RELIGION: Religiosos del mundo oran en Asís por la paz

El papa Juan Pablo II se preguntó este jueves si todos los credos hacen en realidad lo necesario para poner fin al terrorismo, al intervenir en la septentrional italiana de Asís ante 200 representantes de 12 religiones unidos en una jornada de oración por la paz.

El conductor de la Iglesia Católica saludó, uno a uno y por su nombre, a cada uno de los dirigentes de religiones cristianas y animistas africanas, del Islam, el budismo, el confucionismo, el hinduismo y el judaísmo, entre otras, que se reunieron en Asís, la ciudad en que vivió San Francisco en el siglo XIII.

El Papa se pronunció contra toda violencia, sobre todo la que invoca el nombre de Dios. Frente a 8.000 personas, sostuvo que la justicia debe ser un valor prioritario, «porque no puede haber una verdadera paz sin el respeto de la dignidad de las personas y de los pueblos, de sus derechos y de sus deberes».

En sus breves intervenciones, los representantes de las otras religiones coincidieron en la necesidad de luchar por la paz, como el musulmán Salam Abushukhaidem, quien pidió poner fin a la guerra en Medio Oriente e imponer el diálogo en todo el mundo para acallar las armas.

El rabino Samuel René Sirat pidió a los líderes mundiales todos los esfuerzos posibles para que en el ámbito nacional e internacional se edifiquen y consoliden las bases de la justicia en un mundo de solidaridad y de paz, sobre todo, dijo, en Medio Oriente.

En su discurso, Juan Pablo II envió un saludo especial a los «jóvenes del tercer milenio, jóvenes cristianos, jóvenes de todas las religiones», a quienes pidió «ser como San Francisco de Asís, guardianes dóciles y valientes de la paz verdadera, basada en la justicia, la verdad y la misericordia».

«Cuando más intensa es la angustia por la suerte del mundo, aumenta el deber de empeñarse por ese bien fundamental que es la paz», agregó el Papa, quien también expresó el deseo de que la jornada de oración de este jueves «pueda favorecer decisiones valientes a favor de la justicia y del perdón».

Juan Pablo II puso fin a la ceremonia, la tercera de este tipo en sus 23 años de papado, diciendo: «Nunca más violencia, nunca más guerra, nunca más terrorismo en nombre de Dios. Que cada religión lleve en la tierra justicia y paz, perdón y vida, amor.»

El primero de los líderes religiosos mencionados por el Papa en su saludo fue el enviado del patriarca Alessio II, conductor de la Iglesia Ortodoxa Rusa, de la que no se supo hasta último momento si estaría presente en la ceremonia.

Alessio II está enfrentado con el Vaticano y sus posiciones es el último obstáculo a la visita papal a Moscú, uno de los grandes sueños de Juan Pablo II.

La jornada de oración transcurrió en medio del frío y la lluvia en Asís, a 200 kilómetros de Roma, uno de los centros de peregrinaje católicos y sitio turístico más importantes de Italia, dada su belleza y tradición.

El Papa y los 200 líderes religiosos viajaron la misma mañana de este jueves a Asís desde la pequeña estación ferroviaria del Vaticano.

Con su hábito blanco reservado para las ceremonias más importantes y después de dos horas de lento viaje en tren desde Roma, el Papa de 81 años llegó a la estación María de Los Angeles, de Asís.

En su vehículo blindado —el «papamóvil»—, Juan Pablo II recorrió los tres kilómetros que lo separaban de la plaza San Francisco e inició la ceremonia con el saludo de cada uno de los líderes religiosos al Papa. (FIN/IPS/jp/mj/ip cr/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe