/BOLETIN/AMBIENTE/ AMBIENTE: Progreso limitado o nulo desde Cumbre de la Tierra

La comunidad internacional no ha cumplido su compromiso de evitar el deterioro del ambiente mundial, lamentó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.

Esa promesa fue formulada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, también conocida como Cumbre de la Tierra, celebrada en junio de 1992 en Río de Janeiro, Brasil.

Allí, líderes de todo el mundo prometieron erradicar la pobreza, cambiar el modelo de consumo y producción, salvar los ecosistemas del planeta e impedir la desforestación.

«Se han hecho algunos progresos en cuanto a la adopción de medidas para proteger el ambiente, pero el estado del ambiente mundial todavía es frágil y las medidas de conservación distan de ser satisfactorias», señaló Annan en un informe de 69 páginas publicado el lunes pasado.

Además, no ha habido grandes cambios en los «modelos insustentables de consumo y producción», observó el secretario general.

Cerca de 15 por ciento de la población mundial, la mayoría en países industrializados, representa 56 por ciento del consumo mundial, mientras el 40 por ciento más pobre representa apenas 11 por ciento del consumo.

«En algunos aspectos, las condiciones son peores ahora que hace 10 años», destacó Annan.

El informe fue publicado el lunes para coincidir con el comienzo de las reuniones preparatorias para la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sustentable, a celebrarse en Johannesburgo, Sudáfrica, del 26 de agosto al 4 de septiembre.

Uno de los motivos de la deficiente aplicación de las decisiones de la Cumbre de la Tierra es la falta de confrontación al creciente poder de las compañías multinacionales, afirmó Kenny Bruno, coordinador de proyectos de la ONU de la organización no gubernamental estadounidense CorpWatch.

«Ese poder impulsó el modelo de globalización que marginó la Agenda 21», el documento que encarna las promesas realizadas en Río de Janeiro, dijo a IPS.

Como resultado, agregó, la agenda ambiental quedó subordinada a las normas de comercio e inversión, en lugar de ser a la inversa.

El grupo de Bruno es uno de los más férreos opositores del Pacto Mundial de la ONU, una asociación entre el foro mundial y grandes empresas multinacionales para promover el respeto a los derechos humanos, ambientales y laborales.

Los críticos consideran que el Pacto ofrece a las transnacionales la oportunidad de lavar su imagen sin realizar compromisos firmes y ejecutables para mejorar sus prácticas.

El deterioro del ambiente mundial se hizo evidente en diversos fenómenos en los últimos 10 años, según el informe de Annan.

El agua dulce es cada vez más escasa en muchos países debido al uso agrícola, que representa 70 por ciento del consumo. Sólo 30 por ciento del agua es absorbida por los cultivos, mientras el resto se desperdicia.

Más de 11.000 especies están amenazadas y 800 se han extinguido debido a la pérdida de sus hábitats. Otras 5.000 especies podrían padecer riesgo de extinción a menos que se tomen medidas para revertir la disminución de su población, dice el estudio.

Mientras, un cuarto de las pesquerías del planeta están sobreexplotadas y la mitad están plenamente explotadas. La captura de peces del océano Atlántico y algunas partes del Pacífico alcanzó su potencial máximo hace años.

Sin embargo, sólo uno por ciento de las aguas oceánicas están protegidas.

El informe también señala que muchos bosques naturales son convertidos a la agricultura, y que el ritmo mundial de desforestación en la década de 1990 se estimó en 14,6 millones de hectáreas por año, en su mayoría en países en desarrollo. La tasa neta de desforestación fue más elevada en Africa y América del Sur.

Así mismo, cerca de 27 por ciento de los arrecifes de coral del planeta se perdieron por el impacto humano directo y los efectos del cambio climático, y se estima que otro 32 por ciento se destruirán funcionalmente en los próximos 30 años si no se adoptan medidas correctivas.

El mayor incremento en el uso de energía ocurrió en los medios de transporte, 95 por ciento de los cuales utilizan petróleo como combustible. Se prevé que las emisiones de dióxido de carbono de este sector aumentarán 75 por ciento en el 2020.

En cuanto a la pobreza, el progreso ha sido «muy limitado», y la globalización en sí mismo no ha beneficiado a la mayoría de los seres humanos.

El número de personas que viven con menos de un dólar al día cayó apenas de 1.300 a 1.200 millones entre 1990 y 1998, en una población mundial de 6.000 millones. (FIN/IPS/tra-en/td/aa/mlm/en/02

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