El parlamento venezolano comenzó a debatir este martes reformas tributarias propuestas por el gobierno, que busca aumentar sus ingresos para financiar un aumento de los salarios públicos y un plan de microcréditos.
El presidente de la Asamblea Nacional (parlamento), William Lara, indicó que la propuesta del gobierno ingresó al cuerpo este martes, que se debatirá con carácter urgente y que incluye la ampliación del impuesto al valor agregado (IVA) y la reactivación del impuesto a las transacciones bancarias (IDB).
El presidente Hugo Chávez anunció la iniciativa el 15 de enero, en su mensaje anual ante el parlamento, pero negó que el proyecto responda al preludio de una crisis fiscal, y sostuvo luego que se castigará a grandes bancos y empresas que evadan impuestos.
El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, explicó al detallar la reforma tributaria que la recaudación adicional de este año se destinará a financiar un aumento del salario mínimo en el sector público y el plan estatal de microcréditos «para favorecer a la población más pobre».
El Ministerio de Finanzas calcula que el IDB —que sólo se aplicaría durante un año— y la ampliación del IVA le permitirán al Poder Ejecutivo contar con 1.000 millones de dólares adicionales en 2002.
El salario mínimo, en torno de 200 dólares, podría ser elevado 10 por ciento en mayo, en coincidencia con el Día Internacional de los Trabajadores, que se celebra el 1 de ese mes.
En tanto, el gobierno desarrolla un plan para «democratizar el capital» con pequeños créditos canalizados por los bancos de la Mujer y del Pueblo Soberano.
Analistas vincularon la ampliación del IVA y la introducción del IDB —que ya fue aplicado en 1999, cuando los precios petroleros estuvieron en su nivel más bajo en una década— a las perspectivas del mercado petrolero internacional, cuyo comportamiento afecta directamente a la economía venezolana.
Las exportaciones petroleras de 2001 fueron 22 por ciento menores que las del año anterior, tanto por la contracción de precios como por la reducción de producción acordada en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
La caída fue de 6.175 millones de dólares. El petróleo aporta 40 por ciento del presupuesto nacional y representa 75 por ciento de las exportaciones de este país.
A fines de 2001, un alto funcionario del Banco Central de Venezuela dijo a IPS que este «será un año muy, muy difícil», y que se presentarán problemas para la ejecución de planes gubernamentales.
El presupuesto de 2002 presenta un déficit de alrededor de 4.000 millones de dólares, según las propias cuentas oficiales.
Sin embargo, ni Chávez ni Merentes han admitido problemas en las cuentas públicas por la caída de las ventas de 2001 y por las poco optimistas proyecciones del mercado petrolero internacional para este año.
Por otra parte, el ministro de Finanzas reiteró que la propuesta oficial tiene un tinte social y que los sectores más pobres no se verán afectados.
Por ejemplo, las cuentas bancarias que tengan un movimiento promedio mensual por debajo de unos 500 dólares estarán exentas del IDB.
«Esto significa que el gran conglomerado que tiene menos de tres salarios mínimos o que efectúa transacciones de tres salarios mínimos a nivel mensual, no pagará el débito bancario», precisó.
En tanto, el IVA se ampliará a aspectos considerados de lujo, como automóviles y motocicletas, así como vuelos aéreos nacionales y otra serie de productos y servicios que hasta ahora estaban exentos.
Merentes precisó que la educación y las viviendas de interés social continuarán excluidas del IVA.
Las autoridades trabajan además en la modernización de las aduanas, y en pocas semanas presentarán al parlamento un proyecto de ley para crear el «monotributo» —régimen simplificado de recaudación de impuestos a la actividad de pequeños y medianos contribuyentes— y para reformar el impuesto al licor y el tabaco.
Además de sus proyectos legislativos en la materia, el gobierno de Chávez anunció que aplicará una política de «mano dura» contra los evasores, especialmente cuando se trate de «las grandes empresas y sector bancario».
El mandatario aseguró el domingo, en su programa radial «Aló, presidente», que 50 grandes bancos habían evadido el pago de impuestos y que 1.000 empresas son investigadas por la Superintendencia de Administración Tributaria (SENIAT).
De acuerdo con las cifras ofrecidas por el presidente Chávez, esto representó para el fisco una merma de ingresos de unos 800 millones de dólares en impuestos evadidos por los bancos y de otros 600 millones de dólares no abonados por las grandes empresas.
El director del SENIAT, Trino Alcides Díaz, descartó este martes que se pretenda aplicar «un terrorismo tributario», como había señalado la principal organización empresarial del país, Fedecámaras, quien teme represalias por su postura crítica contra «la ausencia de espacios de diálogo con el gobierno».
Por otro lado, Díaz calculó que el precio del crudo venezolano en 2002 podría colocarse dos dólares por debajo de lo previsto por las autoridades, de 18,5 dólares por barril, lo cual se traduciría en una merma de ingresos de 1,3 millones de dólares.
Esto es, a su juicio, razón suficiente para los planes impositivos adicionales.
Según el presidente de la Comisión de Finanzas del parlamento, el diputado progubernamental Rodrigo Cabezas, la carga tributaria representa hoy ocho por ciento del producto interno bruto.
«En otros países de América Latina como Colombia, Brasil, Argentina y Uruguay es de 18 por ciento o más. En Estado Unidos (es) de 33 por ciento y en algunos países de Europa de 50 por ciento», indicó Cabezas. (FIN/IPS/ac/mj/if/02