CAMBOYA: Democracia fortalecida por elecciones locales

La elección de gobiernos locales en Camboya, realizada por primera vez en forma democrática pese a un clima previo de violencia, determinó el ingreso a las concejos comunales de representantes de la oposición.

Los datos disponibles indican que el gobernante Partido Popular Camboyano (PPC) fue el más votado, pero el opositor Partido Sam Rainsy (PSR) también tiene motivos para festejar, ya que obtuvo respaldo suficiente para estar representado en los 1.621 concejos de las 22 provincias.

Eso significa el fin del dominio absoluto en los municipios del PPC, del primer ministro Hun Sen.

Las elecciones «marcan un dramático en la política de base en Camboya, y tendrán un impacto nacional en el futuro», comentó el investigador Sunai Phasuk, de la Red Asiática por Elecciones Libres (Anfrel, por sus siglas en inglés), con sede en Bangkok, que supervisó los comicios realizados el domingo.

«Ya no habrá un Estado con un solo partido en el nivel de base, y el PPC ya no tendrá el poder local abrumador del cual disfrutó», añadió.

El observador electoral camboyano Koul Panha opinó que el resultado electoral contribuirá a la democratización, y en especial a la efectiva implementación de controles sobre la administración de las comunas.

«La presencia del PSR mejorará la calidad del gobierno comunal, y determinará que el PPC sea más responsable de sus actos», afirmó Panha, director ejecutivo de la Comisión por Elecciones Libres y Justas en Camboya, de Phnom Penh.

Los comicios del domingo fueron parte de un proceso de democratización que incluyó elecciones generales en 1993 y 1998, tras décadas de conflicto e intervención en gran escala de la organización de las Naciones Unidas a comiebnzos de los años 90.

Las comunas fueron creadas en 1908, durante la dominación colonial francesa, como unidades administrativas con cometidos de control político y recaudación de impuestos. El PPC las controló por completo desde 1979, tras el derrocamiento del genocida régimen del Jemer Rojo.

Antes de las elecciones se habían registrado incidentes violentos que incluyeron el asesinato de más de 15 candidatos, en su mayoría opositores, pero la jornada del domingo transcurrió en paz, con participación de más de 80 por ciento de los seis millones de personas habilitadas para votar.

«Se registró un clima positivo y por momentos festivo en los locales de votación, sin que haya informes de violencia o de actos graves de intimidación», señaló Anfrel este martes, en un informe preliminar sobre el desarrollo de los comicios.

Los ciudadanos «se presentaron a votar temprano en grandes cantidades. Fue frecuente que a las 9 o las 10 de la mañana la mayoría de los habilitados de un circuito electoral ya hubieran sufragado», indicó el equipo de observadores de Anfrel, que visitó todas las provincias.

Panha apuntó que el proceso de escrutinio se realizaba sin dar lugar a sospechas, en forma «eficiente y sin irregularidad alguna.

Activistas por los derechos de la mujer esperan que el resultado electoral detemine un significativa aumento de la presencia femenina en las comunas.

Hubo más de 12.000 candidatas del PPC, el PSR y el realista Partido Funcinpec, y antes de los comicios sólo cuatro de las comunas eran presididas por mujeres.

Las mujeres fueron 20 por ciento de los candidatos del PSR, 14 por ciento de los del Funcinpec y 13 por ciento de los del PPC, indicó Lorraine Corner, directora de la oficina en Bangkok para Asia-Pacífico del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer.

«Estoy impresionada por la cantidad de candidatas», señaló la funcionaria, quien expresó su esperanza de que las elegidas «pongan cuestiones de la mujer en la agenda de los próximos concejos comunales», entre ellas la de la violencia contra la mujer.

Esa violencia afectó a las propias candidatas, tres de las cuales estuvieron entre los aspirantes a integrar los concejos asesinados antes de las elecciones.

Activistas humanitarios y observadores electorales registraron unos 250 casos de intimidación, amenazas y otros incidentes violentos durante la campaña. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, hubo evidencia de que autoridades locales amenazaban a aldeanos para influir sobre su conducta electoral.

Eso significa que el proceso estuvo lejos de ser por completo libre y justo, y el PPC ha sido acusado de aceptar que sus cuadros y simpatizantes apelaran a la violencia para mantener el control de los gobiernos locales.

Los crítico stambién consideraron preocupante que la Comisión de Elecciones Nacionales (CEN) no haya permanecido neutral ni brindado garantías eficaces del proceso democrático.

«La CEN mostró su incompetencia ante los informes sobre violencia», opinó Panha.

Sunai sostuvo que la CEN, cuya mayoría está formada en la actualidad por personas leales al PPC, debe ser reformada para que pueda garantizar en el futuro la realización de comicios libres y justos.

La comisión prohibió la difusión por televisión de debates entre candidatos, y eso perjudicó en especial a los opositores, que contaban con menos posibilidades de difundir sus opiniones.

La comunidad internacional y países donantes deben tener en cuenta esos hechos, y lograr que el PPC «se comprometa a realizar elecciones sin violencia ni intimidación, para ayudar a Camboya a alcanzar la democracia», enfatizó Sunai. (FIN/IPS/tra- eng/mmm/mp/ip hd/02

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