Agresiones físicas y verbales obligaron esta semana al secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Santiago Cantón, a interrumpir en la capital venezolana una evaluación preliminar sobre la libertad de expresión en el país, donde la crispación política es palpable.
Cantón, quien finalizó el viernes una visita de tres días a Caracas, debió suspender ese día la conferencia de prensa en la que había comenzado a presentar sus comentarios, debido a incidentes en la sala protagonizados por numerosas personas ajenas al periodismo.
Seguidores de Chávez acusaron de «vendidos» a los delegados de la CIDH, mientras gritaban «digan la verdad», entre otras consignas, y se enfrentaron con opositores al gobierno.
La visita de Cantón se concretó un mes después de que se realizara una manifestación de simpatizantes del presidente Hugo Chávez contra el diario El Nacional, al que acusaron de «decir mentiras» y de participar en una «campaña mediática» contra la revolución bolivariana que encabeza Chávez desde hace tres años.
La CIDH, además de evaluar la libertad de expresión en Venezuela, prepara una visita en pleno de sus miembros para hacer un balance general de los derechos humanos en el país.
Carlos Correa, estudioso de la libertad de expresión y coordinador del Programa Venezolano de Derechos Humanos (Provea), dijo a IPS que el incidente «refleja el clima de intolerancia» en el país, lo cual «no le está haciendo bien a la labor informativa».
«Ese tipo de eventos no favorecen el desarrollo normal de una visita de este tipo y tampoco ayuda a que pueda hacerse un seguimiento ecuánime de la situación de los derechos humanos en Venezuela, y en particular sobre la libertad de expresión», señaló.
Correa precisó que las organizaciones humanitarias no gubernamentales habían insistido en la necesidad de que la CIDH hiciera una visita de evaluación, la cual está pautada para mayo
Cantón señaló durante su presencia en Caracas que «la libertad de expresión no es sólo la libertad de poder expresarse, sino que comprende también que no existan consecuencias negativas por lo expresado».
Además, pidió que los propios medios de comunicación de Venezuela sigan un código de ética y que no sea el Estado el que regule, a través de leyes, las programaciones o contenidos.
Debe existir pluralidad y equidad en la prensa, para representar las distintas opiniones presentes en la sociedad, apuntó Cantón, tras aclarar que sus apreciaciones tenían carácter preliminar,
El secretario de la CIDH añadió que pudo constatar «numerosos casos de agresiones a periodistas, camarógrafos y fotógrafos en los últimos meses», y reconoció «la valentía y dignidad» de los comunicadores venezolanos.
Del mismo modo, agradeció la colaboración del gobierno de Chávez.
Cantón se reunió con organizaciones no gubernamentales, directores y propietarios de medios de comunicación, asociaciones profesionales del sector y con altos funcionarios, pero no fue recibido personalmente por Chávez.
Existe preocupación de que el clima político de enfrentamiento que afronta Venezuela influya en la cobertura informativa, comentó el funcionario, que hasta el año pasado fue el relator especial para la libertad de expresión de la CIDH, dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Algunas situaciones de agresiones contra los periodistas y medios podrían llevar a la autocensura, agregó.
El organismo de la OEA decidió enviar una misión a Venezuela después de que el 7 de enero seguidores de Chávez protestaran frente a las puertas del diario El Nacional.
Esa manifestación se realizó al día siguiente de que el mandatario criticara con dureza a los medios desde su programa radial semanal, en especial contra los propietarios de El Nacional.
La CIDH dictó medidas cautelares a favor de El Nacional el 9 de enero y pidió a Caracas una especial protección para todos los medios informativos del país.
Sin embargo, los simpatizantes de Chávez han agredido verbalmente a periodistas en las manifestaciones públicas de las dos últimas semanas, en las que se ha evidenciado una marcada polarización y agitado clima político.
En ese marco, el 31 de enero estalló un explosivo contra la sede del diario «Así es la noticia».
Cantón, en declaraciones realizadas a Unión Radio horas después de la abortada conferencia de prensa, aconsejó a las autoridades y organizaciones políticas y sociales de Venezuela que «lo importante es que haya un clima de tolerancia en el debate».
Precisó que el Estado «tiene el rol principal» en ese sentido, además de señalar que la relatoría de libertad de expresión de la OEA viene alertando desde 1999 sobre los efectos sociales y políticos de las críticas de Chávez a los medios y a los periodistas, «emitidas desde la posición de autoridad».
Venezuela «está llegando a agresiones verbales generalizadas», que a su juicio se relacionan con el insistente discurso de las principales autoridades del país, en los últimos tres años. (FIN/IPS/ac/dm/ip hd/02