Delegados al Foro Social Mundial (FSM) que se realiza en la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre expresaron su rechazo a la comercialización y privatización del suministro de agua.
Entre quienes asumieron esa posición estuvieron representantes de organizaciones sociales de Brasil, India, Filipinas y Paraguay y de otras, de carácter internacional.
«Resistiremos la transformación del agua en una mercancía, desde las organizaciones de base hasta el terreno de las acciones internacionales», anunció el domingo la activista india contra las represas Medha Patkar, durante una conferencia del FSM que llevó por título «Agua para el bien común».
Patkar pidió la elaboración de una política mundial alternativa para la administración del agua, y sostuvo que el FSM es una buena oportunidad para que diversas coaliciones dedicadas a la cuestión de los recursos hídricos establezcan una plataforma común en la materia.
La activista afirmó que existe un vínculo entre la transformación del agua en una mercancía y las políticas de privatización de bosques y otros recursos naturales, y enfatizó que la solución de esos problemas exige un enfoque integral.
Las políticas que niegan acceso al agua a agricultores, o los obligan a pagar precios exorbitantes por ella, fueron criticadas en la conferencia por el activista Jaime Castillo, de la organización no gubernamental (ONG) internacional Vía Campesina, que reúne a pequeños agricultores y otros trabajadores rurales.
El agua «no puede ser convertida en un producto que se vende» porque el acceso a ella «es un derecho humano básico», alegó.
«En la actualidad, el mundo entero reconoce la necesidad de establecer políticas mundiales de control sobre los recursos hídricos», aseguró Riccardo Petrella, de la ONG internacional Global Water Contract (Contrato Mundial del Agua).
Movimientos populares contra la comercialización del agua ganan terreno en forma constante, y van camino a la victoria, añadió.
El brasileño Luis Gonzaga Tenorio, de la federación sindical de trabajadores de servicios urbanos, criticó que se permita a grandes firmas apropiarse de los recursos hídricos de los países, construir en forma indiscriminada enormes represas y desplazar a miles de personas de sus tierras tradicionales.
El activista pidió una moratoria internacional de la construcción de represas y el inmediato otorgamiento de compensaciones a las personas afectadas por esos proyectos.
En la conferencia se discutió una «Iniciativa de Tratado sobre las Aguas Comunes», en la cual se pide que el valor intrínseco del agua como recurso común sea protegido por todas las instituciones políticas, comerciales y sociales.
Esa iniciativa incluye crear un Parlamento Mundial del Agua, integrado por representantes de organizaciones de la sociedad civil, con el cometido de asegurar que todos los seres humanos tengan acceso al agua en cantidad y calidad suficiente para satisfacer sus necesidades sociales y económicas básicas.
Los participantes en la conferencia pidieron que el 14 de marzo de cada año sea una jornada mundial de acción contra la privatización del agua. (FIN/IPS/tra-eng/ss/mp/dv/02