EEUU-IRAQ: Una nueva guerra sería más difícil que la afgana

El ataque en gran escala de Estados Unidos contra Iraq, una eventualidad que preocupa en Medio Oriente, sería mucho más difícil que el lanzado en Afganistán, por tratarse de un régimen relativamente sólido.

El presidente estadounudense George W.Bush sostuvo el 30 de enero que Iraq integra con Corea del Norte e Irán un «eje de mal», y es probable que Bagdad sea el próximo blanco de la campaña antiterrorista lanzada tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, que comenzó en Afganistán. El costo puede ser enorme.

Iraq no es Afganistán, porque el régimen es más fuerte y la oposición más débil, y parece poco probable que Washington logre aliados para una guerra contra Bagdad, si no prueba alguna vinculación del presidente iraquí, Saddam Hussein, con los ataques terroristas de septiembre u otros posteriores.

La retórica contra Saddam Hussein es coherente con la actual política internacional de la Casa Blanca, que desde la Guerra del Golfo de 1991 estableció y vigila junto con Gran Bretaña dos zonas de exclusión de vuelos en espacio aéreo de Iraq, y realiza con frecuencia ataques en pequeña escala contra blancos iraquíes.

En cambio, la inclusión en el «eje del mal» de Teherán y Pyongyang sorprendió a muchos, y algunos la consideran una estratagema.

La sorpresa se debe a que los gobiernos de Corea del Norte e Irán han buscado normalizar sus relaciones con Washington en los últimos años, en especial el iraní desde la elección en 1997 del reformista presidente Mohammad Jatami, quien cuenta con gran apoyo popular y afronta resistencias del poder religioso.

La inclusión de Irán en el «eje del mal» puede ser consecuencia del incidente del buque Karine A, capturado por Israel a comienzos de enero en el Mar Rojo. El gobierno israelí sostiene que esa embarcación llevaba armas iraníes a la Autoridad Nacional Palestina.

También puede vincularse con sospechas de Washington de que militantes fundamentalistas islámicos del movimiento afgano Talibán y la organización Al Qaeda huyeron del ataque estadounidense en Afganistán a través de Irán, quizá con complicidad de autoridades iraníes.

Es posible que la inclusión de Corea del Norte sea una estratagema estadounidense con la intención de persuadir al mundo musulmán de que la guerra contra el terrorismo no se dirige sólo contra integrantes del Islam como Afganistán, Irán e Iraq.

En todo caso, Iraq es el blanco más probable, y la idea de un ataque contra ese país ha sido manejada desde que Bush asumió la presidencia hace un año por integrantes del equipo de gobierno estadounidense, muchos de ellos involucrados en la Guerra del Golfo.

Los críticos dicen que la referencia de Bush al «eje del mal» busca réditos electorales en las elecciones de noviembre para renovar parte del Congreso.

«El discurso belicista continúa porque la gente no se ha cansado de la guerra contra el terrorismo», y el apoyo a Bush en encuestas de opinión es altísimo desde el 11 de septiembre, opinó James Zogby, presidente presidente del Instituto Arabe- Estadounidense, con sede en Washington.

La estrategia del gobernante Partido Republicano es «envolver las amenazas externas y los problemas domésticos en un solo paquete», sostuvo.

Expertos piensan que hay tres diferencias clave entre el ataque contra Afganistán y una eventual guerra con Iraq.

En primer lugar, señalan que el ejército iraquí es más poderoso y está mejor entrenado que las milicias del Talibán.

En segundo lugar, sostienen que en Iraq no hay una fuerza que pueda reemplazar a Saddam Hussein y cumplir con el papel desempeñado en Afganistán por el ex rey Zahir Shah y la Alianza del Norte, que combatía desde hace años contra el Talibán y controlaba 10 por ciento del territorio afgano.

«Es prematuro. Quizá llegue a existir una base de opositores iraquíes que haga razonable intervenir en ese país, pero aún no existe. Y tampoco tenemos apoyo internacional» para atacar a Bagdad, arguyó el director ejecutivo del no gubernamental Consejo de Políticas para Medio Oriente, Richard Wilson.

En tercer lugar, no es seguro que algún país vecino de Iraq brinde crucial apoyo a un ataque, como lo hicieron Pakistán, y en menor medida Irán, durante la guerra de Afganistán.

Teherán y Bagdad estuvieron en guerra de 1980 a 1988, y siguen lejos de la reconciliación, pero sus relaciones han mejorado. Aviones de guerra iraquíes hallaron refugio en Irán durante la Guerra del Golfo, y contra posteriores ataques estadounidenses en 1998.

Jordania ya expresó su rechazo a un eventual ataque contra Iraq, y Turquía pagó cara su alianza con Estados Unidos en la Guerra del Golfo, ya que las sanciones económicas adoptadas para debilitar a Saddam Hussein privan a Ankara cada año de realizar exportaciones por valor de unos 40.000 millones de dólares.

Además, el gobierno turco teme que el debilitamiento o el derrocamiento del presidente iraquí conduzcan a la creación de un Kurdistán independiente, y fortalezcan a los separatistas kurdos en Turquía.

Mientras tanto, Bagdad comienza a implementar sus estrategias para ganar simpatías en la comunidad internacional y evitar un ataque.

En los últimos días, tras la liberación de prisioneros de guerra iraníes, expresó voluntad de reconciliación con el vecino Kuwait, al cual invadió y ocupó en 1990, lo cual fue el detonante de la Guerra del Golfo.

La normalización de relaciones con Kuwait podría ganar apoyo para Bagdad en Arabia Saudita y otros países árabes y musulmanes.

Saddam Hussein también anunció que reanudará el diálogo con la Unión Europea, que permitirá una inspección humanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por primera vez en 10 años, y que quiere reanudar en forma «incondicional» conversaciones con el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

El diálogo con Annan se interrumpió hace un año.

Además, Bagdad indicó que podría volver a admitir inspectores de armas del foro mundial, tras expulsar a los anteriores a fines de 1998. Eso aumentaría las posibilidades de que prospere la propuesta rusa de levantar las sanciones económicas contra Iraq. (FIN/IPS/tra-eng/nj/js/mp/ip/02

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