El costo fiscal de la compensación a los afectados por la devaluación en Argentina equivaldrá a cuatro por ciento del producto interno bruto, indicó este miércoles el ministro de Economía Jorge Remes Lenicov, quien lamentó no contar con un apoyo más contundente del FMI.
Remes Lenicov justificó, ante representantes de la prensa extranjera, la transferencia de ingresos producida como consecuencia de las medidas para resolver la crisis, y aseguró que el costo fiscal será menor al que debieron afrontar en el pasado México, Chile o Malasia en situaciones similares.
Además, afirmó, los ahorros mantendrán su poder adquisitivo en pesos, la moneda nacional.
Sin embargo, los ahorradores en dólares no están conformes con el pasaje de sus depósitos a pesos. La moneda argentina se cotizará a tales efectos a 1,40 dólares, cuando el dólar libre se cotiza en torno de dos pesos.
Este miércoles, muchos ahorradores protestaron frente a algunos bancos del centro de Buenos Aires con cacerolas y pancartas, uno de los cuales rezaba: «Pusimos dólares, queremos dólares».
María Elena Fernández tenía en el Citibank un depósito de 5.000 dólares, de los cuales 2.000 convertidos a pesos fueron vertidos sin su firma en una caja de ahorros.
«Hacen lo que quieren con nuestro dinero. Yo mandé cartas documento (intimaciones) pero no sirve de nada. Ahora lo único que quiero es mi depósito en dólares porque me voy a vivir a España. Ya no confío en Argentina, ni en sus gobernantes, y mucho menos en su moneda», dijo Fernández a IPS.
Mientras, la fiscalía federal pidió a la justicia que investigue al presidente Eduardo Duhalde y a sus ministros por «incumplimiento de deberes de funcionario público», «abuso de poder» y otros delitos.
La demanda se refiere al decreto que suspende por 180 días de los recursos judiciales presentados por los ahorradores para recuperar sus depósitos.
El mantenimiento de las restricciones al manejo de los depósitos había sido declarada «inconstitucional» por la Corte Suprema de Justicia el viernes, por lo que se preveía una avalancha de reclamos judiciales esta semana.
Duhalde se anticipó y el lunes temprano emitió el decreto de suspensión de los recursos, muy cuestionado por abogados y constitucionalistas.
Remes Lenicov justificó la decisión de pasar a pesos —con la cotización a la par del dólar que regía desde 1991— las millonarias deudas en dólares de grandes empresas.
Compañías que reciben ingresos en dólares por sus exportaciones, como la petrolera Repsol o la de energía Pecom, se beneficiaron con la pesificación de sus deudas, de casi 400 millones de dólares cada una en estos dos casos.
«Las reglas debían ser simples e iguales para todos», sostuvo Remes Lenicov, quien dijo no estar de acuerdo en «discriminar» a las empresas exportadoras —beneficiadas con la devaluación— o a las que tienen patrimonios importantes como para responder por sus deudas.
No obstante, aclaró que no se trata de una «licuación» de pasivos, porque a las deudas pasadas a pesos y se les aplicará una indexación mensual según el costo de vida, además de la tasa de interés que fije el banco.
El gobierno negocia con las empresas petroleras el porcentaje de un impuesto a sus exportaciones, y comenzará a dialogar dentro de 10 días con las compañías de servicios públicos privatizados sobre las nuevas tarifas, luego de derogada la prerrogativa de cobrarlas en dólares.
En cuanto al mercado de cambios, cuya apertura prevista para este miércoles se postergó hasta el lunes próximo, Remes Lenicov consideró que el esquema será ahora más parecido a los de Brasil y Uruguay, lo que facilitará la coordinación macroeconómica tantas veces anunciada.
El Ministerio de Economía había dispuesto que el lunes y martes habría feriado cambiario y bancario. Pero finalmente permitió desde este miércoles algunas operaciones bancarias y se postergó hasta el lunes la apertura del mercado de cambios, en que debutará el dólar libre.
Remes Lenicov se negó a revelar si el Banco Central intervendrá en el mercado, ni si habrá bandas de flotación, pero manifestó su confianza en que la apertura «será buena».
En este sentido, dijo que hubiera esperado un apoyo «más contundente» del FMI (Fondo Monetario Internacional), que había propuesto liberalizar el mercado de cambios.
El FMI evitó hacer referencia directa a las medidas anunciadas por el ministro el domingo, pero Remes Lenicov aseguró que en los próximos días comenzarán las negociaciones para obtener ayuda financiera, lo que a su vez permitirá desbloquear el respaldo que condicionaron gobiernos extranjeros.
Para el funcionario, la crisis sin duda tiene «un costo muy elevado», que aun antes de las medidas se manifestaba en una pérdida de 16 por ciento en la renta por persona respecto de cuatro años atrás, pero se aclaró que el costo fiscal de la recuperación fue mucho mayor en otros países en que hubo crisis similares.
Remes Lenicov había anunciado el domingo el pasaje a pesos de todas las deudas en dólares, tanto las de los particulares con bancos y acreedores privados como las de empresas pequeñas y grandes, y las del propio Estado con bancos, aseguradoras y administradoras de fondos de jubilaciones.
El costo de la pesificación será compensado con la transformación a pesos de algunas deudas del Estado, y el resto se financiará con un bono cuya emisión, según distintas versiones, será de entre 16.000 millones de dólares y más de 20.000 millones.
Remes Lenicov anticipó, además, que el presupuesto de este año será muy austero, con un desequilibrio fiscal de 3.000 millones — 7.000 millones menos que en 2001—, y que se prevé una inflación de 15 por ciento para todo el año y una caída del producto interno bruto de casi cinco por ciento. (FIN/IPS/mv/mj/if/02