ECONOMIA-UE: Nueva moneda para acelerar la integración

La reacción pública ante la puesta en circulación del euro, la moneda común de 12 de los 15 estados de la Unión Europea (UE), es un respaldo masivo para profundizar la integración y la unidad europea, aseguró este jueves el primer vicepresidente del gobierno español, Rodrigo Rato.

«Los europeos quieren más Europa y más reformas económicas», dijo Rato, también ministro de Economía, tras presidir en la ciudad alemana de Frankfurt la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo.

Rato puntualizó también que la acogida de los ciudadanos al euro tiene un significado económico y político, «y político en primer lugar», por lo que significa de cara al futuro.

El euro comenzó a circular el 1 de enero junto a las monedas nacionales de Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Irlanda, Luxemburgo y Portugal. Y a partir del 1 de marzo será la única moneda de esos países.

Dinamarca, Gran Bretaña y Suecia son los únicos países integrantes de la UE que no aceptaron aún el euro, aunque se espera que lo hagan a medio plazo.

Desde el momento en que comenzó a circular en billetes y monedas (ya estaba en vigor en transacciones bancarias), el euro se revalorizó frente a las principales divisas, en especial ante el dólar y el yen.

Frente a la libra esterlina se apreció 2,3 por ciento, ante el yen 1,9, y respecto del dólar, 1,6 por ciento.

El también español Pedro Solbes, comisario (ministro) europeo de Asuntos Económicos, dijo estar muy satisfecho por la positiva acogida de la nueva moneda, que superó sus expectativas.

Las críticas de alto nivel entre los países que adoptaron el euro sólo llegaron desde Italia. Allí, el ministro de Defensa, Antonio Martino, vaticinó el fracaso de la nueva moneda, aunque no explicó las razones.

No obstante, Rato, conductor de la recuperación económica española desde 1996, entiende que el euro fue y será cada vez más positivo para la UE.

«La creación de un área económica como la Zona Euro», afirmó, «ha minimizado el impacto de las crisis financieras internacionales, como la acaecida tras el 11 de septiembre», fecha de los atentados en Estados Unidos.

«El euro ya se tutea con el dólar como moneda de referencia en algunos mercados internacionales», un fenómeno que se seguirá profundizando, según el ministro español, quien tendrá durante los primeros seis meses del año la responsabilidad adicional de coordinar las políticas económicas de los 15 miembros de la UE,

En términos similares se pronunció el italiano Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE. «El euro hará que Europa sea algo tangible y visible en la vida diaria en un grado como no lo ha sido jamás», predijo.

Esta moneda, añadió, «es una demostración de que los europeos son capaces de unirse, con entusiasmo y firme determinación, en su adhesión a un ambicioso proyecto en común», y «refleja la resolución de los pueblos de Europa de compartir un futuro unido».

Prodi señaló que en el último medio siglo, gracias al trabajo en común que llevó a la constitución de la UE, se acabaron las guerras entre los países que integran el bloque y se puso en marcha un mercado único de más de 300 millones de personas.

En el mundo empresarial también se verifica una apreciación positiva. El presidente de Telefónica, la mayor transnacional española, César Alierta, subrayó que la existencia del euro eliminó el riesgo del tipo de cambio e impulsa la concreción de un mercado único.

Todo eso favoreció la mayor presencia de las compañías europeas en otros países de la Unión y el acceso a mejores fuentes de financiación.

El francés Jacques Delors, a quien se considera «padre» del euro, por haber lanzado la idea de su creación y pujado por hacerla realidad, destacó que la moneda es un atributo de la soberanía y que la UE se basa «en la dialéctica entre el poder monetario y el económico».

Por ello, Delors sostuvo que Europa debe afirmar su unidad económica y proponer fuera de sus fronteras el camino hacia un nuevo orden mundial, más justo y eficaz. El euro dará fuerza a la UE, hacia dentro y hacia fuera, agregó.

Mientras los políticos, economistas y empresarios analizan el futuro de la UE y de su nueva moneda, los ciudadanos intentan r aprender lo más rápido posible a manejarse con dos monedas en el período de transición que finalizará el 28 de febrero.

A partir de entonces sólo manejarán la moneda común, que les permitirá moverse por toda la Unión sin problemas cambiarios. (FIN/IPS/af/ff/if/02

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