VENEZUELA: Tensión en los medios de prensa

Una manifestación de partidarios del presidente venezolano Hugo Chávez que bloqueó las puertas del diario El Nacional, se sumó a los ataques verbales del propio mandatario contra la prensa opositora.

Militantes del gobernante Movimiento V República (MVR) y de los Círculos Bolivarianos, creados por Chávez, se apostaron en la noche del lunes en los accesos a El Nacional, uno de los periódicos más influyentes del país, y cerraron el paso durante más de una hora, mientras golpeaban cacerolas, hasta que intervino la policía.

La manifestación, sin precedentes desde el restablecimiento de la democracia en 1958, se produjo un día después de que Chávez atacara a El Nacional en su programa radial «Aló, presidente». Analistas y organizaciones de periodistas consideraron el incidente un atentado contra la libertad de expresión.

«Deploramos muchísimo este hecho, sobre el cual veníamos alertando. Los constantes ataques verbales (del presidente) van mermando el clima de respeto para el libre ejercicio del periodismo y la libertad de expresión», dijo a IPS Gregorio Salazar, secretario del Sindicato de Trabajadores de la Prensa.

«Estamos entrando en un período de conflictividad», y los periodistas «se han convertido en un blanco de grupos ligados al MVR», afirmó Salazar, también representante regional para América Latina de la Federación Internacional de Periodistas (FIP).

«El diario El Nacional lo que da es lástima», había dicho el domingo el presidente, quien criticó «la campaña contrarrevolucionaria» de ese periódico contra su gobierno.

«Me han dicho que esta posición ha hecho caer las ventas de este pobre periódico, que ahora debe quitar (pedir) préstamos bancarios para sobrevivir», añadió.

Grupos políticos adversarios de Chávez acusaron en 1998 a El Nacional de apoyar al actual mandatario durante la campaña para las elecciones presidenciales de diciembre de 1998, que ganó. Alfredo Peña, ex director del diario, fue cercano colaborador del gobierno, pero en el último año tomó distancia del mismo.

El actual director de El Nacional, Miguel Henrique Otero, afirmó este martes que la manifestación realizada por partidarios de Chávez fue «un intento de amedrentamiento» planificado.

«Allí estaban empleados de la Alcaldía de Caracas y concejales oficialistas (…) Es la misma turba que usan para quemar la bandera de Estados Unidos y para perturbar las protestas contra el gobierno», aseguró.

Fue «una agresión contra un medio que publica lo que ocurre en la calle y no lo que ellos quieren», dijo Otero, quien responsabilizó de lo ocurrido a Chávez y al alcalde de Caracas, Freddy Bernal, y advirtió que actos semejantes pueden producirse contra otros periódicos.

Los ataques verbales de Chávez contra la prensa han sido constantes desde 2000.

El presidente ha señalado por su nombre a propietarios de medios de comunicación que considera «contrarrevolucionarios», y en más de una ocasión insinuó la posibilidad de iniciar juicios contra ellos, por cuestiones impositivas o de sucesión en la propiedad de órganos de prensa.

El relator de libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Santiago Cantón, expresó en su informe de 2000 preocupación por esas actitudes.

«Las expresiones del presidente Chávez (…) contra comunicadores sociales y medios de comunicación, emitidas desde la posición de autoridad que ocupa el primer mandatario, podrían tener un efecto intimidatorio sobre la prensa y la sociedad», opinó.

El Comité para la Protección de Periodistas, con sede en Nueva York, y la organización Reporteros sin Froteras, con sede en París, sostuvieron el año pasado que el discurso presidencial podía incentivar a partidarios del gobierno a atacar a medios de comunicación y periodistas.

Durante 2001 se produjeron agresiones verbales contra periodistas, fotógrafos y camarógrafos durante varias manifestaciones públicas.

La emisora de noticias por televisión Globovisión, señalada en varias ocasiones por Chávez como «contrarrevolucionaria», indicó a sus trabajadores que no usaran identificaciones para evitar que los agredieran.

El diario El Universal ha reforzado la fachada de su sede con una verja metálica.

Lo ocurrido el lunes a las puertas de El Nacional «es un elemento más en una cadena de hechos que no crean un clima favorable para el pleno ejercicio de la libertad de expresión», dijo a IPS el investigador en la materia Carlos Correa, doctor en Ciencias de la Comunicación.

Los partidarios de Chávez tenían derecho a manifestarse en público, pero a no a impedir que se ingresara o se saliera del diario ni a amenazar a los periodistas, y menos aun a tomar fotografías de las personas que estaban dentro del edificio, opinó.

«Todo eso constituyó un acto intimidatorio», comentó.

Chávez y sus partidarios pueden dejar de comprar un periódico si piensan que difunde mentiras, o fundar otros que expresen sus intereses, señaló.

«Se trata de que todos se puedan expresar libremente», agregó.

El 27 de junio, durante la celebración del Día del Periodista, Chávez reconoció que ha mantenido «un complejo sistema, muy complejo, de relación con los medios» de comunicación desde que asumió el gobierno en febrero de 1999.

Eso era «inevitable», debido a las relaciones de la prensa, la radio y la televisión con «el poder económico», sostuvo.

Chávez cumplirá el 2 de febrero tres años en el poder, durante los cuales ha impulsado lo que llama una «revolución social bolivariana».

Ese proceso implicó cambios políticos e institucionales sin precedentes hasta mediados de 2000, y en los últimos meses ha aumentado la confrontación entre el gobierno y diversos sectores sociales y políticos. (FIN/IPS/ac/ff-mp/ip ic/02

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