La Organización Mundial del Comercio (OMC) superó las últimas diferencias que retardaban el comienzo de la nueva ronda de negociaciones aprobada en la conferencia ministerial de Doha, Qatar, en noviembre.
El Comité de Negociaciones Comerciales (CNC), que conducirá durante los próximos tres años un arduo regateo entre los 144 miembros de la organización, quedó establecido este viernes.
La apertura de las negociaciones se demoró debido a las discrepancias que separaron principalmente a representantes de países industriales y de naciones en desarrollo respecto a las modalidades de funcionamiento del CNC.
El portavoz del Grupo Africano, Boniface Chidyausiku, representante de Zimbabwe ante la OMC, advirtió que las preocupaciones de su región aún persisten, a pesar del acuerdo concertado este viernes.
Chidyausiku dijo que el Grupo Africano no ha renunciado a sus pretensiones. «La lucha continúa», comentó a los periodistas.
Los países en desarrollo, y en particular los africanos, demandaron hasta último momento que el mandato del comité estableciera un conjunto de reglas fundamentales para orientar el trabajo del presidente del CNC y de los cuerpos negociadores.
«No podemos entender por qué en una organización fundada en un sistema normativo, algunos de nuestros socios sienten aversión por nuestra iniciativa», señaló el portavoz africano.
Finalmente, el CNC aceptó una propuesta del presidente del Consejo General de la OMC, Stuart Harbinson, que determina algunos principios y prácticas que guiarán el trabajo de los órganos de negociación.
Las reglas establecidas por Harbinson aluden a la transparencia de las negociaciones para facilitar la participación de todos los miembros, como vienen reclamando los representantes de los países en desarrollo.
Las orientaciones aprobadas procuran favorecer el trabajo durante las negociaciones de las misiones no residentes en Ginebra y de las misiones pequeñas.
Unos 30 países miembros de la OMC carecen de representación en Ginebra y sólo pueden atender los asuntos del sistema multilateral de comercio a través de misiones acreditadas en capitales europeas o inclusive en Nueva York.
Una de las normas aprobadas determina que al programar las reuniones se deberán tener en cuenta las limitaciones de las delegaciones pequeñas. Con esa finalidad, en lo posible se evitará la superposición de reuniones simultáneas.
La presidencia del CNC recaerá hasta el 31 de agosto en el actual director general de la OMC, el neocelandés Mike Moore. El 1 de septiembre lo reemplazará su sucesor en la dirección de la OMC, el tailandés Supachai Panitchapdki.
La designación del director general como presidente del CNC había sido cuestionada por numerosas delegaciones de países en desarrollo.
El Grupo Africano se opuso, porque la OMC es una organización intergubernamental que debe seguir siendo gobernada por sus miembros, explicó Chidyausiku.
Finalmente, los africanos y los demás países en desarrollo aceptaron el nombramiento del director general, pero con la aclaración de que «no sienta un precedente» y de que concluirá el 1 de enero de 2005, cuando vence el plazo fijado en Doha para las negociaciones que ahora comienzan.
El CNC resolvió que las negociaciones aprobadas en Doha se realicen en siete organismos, que se ocuparán de agricultura, servicios, acceso a los mercados para productos no agrícolas, normas y comercio y medio ambiente.
Los otros temas de negociación serán el establecimiento de un sistema multilateral de notificación y registro de las denominaciones geográficas de vinos y bebidas espirituosas y las mejoras y aclaraciones del Entendimiento sobre Solución de Diferencias, que equivale al tribunal de la OMC.
Esas negociaciones se llevarán a cabo en organismos ya existentes que se ocupan de esos temas específicos, con la excepción del acceso a los mercados para los productos no agrícolas y las normas, que exigirán la creación de dos nuevos grupos.
La designación de las autoridades de los siete grupos de negociación ya ha abierto un debate entre los países miembros.
El Grupo Africano reclamó que en la elección de los presidentes de esos grupos se aplique el principio de representación equitativa entre países industriales y en desarrollo.
Para que haya un equilibrio mayor, «preferimos que también se nombren vicepresidentes para cada grupo», dijo Chidyausiku.
En el pasado, «algunos nos hemos sentido defraudados y por esa razón ahora estamos decididos a mantenernos alerta durante las negociaciones», justificó el portavoz africano.
En el difícil grupo de agricultura, que enfrenta a los países proteccionistas, en su gran mayoría pertenecientes al bloque de naciones industriales, y a los partidarios del libre comercio agrícola, se menciona como candidato a la presidencia a Stuart Harbinson, de Hong Kong.
El representante de Brasil, Luiz Felipe de Seixas Correa, informó que su país respalda la candidatura de Harbinson. «Tenemos confianza en él. Ya reveló su talento diplomático», dijo el negociador brasileño.
A su vez, el representante de México, Eduardo Pérez Motta, anunció que propondrá para la presidencia de las negociaciones en el Organo de Solución de Diferencias al delegado de Uruguay, Carlos Pérez del Castillo.
Harbinson, en su condición de presidente del consejo general de la OMC, deberá celebrar consultas en los próximos días para nombrar a los presidentes de los grupos de negociación.
Chidyausiku indicó que en la conducta de los presidentes y de todas las negociaciones deberán primar la buena fe, la transparencia y la participación. (FIN/IPS/pc/ff/if/02