales» con la UE, finalizó Ruckauf en una reunión informal en la embajada de su país.
Cáritas, respondiendo a la indicación de la Conferencia Episcopal, realizará una colecta especial en toda España el 24 de febrero, con destino a Argentina.
Los fondos reunidos serán remitidos a Cáritas Argentina, para que los destine a labores sociales. Manos Unidas volverá a incluir a ese país entre los que reciben ayuda al desarrollo, pues lo había separado años atrás, por entender que había alcanzado un desarrollo importante.
Un portavoz de la Iglesia Católica explicó que con estas acciones se responde a un pedido del arzobispo de la provincia argentina de Tucumán, Luis Héctor Villalba, quien visita España.
La Plataforma Internacional, según su copresidente y ex diputado de Izquierda Unida, Julián Serrano, quiere investigar no sólo cómo se gastaron los dólares de la deuda externa argentina, sino también quienes lucraron con esos fondos.
Porque, concluyó, los responsables no son sólo los políticos argentinos, sino también «los funcionarios del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, que participaron en ese proceso».
El secretario general de la Plataforma, Ferreyra, puntualizó que el gran problema de Argentina no es el «corralito» financiero (la retención de depósitos en los bancos), sino «el corralito social, por el que gran parte de la población no tiene acceso a recursos básicos como medicamentos y alimentos».
Concluyó afirmando que la comunidad internacional debería «investigar con urgencia los muertos por desnutrición y los suicidios de personas mayores desahuciadas que no tienen medicinas».
Esa Plataforma ya se extiende por Gran Bretaña, Francia, Alemania y Finlandia, además de todas las provincias argentinas, y el 16 y el 17 de febrero celebrará una conferencia internacional para aportar soluciones a la crisis. (FIN/IPS/td/ff/dv/02