El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia no tiene aún pruebas firmes para condenar por crímenes de guerra al ex presidente Slobodan Milosevic, cuyo juicio comenzará el 12 de febrero, advirtieron expertos en derecho.
Milosevic, presidente de la república yugoslava de Serbia y después de Yugoslavia, afronta en La Haya, sede del Tribunal, acusaciones de crímenes de guerra cometidos en 1999 contra la población albanesa de la meridional provincia de Kosovo, el epílogo de una década de guerras de secesión en el país.
Se la acusa del asesinato de 900 albano-kosovares y de la expulsión de 800.000 personas de la provincia.
«La evidencia reunida contra Milosevic procede de víctimas albano-kosovares y de funcionarios occidentales que llegaron a Kosovo antes de los bombardeos de 1999», efectuados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para detener la represión serbia, dijo a IPS una fuente cercana al Tribunal Internacional.
Las pruebas «fueron recogidas en su mayor parte por funcionarios de inteligencia que ingresaron a Kosovo en junio de 1999, con las tropas de mantenimiento de paz» de la Organización de Naciones Unidas (ONU), agregó la fuente.
«Ninguna evidencia procede de los llamados 'informantes', miembros del régimen de Milosevic que podrían confirmar que las órdenes de represión partieron de él, y por tanto establecer claramente la responsabilidad en la cadena de mando», sostuvo la fuente.
Sin embargo, Florance Hartmann, portavoz de la jefa de la fiscalía Carla del Ponte, negó firmemente que el juicio esté en peligro de fracasar.
«No tenemos problemas con los informantes. No hablamos mucho de ellos, y todo lo demás son rumores», dijo Hartmann en diálogo telefónico con IPS.
Investigadores del Tribunal Internacional visitaron la semana pasada Belgrado, la capital serbia, intentando persuadir a ex miembros del régimen para que atestigüen contra Milosevic.
El fiscal Geoffrey Nice y su equipo de investigadores dialogaron, de forma reservada, con varios ex funcionarios del régimen y se reunieron con el primer ministro de Serbia, Zoran Djindjic.
En sucesivas reuniones la discusión se centró en los testimonios contra Milosevic ante el Tribunal, dijeron a la prensa abogados de los entrevistados.
Rade Markovic, jefe de policía del régimen de Milosevic, fue entrevistado en prisión, donde aguarda el comienzo del juicio por un intento de asesinato contra un líder opositor, en 1999.
El ex director de Aduana, Mihalj Kertes, fue visitado en su casa, mientras Zoran Lilic, ex presidente de Yugoslavia, recibió a los investigadores en su oficina. Según los abogados, ninguno aceptó prestar testimonio contra Milosevic.
El representante del Tribunal de La Haya en Belgrado, Matias Hellman, se negó a comentar las dificultades del Tribunal. «La oficina no tiene como práctica informar quién aceptó viajar a La Haya y quién no», dijo Hellman a IPS.
«El comienzo del juicio marcará el comienzo del fin del Tribunal», dijo el abogado defensor de Milosevic en Belgrado, Zdenko Tomanovic. El ex líder serbio «aguarda pacíficamente el proceso, aunque aún considera que el Tribunal es una institución ilegal», agregó.
El ex mandatario, extraditado a La Haya en junio del año pasado, tras abandonar el poder en octubre de 2000, no reconoce la legitimidad del Tribunal instituido por el Consejo de Seguridad de la ONU, y no ha nombrado abogado defensor.
«Finalmente éste será un juicio polémico. Pueden surgir muchas sorpresas de Milosevic. El puede presentar una lista de testigos que quiere presentar al Tribunal o cambiar súbitamente de opinión y elegir un abogado defensor. Eso podría arruinar el escenario del juicio o posponerlo por meses», opinó el experto Budimir Babovic.
Según abogados de Milosevic en Belgrado, el ex mandatario podría llamar como testigos a los líderes de los países de la OTAN, para que explicaran su decisión de bombardear Serbia durante 11 semanas.
El abogado francés Jacques Verges, calificó el proceso como «una ficción de justicia».
«El llamado juicio del llamado tribunal tiene por objetivo justificar la agresión de la OTAN contra Serbia. Es un desafío al derecho internacional», dijo Verges la semana pasada, en una conferencia de prensa en Belgrado.
El abogado se negó a comentar los rumores de que procura ejercer la defensa de Milosevic en el proceso de La Haya. (FIN/IPS/tra-eng/vpz/sm/dc/ip hd/02