RELIGION-MEXICO: Iglesia confirma quinta visita del Papa

El papa Juan Pablo II visitará México en mayo o julio de este año, por quinta ocasión en 22 años de pontificado, para canonizar a Juan Diego, un indígena al que se le habría aparecido la virgen María en 1531, pero sobre cuya existencia hay dudas históricas.

Fuentes de la Iglesia indicaron este jueves que el Papa confirmó en el Vaticano su viaje a México, el segundo país con el mayor número de católicos en el mundo, detrás de Brasil.

El Papa beatificó a Juan Diego en 1990, en su segunda viaje a este país, y ahora aspira a canonizarlo, tras un proceso cargado de polémicas, pues historiadores y algunos religiosos sostienen que el indígena nunca existió en realidad.

No obstante, esa tesis, sustentada en datos históricos, es rechazada por los prelados católicos y las reverencias a la virgen de Guadalupe y a Juan Diego se mantienen intactas.

Los investigadores del Vaticano aseguraron la existencia del indígena, a quien la virgen María se le habría aparecido y luego impregnado su imagen en una tela vegetal en 1531.

Sin embargo, Guillermo Shulenburg, ex abad de la basílica de Guadalupe, junto con el arcipestre y el bibliotecario de ese templo, pidieron en 1999 en una carta al Vaticano un análisis en detalle de la canonización, pues, dijeron, no existe evidencia histórica firme de la existencia de Juan Diego.

Los argumentos de Shulenburg, quien fue abad de la basílica por más de 30 años hasta 1996, recibieron duras críticas de la Iglesia Católica y de los fieles, que pidieron incluso su excomunión.

Pero las observaciones del ex abad no eran las únicas. En los últimos cuatro siglos, varios historiadores y religiosos mantuvieron la tesis de que nunca existió el indígena hoy a punto de ser canonizado.

Según esos argumentos, Juan Diego y la supuesta impregnación milagrosa de la imagen de la virgen en una tela fueron parte de una estrategia de la antigua Iglesia Católica para facilitar la conversión de los indígenas al cristianismo.

La virgen de Guadalupe es símbolo de la religiosidad de México y la Iglesia la proclamó «celestial patrona» de América Latina en 1920 y «madre de las Américas» 40 años después.

La deteriorada salud de Juan Pablo II había sido esgrimida por religiosos mexicanos como uno de los motivos para no esperar que el prelado visitase nuevamente el país, por lo cual la confirmación del viaje causó sorpresa.

«Me alegro de la visita por el pueblo, pues quiere mucho al Papa, pero lo lamento por él, pues su salud está muy mal», dijo a IPS Julio Aretia, sacerdote jesuita que dirige la parroquia de El Rosario, al sur de la capital mexicana.

Aretia aclaró que «debe reflexionarse sobre el viaje», ya que «no creo que el Papa tenga que venir, pero esa es una posición personal y no de la Iglesia».

Conductores de programas de la televisión local, cuya venta de espacios publicitarios se dispararon en cada visita anterior del jefe de la Iglesia Católica, celebraron que el anuncio de esta nueva visita.

Empresas embotelladoras de refrescos y de comercialización de papas fritas también realizaron un jugoso negocio con la inclusión en sus productos de la imagen del Papa, en su última visita de enero de 1999.

El presidente mexicano Vicente Fox, quien se declara católico y devoto de la virgen de Guadalupe, invitó a Juan Pablo II a México durante una visita que realizó en octubre al Vaticano.

Fox, el primer mandatario ajeno al Partido Revolucionario Institucional en 71 años, es uno de los pocos en la historia moderna del país que no oculta sus preferencias religiosas.

Las relaciones formales entre la Iglesia Católica y el Estado habían quedado en suspenso en 1821 con la declaración de independencia de México, tras lo cual transitaron por periódicas etapas de enfrentamientos.

Los vínculos diplomáticos con el Vaticano fueron restablecidos formalmente sólo por el gobierno de Carlos Salinas (1988-1994).

Pero en la actualidad las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica son excelentes, según el arzobispo Norberto Ribera, quien celebró que el presidente y muchos de los políticos mexicanos ya no oculten su filiación católica.

«La próxima visita del Papa dará mucha alegría a los creyentes, pero lastimosamente será usada por comerciantes y políticos para sacar una tajada», declaró Aretia. «Ojalá eso no sucediera», agregó.

La próxima visita del Papa podría registrarse entre el 20 y el 25 de mayo, señalaron las fuentes locales, aunque no se descarta el 25 de julio, cuando finalice el encuentro mundial de jóvenes católicos a realizarse en Canadá.

Juan Pablo II, en más de dos décadas de pontificado, visitó 123 países y proclamó 447 santos, lo cual lo ubica como el papa que realizó más viajes y santificaciones en la historia de la Iglesia Católica. (FIN/IPS/dc/dm/cr/02

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