COLOMBIA: Presupuesto de guerra

El gobierno de Colombia aumentará el gasto militar para enfrentarse a la nueva etapa de guerra comenzada esta semana con la ruptura de las conversaciones de paz con las rebeldes FARC.

«Se vienen tiempos difíciles, pero responderemos con todo a los terroristas», afirmó el ministro de Hacienda, Juan Santos, al anunciar la reasignación de recursos para fortalecer la lucha contrainsurgente.

El gobierno se propone recortar 1.000 millones de dólares de otras áreas presupuestarias aún no identificadas para incrementar el gasto en seguridad nacional, «que es la garantía de la estabilidad económica», dijo Santos.

Se trata de un monto inferior en sólo 23 por ciento a la ayuda concedida por Estados Unidos al gobierno de Andrés Pastrana para el Plan Colombia, de lucha contra el narcotráfico. Washington aprobó la sugerencia de Pastrana de utilizar parte de esa ayuda en la defensa de obras de infraestructura amenazadas por los guerrilleros.

Estados Unidos también informó que estudia «formas de ayuda específicas» para el difícil momento que vive Colombia, el tercer receptor de su ayuda militar, después de Israel y Egipto.

Esa asistencia ha sido criticados por organizaciones de derechos Humanos, que la consideran un factor de recrudecimiento de la guerra.

El presupuesto del gobierno colombiano suma 32.770 millones de dólares, y el gasto militar equivale a 3,5 por ciento del producto interno bruto.

Santos pidió a los empresarios «mantener la calma» y seguir «invirtiendo, trabajando y produciendo empleo, que es la mejor forma de luchar contra el terrorismo».

La Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo aseguró que la ruptura del diálogo con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), resuelta el miércoles, no tendrá fuerte impacto sobre la economía, dijo Juan Echavarría, director de ese centro de investigaciones del sector privado.

Los empresarios ya estaban preparados «para esperar este suceso», explicó Echavarría. Agregó que la crisis anterior del proceso de paz, verificada en enero, cuando Pastrana emplazó a las FARC a regresar a la mesa de negociaciones, no había repercutido en los principales indicadores.

Así mismo, Santiago Montenegro, presidente de la Asociación de Instituciones Financieras, señaló que las proyecciones macroeconómicas para este año no cambiarán sustancialmente. El gobierno y los empresarios prevén para un crecimiento económico entre dos y 2,5 por ciento.

Montenegro observó que la magnitud del conflicto interno y la incertidumbre ya eran muy altas. «El país y las empresas han tenido una gran capacidad para operar en esas condiciones tan complicadas», afirmó.

Pero Luis Valencia, investigador de la estatal Universidad Nacional, dijo a IPS que si bien los colombianos viven hace casi cuatro décadas en situación de guerra, el conflicto cuesta al país anualmente dos puntos porcentuales de su crecimiento y cerca de 7.000 muertos, en su mayoría no combatientes.

Pastrana exhortó el jueves a la opinión pública a vencer políticamente a las organizaciones guerrilleras, tras admitir la perspectiva de «tiempos difíciles».

Los hechos de esta semana devuelven al país a la situación anterior a enero de 1999, cuando el gobierno y las FARC comenzaron formalmente las conversaciones de paz, aunque con «una gran diferencia, que es que hay unas Fuerzas Armadas más preparadas y con más capacidad» para el combate, dijo el presidente.

«Esperamos como reacción de las FARC más ataques terroristas, ojalá que no sea así, pero si hay una confrontación que sea entre las Fuerzas Armadas y las FARC» , con exclusión de la población civil «y respetando las normas del derecho internacional humanitario y los derechos humanos», agregó.

Tropas del ejército apoyadas por la fuerza aérea ocuparon este viernes el cuartel del Batallón Cazadores, la principal guarnición de la zona de 42.000 kilómetros cuadrados del sudeste que en noviembre de 1998 fue desmilitarizada para celebrar las negociaciones.

La operación estuvo a cargo de dos compañías de las brigadas móviles del ejército, que tuvieron el respaldo de fuerzas especiales entrenadas por Estados Unidos.

El comandante de la fuerza aérea, Héctor Velasco, dijo a la radioemisora Caracol que desde la madrugada del jueves, cuando comenzó la recuperación de la zona desmilitarizada, se realizaron cerca de 200 vuelos sobre esa área.

Los bombarderos hicieron blanco «en 13 importantes objetivos de las FARC, entre los que se cuentan depósitos de insumos para procesar cocaína, estacionamiento de autos robados y pistas clandestinas de aterrizaje», aseguró Velasco.

El jefe militar también informó que se investiga la muerte de tres civiles, dos de ellos menores de edad, en la zona de los operativos.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el colombiano César Gaviria, dijo el jueves que los 34 países miembros de ese foro «han cerrado filas para apoyar a Colombia» y a su gobierno en la tarea de defender la democracia.

Según Gaviria, los países que integran la OEA «están indivisiblemente comprometidos en la lucha frontal contra el terrorismo». (FIN/IPS/yf/ff/ip/02

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