SRI LANKA: Gobierno levanta el bloqueo de la región tamil

El nuevo gobierno de Sri Lanka dispuso el fin de las restricciones contra la población del nordeste del país, donde opera el movimiento separatista Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), y eliminó barricadas y puestos de control en la capital.

El bloqueo económico impuesto a las áreas bajo control de los insurgentes será levantado a partir de este martes, según el anuncio oficial, y ya se redujeron las restricciones a la pesca en la región nororiental.

El gobierno encabezado por Ranil Wickramasinghe, del Frente Nacional Unido (UNF), elegido el 5 de diciembre, manifestó su disposición a alcanzar un acuerdo de paz duradero con el movimiento independentista, tras un conflicto de 19 años que dejó decenas de miles de muertos.

Desde que tomaron las armas, en 1983, los Tigres de Tamil exigen la creación un estado independiente en las provincias del norte y el este, donde es mayoritaria la etnia tamil, que constituye casi 20 por ciento de los 19 millones de habitantes de la isla de Asia meridional.

Más de 300.000 tamiles podrán acceder a raciones de azúcar, guisantes y harina de trigo. El gobierno también prometió el envío regular de medicinas para esta comunidad en la región septentrional de Wanni.

«Antes de encarar las cuestiones esenciales, el gobierno está interesado en medidas que generen confianza. Estas son algunas de las promesas que hicimos durante la última elección», dijo a IPS el ministro de Asuntos Constitucionales, Gamini Peiris.

«Son temas humanitarios que deben ser resueltos. Queremos aliviar la carga que pesa sobre la región de Wanni, para que la población reciba (alimentos y medicinas) sin obstáculos ni barreras», agregó Peiris.

Simultáneamente, con el retiro de los controles policiales y las barricadas, Colombo, con 600.000 habitantes, comenzó a recuperar el aspecto de una ciudad normal.

El sector más beneficiado es casi un tercio de los residentes de la ciudad pertenecientes a la etnia tamil, expuestos a constantes controles y malos tratos en los puestos de las fuerzas de seguridad.

«Es un gran alivio. Ya no tengo miedo de estar en las calles. Hasta ahora, cualquier persona identificada como tamil sufría preguntas intimidantes y acoso», dijo Chris Kamaledran, residente de la capital.

Para algunos tamiles acercarse a los puestos de control era causa de estrés, en especial si no llevaban consigo los documentos de identificación, pues eran muy frecuentes las denuncias sobre duros interrogatorios contra la minoría étnica, mientras la mayoría cingalesa recibía un tratamiento respetuoso.

«Las reglas se aplicaban de modo diferencial. Algunos tamiles limitaban sus movimientos a ciertas áreas conocidas. Los más perjudicados eran aquellos que llegaban a la capital desde el norte y el este», sostuvo Ketheshwaran Loganathan, analista del Centro de Alternativas Políticas, con sede en Colombo.

La actitud del nuevo gobierno marca un cambio de rumbo con respecto a la política de la Alianza Popular (PA), derrotada en las últimas elecciones parlamentarias.

El año pasado, las autoridades ponían en duda las cantidades de alimentos y medicinas reclamados por la población de Wanni, asegurando que los burócratas locales exageraban sus necesidades y que muchos de esos productos eran retenidos por los Tigres de Tamil.

Sin embargo, la política de la AP privó de alimentos a casi 173.000 personas, según un informe sobre la situación humanitaria en la región al cual tuvo acceso IPS.

El documento sostiene que las autoridades locales tuvieron dificultades para combatir la malaria, la fiebre tifoidea y el cólera a causa de «la escasez de medicinas y los recortes de impuestos».

«La libre circulación de alimentos no debió limitarse. Era una gran contradicción que el gobierno intentara ganar el corazón de la gente negándole alimentos y medicinas como parte de una estrategia militar», sostuvo un funcionario de una agencia humanitaria que no quiso dar su nombre.

Según la fuente, el nuevo gobierno tiene «buenas intenciones». «Esperamos que la gente de Wanni reciba alimentos con más frecuencia», dijo.

Otro gesto significativo es el alivio de los obstáculos a los viajes de la población tamil desde áreas bajo control de los Tigres hacia el resto del territorio.

Peiris confirmó que se reducirán de 17 a tres la cantidad de salvoconductos exigidos para trasladarse, un aspecto de las medidas de seguridad impuestas para evitar el acceso de los insurgentes al centro y sur del país.

Estos cambios se enmarcan en el cese del fuego adoptado el 24 de diciembre por los Tigres de Tamil y el nuevo gobierno, así como en sendos pronunciamentos en favor de conversaciones de paz.

La tregua navideña se mantuvo. Sin embargo, algunos no confían en el éxito de la política de brazos abiertos y recuerdan que los Tigres aprovecharon, en el pasado, el relajamiento de las medidas de seguridad en conversaciones de paz para atentar contra la vida de figuras políticas, incluso de la etnia tamil, y fortalecer sus células en Colombo.

La eliminación de los puestos de control son la preocupación central. «Esta conducta suicida del UNF es irreconciliable con algunas de sus políticas y declaraciones recientes», afirmó un artículo en la prensa de la capital.

Pero el analista de defensa Iqbal Athas, del diario independiente Sunday Times, recordó que los puestos de control nunca detuvieron los ataques de los Tigres. «Es un mito decir que las barricadas evitaron que el LTTE operara en Colombo», aseguró.

Según Athas, las medidas permitirán que la población tamil se sienta más libre. «Es parte de la estrategia de paz del gobierno. El UNF está demostrando confianza ante los Tigres», opinó el analista. (FIN/IPS/tra-en/mmm/js/lp-dc/ip hd/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe