DESARROLLO-AFGANISTAN: Plan agrícola para combatir la hambruna

Institutos de investigación y agencias humanitarias lanzaron este jueves un programa para revivir la agricultura del devastado Afganistán, mientras el hambre empuja a los habitantes a ingerir raíces y hojas.

El programa, concebido por organizaciones vinculadas a la red internacional Future Harvest (Cosecha del Futuro), establece mecanismos para la reposición de semillas y la mejora de los sistemas de irrigación para la nación, destruida por 23 años de guerra y una persistente sequía.

El Consorcio Cosecha Futura para Reconstruir la Agricultura en Afganistán prevé entregar semillas a los agricultores para plantar en las próximas temporadas de siembra de primavera y otoño boreales, y vacunas para evitar las enfermedades del ganado.

El Consorcio dispone de un fondo inicial de 12 millones de dólares para poner en marcha el programa de reconstrucción agropecuaria. Unas 125.000 toneladas de semillas para reposición serán entregadas durante tres años.

«Es urgente centrarse no sólo en el proceso de reconstrucción a largo plazo, sino también en las necesidades de alimentación y nutrición de los agricultores», dijo Adel El-Beltagy, director general del Centro Internacional para la Investigación en Areas Secas (Icarda), con sede en Siria.

Casi 85 por ciento de los 24 millones de habitantes de Afganistán dependen directamente de la agricultura, pero sus tierras y cultivos están arruinados por la sequía y la guerra, advirtió el Programa Mundial de Alimentos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

La pobreza en la región occidental es impactante, sostuvo una misión conjunta de la Cruz Roja Internacional y de la Media Luna Roja, que acaba de recorrer el territorio afgano.

Niñas de 10 años son ofrecidas en matrimonio por unas bolsas de harina, en una lucha desesperada por la supervivencia en varias zonas de las occidentales provincias de Herat y Farah, sostuvieron los integrantes de la misión.

En muchas localidades la actividad agrícola no existe a causa de la sequía y la falta de semillas para plantar. La mayor parte del ganado ha muerto o fue vendido, indicó la misión.

«Vimos a los niños escarbando en los campos en busca de raíces para comer y usar como leña. También se están comiendo hojas de los árboles», aseguró John Watt, administrador de operaciones del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y organizaciones de ayuda internacional ya están produciendo semillas en Afganistán, y este año se dispondrá de unas 3.500 toneladas en la primavera y otras 10.000 en el otoño.

El programa del Consorcio «brindará el respaldo científico necesario para producir semillas de calidad de variedades adaptadas dentro de Afganistán», dijo John Dodds, experto de Icarda.

La producción de semillas es esencial para que los programas de ayuda alimentaria reduzcan gradualmente sus operaciones en los próximos cinco años.

A medida que crezcan las actividades agrícolas se hará necesario aminorar la asistencia para evitar la distorsión de los mercados, agregó el experto.

Otro elemento clave es poner en funcionamiento sistemas de riego. La tarea inmediata será reunir información confiable que permita restaurar en primer lugar los sistemas de riego pequeños.

El gobierno interino de Afganistán se propone erradicar el cultivo ilegal de adormidera (amapola), para lo cual es esencial «brindar alternativas sólidas para los agricultores. Frutas y vegetales de rápido crecimiento, como zanahorias y melones, son una buena opción de sustitución», dijo Dodds.

«Debemos asegurar que estos esfuerzos se basen en una comprensión real de la agricultura afgana, para que puedan cubrir las necesidades de las comunidades afectadas», advirtió Avtar Kaul, asesor técnico de la organización humanitaria CARE.

«Los pasos liderados por la ciencia y respaldados por organizaciones de base encaminarán rápidamente la recuperación agrícola», afirmó Kaul.

Bajo el efecto de 300.000 bombas arrojadas por Estados Unidos y Gran Bretaña desde octubre, Afganistán requiere entre 12.000 y 18.000 millones de dólares de asistencia para la reconstrucción, según el Banco Asiático de Desarrollo, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y el Banco Mundial.

En una conferencia realizada en Tokio el mes pasado, países y organismos donantes se comprometieron a suministrar 4.500 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/svk/aa/lp/dc/dv/02

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