COLOMBIA: Ayuda militar de EEUU contra la guerrilla

El gobierno de Colombia confirmó este miércoles que pretende utilizar para la lucha contra la guerrilla la ayuda militar de Estados Unidos, que estaba destinada en principio a combatir el narcotráfico.

El vicepresidente y ministro de Defensa, Gustavo Bell, explicó que la intención es «usar algunos recursos para proteger la infraestructura del país, que está siendo objeto de ataques terroristas».

Washington aportó 1.300 millones de dólares para el llamado Plan Colombia, de lucha antidrogas y desarrollo, 70 por ciento de los cuales fueron destinados para helicópteros, entrenamiento y el equipamiento de tres batallones especiales.

Ahora, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, planteó al Congreso, en el proyecto de presupuesto para el año fiscal que comienza en octubre, una asistencia extra a Colombia, el tercer receptor de ayuda de Washington después de Israel y Egipto.

Bush pidió el lunes 98 millones de dólares para entrenar y equipar a un nuevo batallón colombiano, que será destinado a proteger las obras de infraestructura, especialmente los oleoductos, del sabotaje de guerrilleros. Esa suma forma parte de un paquete de 700 millones de dólares contra las drogas.

Las organizaciones no gubernamentales Human Rights Watch (HRW), Amnistía Internacional (AI) y la Oficina de Washington para América Latina (WOLA) cuestionaron la utilización de esa asistencia por parte del gobierno colombiano de Andrés Pastrana.

Las tres organizaciones sostienen que el gobierno de Pastrana no ha cumplido con los requisitos humanitarios fijados por el Congreso de Estados Unidos en 2000, cuando aprobó el aporte al Plan Colombia.

Bell declaró a la radio Caracol que, en caso de ser aprobada la ayuda extra por el Congreso estadounidense, Colombia ingresará en una nueva «etapa (de lucha) contra el terrorismo».

Se creará «un nuevo batallón contra el narcotráfico, que además tendría facultades para operar como fuerza de despliegue rápido para repeler los ataques contra la infraestructura petrolera y energética», explicó.

Bogotá solicitó formalmente en noviembre a Estados Unidos autorización para utilizar su ayuda militar antidrogas para combatir las guerrillas, que Washington considera terroristas.

El embajador de Colombia en Washington, Luis Moreno, indicó que la intención de su país es utilizar esos recursos para «llevar mucho más lejos el apoyo que recibe de Estados Unidos, un poco para la seguridad nacional» y para combatir el secuestro, el terrorismo y los ataques contra la infraestructura económica.

El martes, delegados de Washington finalizaron una visita a Bogotá, donde confirmaron que Bush gestionará ante el Congreso la autorización para utilizar los recursos del Plan Colombia en la lucha contra los guerrilleros, al tiempo que las organizaciones humanitarias pedían congelar la ayuda.

Mientras las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) «u otros grupos terroristas estén activos en el tráfico de narcóticos y participen o promuevan el narcotráfico, es justo decir que esto entra en la definición de contradrogas», dijo el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, Marc Grossman, jefe de la misión estadounidense.

Por su parte, Lorne Craner, secretario adjunto de Asuntos para la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo de Estados Unidos, entiende que las organizaciones guerrilleros colombianas perdieron su ideología.

Las FARC, la mayor guerrilla izquierdista colombiana, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda en importancia, y las paramilitares derechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) están incluidas en la lista estadounidense de los 30 grupos terroristas que amenazan la seguridad mundial.

Paz Colombia, la red de organizaciones no gubernamentales colombianas que apoyan una solución negociada del conflicto armado interno, advirtió que se agravará la guerra si se aprueba la ayuda extra solicitada por Bush.

Jorge Rojas, coordinador de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, miembro de Paz Colombia, dijo a IPS que la ayuda militar de Washington «fortalecerá a las Fuerzas Armadas» y se incrementará la guerra, «en la que los civiles indefensos son las principales víctimas».

En Colombia mueren 20 personas por día a causa del conflicto armado, de las cuales sólo cinco son combatientes, según grupos humanitarios.

El Plan Colombia es «un programa de guerra formulado con el pretexto de una inútil lucha antidrogas, en la que el objetivo principal son los cultivos ilícitos ubicados en zonas de influencia guerrillera», apuntó Rojas.

Las organizaciones humanitarias internacionales AI, HRW y WOLA pidieron el martes congelar la entrega pendiente de unos 400 millones de dólares destinados al Plan Colombia, porque el gobierno de Pastrana no ha cumplido con las condiciones que le fijó el Congreso de Estados Unidos.

Entre los requisitos exigidos por los legisladores se incluía la demostración efectiva por parte del gobierno de Pastrana de «un claro y convincente progreso» en áreas claves como los derechos humanos, control civil sobre los militares y el combate a los paramilitares.

José Vivanco, de HRW, señaló que en ninguno de esos tres capítulos se han producido progresos. Las organizaciones reconocen que centenares de oficiales y soldados fueron dados de baja del ejército, pero también indican que no está documentada la razón de su despido, que es una de las exigencias. (FIN/IPS/yf/dm/ip hd/02

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