CUBA: La Habana en riesgo de derrumbe

La mitad de las viviendas de la capital de Cuba están en regular o mal estado y un buen número de aquellas clasificadas como «buenas» empiezan a demandar reparaciones parciales con urgencia.

Las paredes sin pintura, los balcones apuntalados, las filtraciones, las rajaduras en paredes y techos y las cabillas corroídas por los años y el salitre, son sólo los síntomas de un serio problema creado en décadas de abandono.

«Cuando empieza a llover, dejo de vivir. El agua humedece las paredes y cuando vuelve a salir el sol es que viene el derrumbe», dice Violeta García, de 43 años, vecina del centro histórico habanero desde niña.

«Mi edificio es de principios del siglo XIX y hace años que está declarado inhabitable, pero ni tenemos adónde ir, ni el gobierno nos ha asignado los materiales que necesitamos para arreglarlo», afirma la mujer, quien vive de la venta de artesanías.

En esas condiciones, García decidió el año pasado gastar 500 dólares para reparar su apartamento, situado en un cuarto piso.

El cemento, la arena y otros productos necesarios salieron de la «bolsa negra», pues el Estado controla la venta de materiales de construcción y los que pueden adquirirse en divisas se ofrecen a precios demasiado altos.

Ahora, García podría ser multada por construcción ilegal, pero lo peor no es eso. «Después de ver la casa, pensé: esto se cae de todas formas», se lamenta.

A sólo unos bloques de distancia, en el barrio de San Isidro, con más de tres mil habitantes, se ejecuta un programa de rehabilitación que comprende las reparaciones necesarias. Lo mismo sucede en otras partes de la capital, pero los esfuerzos son aún limitados.

La Habana Vieja, que figura desde 1983 en la lista del Patrimonio Mundial de Naciones Unidas, es la zona de la ciudad donde se trabaja con más ímpetu en la restauración de edificios y, al mismo tiempo, la que concentra los mayores problemas.

Tras el triunfo de la revolución dirigida por Fidel Castro en 1959, el esfuerzo de inversión del gobierno se alejó de la capital, para priorizar a zonas del país de mucho menor desarrollo.

Como resultado, se verificaron «rezagos costosos en el mantenimiento de las construcciones» habaneras, de acuerdo con un libro publicado en 2000 por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Según informes gubernamentales, 42 por ciento de los 11 millones de habitantes de Cuba reside en 1,4 millones de inmuebles cuyo estado técnico está catalogado entre regular y malo y requieren intervención urgente.

Treinta y nueve por ciento de los 2,2 millones de habitantes de La Habana viven en esas condiciones. El problema se agudiza en La Habana Vieja, donde 75 por ciento de las 22 mil 516 viviendas del lugar están en condiciones regulares o malas.

Un censo realizado en 1996 en el centro histórico arrojó que más de 40 por ciento de esos inmuebles tenían fallas estructurales en el techo y grietas o desplomes en las paredes y más de 50 por ciento presentaban filtraciones.

El Grupo para el Desarrollo Integral de la Capital de Cuba, una institución gubernamental, advirtió en 1994 que si no se iniciaban acciones urgentes de restauración, La Habana llegaría a 2000 con unas 100.000 viviendas «irrecuperables».

Un año después, el gobierno local reconocía la vivienda como el principal problema social de la capital. «Cada año son más las viviendas que se destruyen que las que se reparan o construyen», admitió el alcalde, Conrado Martínez.

La inversión, sin embargo, fue limitada por los efectos de la crisis económica que vive la isla desde 1990. En 2000, las obras de rehabilitación cubrieron sólo 4,9 por ciento de las necesidades a nivel nacional y 9,8 por ciento en La Habana.

El gobierno no publica estadísticas actualizadas sobre edificios declarados inhabitables, cantidad de personas albergadas por el Estado ni sobre ocupaciones ilegales.

Quedarse en un inmueble inhabitable es un hecho bastante común. Cinco personas perdieron la vida por esa razón el 7 de diciembre, al desplomarse un edificio de cinco pisos que había sido declarado inhabitable en septiembre, en el municipio capitalino de Centro Habana.

«Los bomberos sacaron una pila de gente de los escombros. El derrumbe fue a la una de la madrugada, cuando todo el mundo dormía», dijo uno de los vecinos, que se había mudado a casa de un amigo «por temor a que algo así pasara». (FIN/Tierramérica/da/en/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe