El izquierdista Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), de Chile, negó este lunes vinculación con el secuestro del empresario brasileño Washington Olivetto y aseguró que su ex dirigente Mauricio Hernández actuó a título personal en esa ocasión.
El FPMR, que realizó acciones armadas contra la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), señaló en una declaración pública que el grupo en la actualidad «está unido en torno a la construcción de un nuevo proyecto político, empeño que iniciamos en 1996».
El proyecto «tiene como norte la generación de un gran movimiento social, principal protagonista de la lucha por las transformaciones que la sociedad necesita con urgencia», explicó.
«Desde México hasta Argentina, los pueblos de América se organizan y resisten de las más diversas formas a gobiernos y políticas, que en su gran mayoría son funcionales a los intereses de minorías adineradas, y sobre todo a los de Estados Unidos», añadió el FPMR respecto de los movimientos guerrilleros en el continente.
Hernández permanece detenido en Brasil desde el 1 de este mes, cuando fuera apresado por la policía en Serra Negra, a 150 kilómetros de Sao Paulo, junto a otros cinco chilenos por el secuestro del millonario publicista Olivetto, quien estuvo 53 días en cautiverio.
Los secuestradores, que pedían un rescate de 10 millones de dólares, fueron denunciados por el dueño de la casa que arrendaron. Seis fueron detenidos, el resto logró huir y Olivetto fue liberado.
El ex insurgente Hernández participó en 1986 de un atentado contra Pinochet, y fue condenado como autor intelectual del asesinato del senador derechista Jaime Guzmán y por el secuestro de Cristián Edwards, hijo del propietario del diario El Mercurio. Ambos delitos fueron cometidos en 1991.
En 1996 escapó, junto a otros tres miembros del FPMR, en un helicóptero desde la cárcel de Alta Seguridad de Santiago, donde se encontraba cumpliendo la pena de cadena perpetua.
Para el FPMR, la participación de Hernández en el secuestro de Olivetto «refleja una conducta consecuente con una opción ideológica y de vida, que concibe la libertad conquistada como una nueva oportunidad para la lucha contra el común enemigo de los pueblos, el imperialismo y sus políticas neoliberales».
Sin embargo, el grupo izquierdista apuntó que la acción de Hernández puede obstaculizar su trabajo para integrarse a la vida política de Chile, intención expresada en diciembre al cumplirse 18 años de su fundación.
«Buscamos un poder propio del pueblo, no aspiramos a espacios o sillones y menos rebajarnos a buscar el reconocimiento legal de instituciones corruptas y cupulares», advirtió el FPMR en su declaración divulgada este lunes.
La captura de Hernández en Brasil ha impulsado nuevamente a los partidos de derecha a solicitar al gobierno de Ricardo Lagos que intensifique la búsqueda de Pablo Muñoz Hoffman, Ricardo Palma Salamanca y Patricio Ortiz, también condenados por el asesinato de Guzmán y fugados en 1996 junto al ex guerrillero.
Hasta ahora sólo se sabe el paradero de Ortiz, quien se encuentra estudiando en una universidad de Suiza, país que no autorizó su extradición a Chile.
El gobierno chileno supone que Hoffman y Palma Salamanca se encuentran en Cuba, a cuyas autoridades han solicitado información desde 1997 sin obtener resultados.
También suponen que Hernández estuvo en Cuba, donde habría tomado contacto con otros grupos guerrilleros de América Latina.
Respecto de la posible presencia en Cuba de los dos ex guerrilleros fugados, la portavoz del gobierno, María Eliana Arntz, dijo que no influirá en la posición que Chile adopte respecto de la isla en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, que sesionará en abril.
También descartó realizar gestiones a favor de los chilenos detenidos en Brasil, y precisó que ya se solicitó a la Corte Suprema de Justicia la autorización para pedir la extradición de Hernández al país.
El gobierno de Lagos ha desechado la reactivación de movimientos guerrilleros en el país y cualquier relación con las organizaciones indígenas, como señalaban algunas versiones de prensa.
Los movimientos indígenas de Chile también negaron supuestos contactos con los secuestradores de Olivetto en Brasil, señalando que quienes sostienen esas versiones buscan quitar legitimidad sus acciones en el sur del país para recuperar sus ancestrales territorios.
En tanto, el Partido Comunista (PC) aclaró que tampoco comparte las acciones de Hernández, pero criticó a la Unión Demócrata Independiente (UDI), fundada por el asesinado Guzmán, por «pretender levantar el tema del secuestro y hablar de derechos humanos» y no pronunciarse sobre los delitos contra la humanidad de la dictadura de Pinochet.
La UDI «avaló todos los secuestros y torturas en el país», dijeron portavoces del PC.
También reconocieron que existe una fracción importante del FPMR «que está por buscar la reinserción política» y rechazó las hipótesis que plantean un rearme de los movimientos armados en Chile. (FIN/IPS/as/dm/ip/02