CHIPRE: Renovado intento de unificación

El presidente de Chipre, el grecochipriota Clafcos Clerides, y su histórico rival, Rauf Denktash, líder de la minoría turca, se reúnen tres veces por semana para hallar una solución al conflicto que divide a ambas comunidades desde 1974.

Clerides, de 82 años, y Denktash, de 77 y al frente de la autoproclamada República de Chipre del Norte, en la zona septentrional de la isla, procuran alcanzar desde enero un acuerdo para unificar el país, que procura su ingreso a la Unión Europea (UE).

La isla del Mediterráneo permanece divida desde 1974, cuando tropas turcas ingresaron al territorio tras un golpe de estado de grecochipriotas, respaldados por el entonces gobierno militar de Grecia.

Alentada por Ankara, la minoría turco-chipriota, 18 por ciento de los 790.000 habitantes, autoproclamó la independencia en la zona septentrional, que comprende 37 por ciento del territorio.

La mayoría grecochipriota, que constituye 78 por ciento de la población, se mantuvo bajo el gobierno democrático de Nicosia, el único reconocido por la comunidad internacional.

Sólo Turquía reconoce a Chipre del Norte, donde mantiene 35.000 efectivos.

Detrás de las sonrisas, los apretones de mano y las cenas compartidas, subyacen las pasiones que enfrentaron a Denktash y Clerides en las últimas tres décadas.

Sin embargo, ésta puede ser la última instancia para forjar un acuerdo. El ministro de Asuntos Exteriores de Grecia, George Papandreou, la consideró «una oportunidad histórica» para Chipre y reclamó a ambas partes voluntad política para alcanzar una solución.

Aunque la negociación se lleva a cabo en un clima de optimismo, su fracaso podría complicar el ingreso de Chipre al bloque de 15 estados europeos, reacio a admitir una nación dividida, y haría más tangible el peligro de que Turquía se anexe la zona septentrional.

La cuestión de Chipre tensiona la relación entre Grecia y Turquía dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y podría poner fin al sueño turco de ingresar como miembro pleno a la UE, en momentos en que logra la estima de Occidente y de Oriente.

«Los riesgos políticos de un fracaso son demasiado grandes», afirmó el dirigente turco chipriota Mustafá Akinci.

La primera ronda de 12 encuentros concluyó con éxito, mientras la segunda, que se iniciará este viernes con la presencia de observadores neutrales, constituirá la «verdadera negociación» en la que se efectuarán «concesiones recíprocas» y cuyos resultados se conocerán en junio, dijo el enviado especial de la ONU, Alvaro de Soto.

Entonces se sabrá qué parte del tercio del territorio ahora en manos de los turcochipriotas es cedida a la mayoría griega.

Los turcochipriotas reclaman a su vez una unificación que respete cierta forma de soberanía territorial para cada comunidad étnica. Pero la mayoría griega desea un fuerte gobierno central y el libre movimiento de la población.

Los negociadores deberán considerar la delicada situación de los refugiados. Unos 200.000 grecochipriotas huyeron al sur y más de 60.000 turcochipriotas escaparon al norte, cuando las tropas de Turquía, a la sazón garante internacional de la independencia de Chipre, invadió al país en los años 70.

Resoluciones de la ONU (Organización de Naciones Unidas) y fallos de tribunales europeos reconocieron el derecho de los refugiados a regresar a sus hogares.

Pero el punto es resistido por los turcochipriotas, pues si se hiciera efectivo el retorno de todos los refugiados, quedarían en minoría en el área que aseguran controlar.

«A casi 30 años de la invasión turca y el desplazamiento de poblaciones, el manido asunto del regreso de los refugiados es más que nada una consigna. Reclamamos un derecho que, aun si se respeta, jamás ejerceremos», escribió Loucas Charalambous en el diario Sunday Mail.

«Dudo que más de 100 refugiados estén dispuestos a volver a los hogares que tenían antes de 1974, bajo el gobierno de los turcos» debido a la pobreza y la inseguridad de la zona, sostuvo.

Sin embargo, «el reconocimiento del derecho de propiedad es una cuestión diferente, y desde luego debemos insistir en que se devuelvan las propiedades o, de lo contrario, se paguen compensaciones», agregó Charalambous.

Una solución similar eliminaría el principal obstáculo para un entendimiento, y abriría las puertas a la ayuda económica que han prometido la UE y Estados Unidos.

De hecho, el arreglo beneficiará más a la minoría turca y a Ankara, que destina 300 millones de dólares anuales para sostener su enclave, que al resto del país, cuya economía es mucho más vigorosa.

Con o sin turcochipriotas, la UE aceptará a Chipre como miembro pleno en 2004.

«Seguro que querría ir a trabajar al sur, tienen salarios decentes. Pero por la noche, quiero volver a dormir entre mi gente», dijo un conductor de autobús.

Persisten las dudas sobre los verdaderos deseos de unificación de la población, cuyos lazos con Grecia y Turquía parecen más fuertes que con los ancestros que habitaron la isla miles de años antes de Cristo. Hititas, fenicios, egipcios, persas, griegos, romanos, el imperio otomano y el imperio británico estuvieron envueltos en la historia de Chipre.

El proceso de transición será largo y requerirá de la participación internacional para aliviar las tensiones. Los grecochipriotas consideran que las tropas turcas son una fuerza de ocupación, pero son salvadores para los turcochipriotas.

Una generación creció sin contacto con la comunidad rival. Los ciudadanos comunes se preguntan si coexistirán en dos entidades separadas o podrán, como en la oriental aldea de Pile, compartir la misma tierra pese a las amarguras del pasado. (FIN/IPS/tra- eng/ht/sm/dc/ip/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe